martes, 14 de julio de 2015

ABADIO GREEN STÓCEL (MANIPINIKTINIKINIA) [16.558]



Abadio Green Stócel (Manipiniktinikinia, “el nacimiento de la plata nueva”) 

Nació en la comarca de Sasartí Mulatuppu, archipiélago de pequeñas islas coralinas, en Panamá. Poeta e investigador académico, Pertenece a la Nación Tule-Kuna. Realizó estudios de Filosofía y Teología en la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín. Realizó un postgrado en Lingüística en la Universidad de los Andes, Bogotá. Ha sido por varios años Presidente de la Organización Indígena de Antioquia, OIA. Preocupado por la supervivencia de las lenguas originarias, viene trabajando sobre la manera como se debe enseñar la lengua materna desde la tradición oral, las escrituras propias y desde el origen de las palabras. Esto le ha permitido acercarse a la historia de origen de su pueblo Gunadule, y a otros pueblos originarios.

Primer indígena doctorado en Colombia 

Autor: Juan Fernando Arenas 

La Universidad de Antioquia otorgó el título de doctor en Educación al licenciado Abadio Green, el primer profesional de origen indígena que obtiene este alto reconocimiento académico. 

Corría el año de 1958 y en el Urabá antioqueño, en límites con Panamá, nacía Manibinigdiginya, un primogénito indígena de la etnia Tule que, sin saberlo sus padres, se encargaría medio siglo después de escribir un capitulo histórico para todos las tribus de Colombia, al graduarse con honores como el primer Ph.D. indígena del país.

La familia de Abadio Green, nombre civil de Manibinigdiginya, definió desde este era muy pequeño que su futuro estaría encaminado por la educación, una oportunidad carente para muchos de los grupos indígenas de Colombia, que en el caso de los Tule, solo se brinda hasta quinto de primaria.

Una decisión crucial en la que Abadio tuvo que abandonar su hogar para emprender un viaje por la selva hasta Panamá donde cursaría primaria y bachillerato, pues allí residen cerca de 80.000 tules y tienen mejores garantías educativas, a diferencia de los 2.000 que habitan en Colombia.

Años más tarde, su capacidad dialéctica, inteligencia  y ante todo sus ganas, lo llevaron a graduarse como licenciado en Filosofía y Teología en la Universidad Pontificia Bolivariana.

No conforme con esto, siguió quebrando paradigmas y en 1986 llegó hasta la mejor centro educativo del país según los rankings especializados: la Universidad de los Andes.

Allí, en un escenario tradicional, Abadio irrumpió con una tesis de maestría acerca del papel de los pueblos indígenas en la historia patria cuando nos aproximábamos a celebrar los 500 años del descubrimiento de América.

Pero cuando ya sus logros académicos eran bastante representativos para alguien de su origen, la Universidad de Antioquia le abrió las puertas para afrontar un reto que se podría interpretar como un intento de la sociedad por cerrar brechas históricas con las comunidades vulnerables. Abadio coordinaría el programa de educación indígena, del que días más tarde nacería la Licenciatura de la  Madre Tierra.

Fue entonces, ya con un amplio bagaje teórico y vivencial, que en 2005 este Tule decidió volver a sus raíces para que sus ancestros y coterráneos fueran el insumo de un logro histórico para él, la Universidad y toda la sociedad colombiana, la tesis de doctorado que le otorgaría un título académico inédito para una comunidad, como la indígena, lacerada por la violencia y el olvido durante más de cinco siglos.  

“Una reivindicación y un paso importante para con los compatriotas indígenas que son acogidos en nuestro país ampliamente”, concluyó en su discurso el decano de la facultad de Educación, Carlos Arturo Sandoval.



Ikuaokinyappililer

Tus ojos grandes y negros
representan los ojos de papá y nana
que han posibilitado el origen del universo.

Ikua, eres hijo mío,
tu nombre perdurará desde siempre
las estrellas del universo gritarán tu nombre 
tus luchas harán brillar con más resplandor
a los abuelos el sol y la luna.

en tí pongo todas mis fuerzas, mi espíritu,
mis anhelos, 
mis proyectos,
mis esperanzas.

Todos los hombres perecen en el tiempo y en el espacio
pero deben seguir los pasos de los grandes abuelos,
para seguir defendiendo las formas
de resistencia del pueblo, 
de nuestro pueblo tule



Canto a la Madre Tierra

Olodililisobe / Manidililisobe

Primer nombre de la Madre Tierra, indica que la sabiduría  germinó desde el vientre de su madre grande, la Tierra es un ser vivo, igual como fuimos concebidos, somos hechos a imagen y semejanza de ella, somos luz de la creación. Cada vez que una mujer engendra en su seno a un ser, ella está repitiendo la creación de la Madre Tierra. Olodililisobe es agua, creadora de la vida; responsable del nacimiento de la tierra como mandato de los creadores Nana y Baba. La Madre Tierra también es Madre Agua. Baba y Nana amasaron el agua para dar existencia a la Madre Tierra. Desde el inicio de la creación del mundo, el agua se convirtió en la esencia de la vida de todos los seres que la habitamos.



Olodililisobe/Manidililisobe 

Es hacedora de todas las aguas para permitir la existencia de todos los seres que vivimos en ella.



Ologwadilyay / Manigwadilyay

El segundo nombre dado a la madre tierra, se referencia a la forma gelatinosa y resbalosa, poco a poco se fue endureciendo. Nuestras abuelas y nuestros abuelos nos recuerdan que cada vez que una mujer en la tierra está dando una vida, está recordando la historia del nacimiento de la Madre Tierra; todos somos partícipes de esa maravilla de aliento que aparece como el primer soplo de vida en el vientre de nuestras madres, que se seguirá perpetuando en generaciones siguientes. Desde entonces, para el pueblo Dule la mujer es la esencia en el pensamiento de los creadores, porque desde su vientre siguen naciendo los hijos y las hijas de Nana y Baba, para seguir defendiendo la existencia de la tierra y del cosmos. Por eso dicen nuestras parteras, el día que la mujer deje de alumbrar estaremos próximos al fin del planeta tierra.




Oloiddildili / Maniiddildili

Este nombre nos cuenta cómo la tierra, de ser compacta, dejó brotar de sus entrañas al agua, para permitir el nacimiento de los continentes y los océanos. El agua, fundamento de la vida, emergió de la masa maciza de la tierra, dando origen, por la naturaleza de su fuerza, a los continentes, islas y cayos, y aparecieron grandes y pequeñas montañas, los ríos y los mares. La tierra, a través del agua, esparció todas las distintas formas de vida y la sabiduría se quedó en ella.

  

Oloalbigidili / Manialbigidili

La tierra desde que floreció no volvió a descansar, comenzó a ir y venir todo el tiempo para estar pendiente de todos sus hijos e hijas. El agua fundamento de la vida, pues es a través de ello fluye la vida (como en la placenta). Sin el agua no sería posible que la Madre Tierra hiciera grandes cosas para seguir creando la vida; por eso permitió el nacimiento de los continentes, para que la tierra siguiera fortaleciéndose y dando vida en ella. Nuestros sabios y nuestras sabias también nos han transmitido que junto con la tierra y el agua, los creadores también colocaron al viento, fuego y plantas medicinales para permitir el equilibrio que debe reinar entre nosotros, y cuando aparece el desequilibrio entre la humanidad y la Madre Tierra, estos seres de la naturaleza hacen estragos; por eso Nana y Baba fijaron todos los contornos de la tierra con columnas de oro y de plata, para que resista y tenga fortaleza.

 25° FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESIA DE MEDELLÍN
http://poesiamedellin.tumblr.com/





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