viernes, 10 de abril de 2015

ONO NO KOMACHI [15.537] Poeta de Japón


Ono no Komachi

Ono no Komachi (小野 小町 aproximadamente 825–900 d.C.) fue una famosa poetisa japonesa de Waka (poesía japonesa). Fue una de los seis mejores poetas de Waka (conocidos como Rokkasen) de principios del período Heian.

Fue posiblemente una cortesana de rango bajo o dama de honor de cierto emperador, posiblemente el emperador Nimmyo (r. 833-850). Destacaba por su extraordinaria belleza. Komachi es un modelo de belleza femenina en Japón.

Los lugares de su nacimiento y muerte son inciertos. Según una tradición, nació en la actual prefectura de Akita.

Como poetisa, tenía un gran talento para cantar al amor. La mayoría de su waka trata los temas de la ansiedad, la soledad, o la pasión del amor. Fue la única poetisa que se mencionaba en el prefacio de Kokinshu, donde su estilo se describía como "contenedor de ingenuidad al viejo estilo y delicadeza al mismo tiempo".

Se le atribuyeron algunas leyendas románticas. Una de las más famosas fue un relato sobre ella y Fukakusa no Shosho, un cortesano de alto rango. Komachi le prometió que si la visitaba cien noches seguidas, ella se convertiría en su amante. Fukakusa no Shosho la visitó cada noche, pero fracasó únicamente una vez. Deseperó y cayó enfermo muriendo finalmente de pena. Cuando Komachi se enteró se entristeció muchísimo.

Ono no Komachi en la vejez, un grabado en madera por Tsukioka Yoshitoshi.


En ocasiones, fue representada en la literatura de periodos posteriores, incluyendo las obras teatrales Noh. En esas obras, se representaba a menudo una de sus dos facetas. Una, su talento en la waka. La otra, sus aventuras amorosas y su vanidosa forma de vivirlas. Más adelante, Komachi es representada en la vejez. Mayor, perdida su belleza y abandonada por sus antiguos amantes, lamentando su vida. Esta, es una descripción ficticia influenciada por la filosofía budista y quizá no haya relación entre esta representación y la figura histórica.

El Akita Shinkansen se apoda Komachi en su honor. También, una variedad de arroz, Akita Komachi, lleva su nombre.


Los poemas que aquí se presentan han sido traducidos al español a partir de la versión inglesa del Kokinshu por Laurel Resplica Rodd y Mary Catherine Henkenius (New Jersey: Princeton University Press, 1984). Los números son los que los poemas llevan desde su antigua antología original. 

552.

En tormentoso ensueño
de amor le ví a mi lado.
De haber sabido que era
sólo un sueño, yo nunca
me hubiera despertado.

[omoitsutsu
nureba ya hito no
mietsuran
yume to shiriseba
samezaramashi o]



553.

Desde aquel breve sueño
cuando ví a quien amo,
efímeras y vagas
visiones en la noche
son lo que me sostiene.

[utatane ni
koishiki hito o
miteshi yori
yume cho mono wa
tanomisometeki]



554.

Cuando crece mi anhelo
en las más negras horas
de la noche, en ropaje
vuelto hacia afuera duermo,
porque le espero.

[ito semete
koishiki toki wa
ubatama no
yoru no koromo o 
kaeshite zo kiru]



556.

Kikoyuki compuso el siguiente poema sobre el texto de un sermón por el predicador Shinsei durante una ceremonia en el templo de Shimotsu Izumo y lo envió a Ono no Komachi:


Aún si las contengo,
no pueden retenerlas
mis mangas: joyas blancas,
lágrimas de unos ojos
que no ven a quien aman.

[tsutsumedomo
sode ni tamaranu
shiratama wa
hito o minume o 
namida narikeri]

Abe no Kikoyuki

[ Como "me" puede, además de ojos, significar ocasión, es posible también leer los dos últimos versos así:

....
lágrimas de las veces

en que no puedo verte]

El templo de Shimotsu Izumo estaba a orillas del río Kamo en Kioto. El texto del sermón eran quizá estas líneas del Sutra del Loto: "Mientras tanto su amigo, teniendo que partir en misión oficial, ata una joya invaluable en sus ropajes y se va. Pero él, ebrio y dormido, no se da cuenta de ello". Respuesta de Komachi:



557.

Pobres lágrimas esas
que pueden formar joyas
en las mangas. Las mías,
al brotar, son torrentes
que nada contendría.


[oroka naru
namida zo sode ni
tama wa nasu 
ware wa sekiaezu
tagitsu se nareba]



113.

El color de las flores
se ha marchito y se ha ido
veloz como mis días 
gastados contemplando
las lluvias al descuido.

[Hana no iro wa
utsurinikeri na
itazura ni
waga mi yo ni furu
nagame seshi ma ni]



635.

La noche otoñal, larga
no fue, sino de nombre.
Nos unimos; pero antes 
de hablar de amor, el alba 
sonrojada nos corta.

[aki no yo mo
na nomi narikeri
au to ieba
koto zo tomo naku
akenuru mono o]



656.

Despierta, es comprensible.
Pero aún en el mundo 
de los sueños, qué pena
sentir que le rehuyo
sus miradas vivaces.

[utsutsu ni wa
sa mo koso arame
yume ni sae
hitome o moru to
miru ga wabishisa]



657.

Un amor sin fronteras
me guía mientras cruzo
buscándole en lo oscuro.
Nadie me hará preguntas,
camino de los sueños.

[kagiri naki
omoi no mama ni
yoru mo kon
yumeji o sae ni
hito wa togameji]



658.

Aún si en sendas de ensueño
mis pies pudieran siempre
seguirle, no es lo mismo
que una sola mirada
de mi amor ya despierto.

[yumeji ni wa
ashi mo yasumezu
kayoedomo
utsutsu ni hitome
mishi goto wa arazu]



782.

Se acabó - lo sé - porque
ya estoy vieja y cansada
como helada de otoño,
cuando aún sus palabras
de amor, marchitas, caen.

[ima wa to te
waga mi shigure ni
furinureba
koto no ha sae ni
utsuroinikeri]



797.

¿Qué es lo que se marchita
sin perder sus colores
en este vano mundo,
si no es la flor que hay dentro
del corazón humano?

[iro miede
utsurou mono wa
yo no naka no
hito no kokoro no
hana ni zo arikeru]



822.

Fríos vientos de otoño
dispersando en el campo
las espigas restantes,
me dicen que tampoco 
seré ya cosechada.

[aki kaze ni
au ta no mi koso
kanashikere
waga mi munashiku
narinu to omoeba]



939.

Cada voz de alegría
y de dolor, turbando
mi pecho, con más fuerza
me ata, triste, a una vida
que dejar ya esperaba.

[aware cho
koto koso utate
yo no naka o
omoihanarenu
hodashinarikere]




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