miércoles, 18 de febrero de 2015

LALLA [14.939] Poeta de India


LALLA

Lalleshvari, o Lalla, (1320-1392) genio de la poesía mística del siglo catorce, pertenece a la tradición del Shivaismo tántrico de Cachemira. Considerada por sus coetáneos como un Siddha, un maestro realizado, su reputación sobrepasó ampliamente los círculos tántricos. Su contemporáneo, el poeta sufí Cheikh Nuruddin Vali, la consideró como un avatar, una encarnación divina, y los Sikhs, los budistas y los musulmanes, cantan aún hoy en día sus poemas ardientes.

Esta extraña mujer de Cachemira vivió en el siglo XIV.

Se la conoce por varios nombres, como Lal Ded (abuelita Lal), Lalleswari, Lal Diddi, Lalla-Vakyana, Lalla Yogiswari (su nombre en sánscrito), Lalla.

Tantos nombres porque su fama como poetisa mística ha recorrido tanto los siglos como la geografía de la India.

Sus cantos y dichos, compuestos en el antiguo dialecto Kashmiri, fueron traducidos tanto al sánscrito como al hindi y recitados de boca en boca por hindúes y musulmanes.

Se sabe de ella que fue casada a los 12 años con un hombre que la maltrataba, al igual que su suegra (una historia vastamente repetida en la tradición hindú, que tiene también funestas consecuencias en nuestros días), y que a los 24 años se largó de la casa para convertirse en discípula del culto del dios Shiva, que habla de la unidad entre Dios y el mundo fenoménico. Su escuela es conocida como la dhakti (poesía de devoción). Luego de concluir su formación, Lalla se largó a recorrer campos y caminos, desnuda,  cantando y bailando su apasionada experiencia mística, lo  cual le trajo aparejadas, claro, no pocas complicaciones.

Se cuenta esta historia acerca de Lalla: Una mañana ella vagaba cantando por la campiña y un grupo de chicos empezó a hacerle burla. Un vendedor de telas salió en su defensa. Ella le compró de inmediato dos bultos de tela del mismo peso y siguió su camino. Mientras andaba, se puso uno de los bultos en un hombro y el otro en el restante. Cada vez que alguien se burlaba o la insultaba, hacía un nudo en las telas de su hombro derecho y cada vez que alguien la elogiaba, hacía un nudo en las telas del hombro izquierdo.

Al final del día, buscó al mercader y le pidió que volviese a pesar ambos bultos. Le agradeció su más temprana intervención, pero también le señaló que como él podía ver por sí mismo, nada había cambiado: tanto los halagos como los insultos recibidos eran del mismo peso, y ella los aceptaba a los dos con la misma ecuanimidad.


1.

Usa las ropas necesarias para no tener frío.
Come sólo lo suficiente para amortiguar el hambre.

En cuanto a tu mente, déjala trabajar
para reconocer quién eres,
y el Absoluto, y que
este cuerpo se convertirá en alimento
de los cuervos del bosque.


2.

Aquellos que tengan la habilidad de caminar por el aire,
los que pueden enfriar el fuego,
detener un arroyo,
u obtener leche de una vaca de madera,
son sólo malabaristas callejeros, nada más.


3.

Arrastro un bote sobre el mar
con una soga firme.
¿Escuchará Dios?
¿Me llevará hasta el fin del camino?
Como el agua en copas de arcilla no cocida
goteo lentamente,
y me seco.
Mi alma gira y remolina. Mareada. Déjame
descubrir mi hogar.


4.

El alma, como la luna,
es nueva, y siempre nueva otra vez.

Y he visto al océano
crear contínuamente.

Desde que refregué mi alma
y mi cuerpo, yo también, Lalla,
soy nueva, cada momento nueva.

Mi maestro me enseñó una cosa,
Vive en el alma.

Cuando eso ocurrió,
comencé a andar desnuda,
y a bailar.


5.

Aprender las escrituras es fácil,
vivirlas, difícil.
La búsqueda de lo Real
no es un tema simple.

En lo profundo de mi búsqueda,
las últimas palabras se disiparon.
Gozoso y callado,
el despertar que me encontró entonces.


6.

Al final de una noche de luna-enloquecida
surgió el amor de Dios.
Yo dije, "Soy yo, Lalla."

El Bienamado despertó. Nos convertimos en Eso,
y el lago está claro como el cristal.


7.

Llegué a este universo de nacimiento y renacimiento
y hallé la luz de luz propia.

Si alguien muere, no es nada para mí,
y si yo muero, no es nada para nadie.

Es bueno morir,
y es bueno vivir mucho tiempo.


8.

El sol, el más bajo chakra de acción,
desapareció. Entonces el más alto, la luna.

Absorbida en el infinito, mi mente se disolvió.
¿Adónde han ido ahora la tierra y el cielo?

¿Están escondidos en la nada
como los amigos en una caminata?


9.

Lalla, ¡has vagado por tantos lugares
tratando de encontrar a tu marido!

Ahora por fin, dentro de los muros
de esta casa-cuerpo, en el altar-del-corazón,
descubres dónde él vive.


10.

La fama es agua
transportada en un canasto.

Retiene al viento en tu puño,
o ata un elefante
con un sólo cabello.
Estos son logros
que te harán famoso.


11.

Déjalos lanzar sus injurias.
Si adentro mío estoy conectada
con lo que es verdad, mi alma
se conserva tranquila y clara.

¡Crees que Shiva se aflije
por lo que dice la gente!

Si unas pocas cenizas caen sobre un espejo,
úsalas para pulirlo.


12.

Yo estaba apasionada,
repleta de nostalgia,
buscaba 
a lo lejos y a lo ancho.

Pero el día
que el Verdadero
me encontró,
yo estuve en casa.


BIBLIOGRAFIA

Jane Hirshfield. Women in Praise of the Sacred. HarperPerennial, 1995.
Daniel Halpern. Holy Fire. Nine Visionary Poets and the Quest for Enlightment. HarperPerennial, 1994.
Aliki y Willis Barnstone. Women Poets. From Antiquity to Now. Schoken Books. 1992.




Cantos Místicos de Lalla


La Inexpresable No-Dualidad o La Enseñanza Suprema

1.-
Por una práctica asidua,
aquello que se ha desplegado ampliamente se reabsorbe,
aquello que está dotado de forma y cualidades
con el vasto Vacío se ha íntimamente fundido,
incluso el Vacío ha desaparecido,
solo queda entonces lo Inefable.
Tal es, oh Brahmin, la Verdad a obtener.

2.-
La palabra, el pensamiento, lo inmanente, lo transcendente, nada son en ese lugar.
El silencio, los mudra para nada dan acceso a Eso.
Ni siquiera la Consciencia y la Energía ahí están.
Si algo queda ahí, entonces, he ahí la Verdad
que conocer y realizar.

3.-
No hay ni Tu ni yo, ni contemplado ni contemplación,
solamente, Aquel que todo ha creado, y en el olvido se ha perdido.
Si los ciegos ahí no ven nada profundo,
los sabios, que lo supremo han reconocido,
en El se han fundido.


LA FASCINACION DEL MUNDO Y EL REMEDIO

4.-
Es un lago tan pequeño
que ni un grano de mostaza podría albergar
Sin embargo a el todos van a beber.
Ciervos, chacales,
rinocerontes, elefantes,
Todos, en cuanto nacen, he ahí donde caen,
una y otra vez.

5.-
Oh alma mía. Por ti lloro.
Porque la atracción del mundo, ese fruto de la ilusión,
te ha tocado en suerte.
Pues, ni siquiera la sombra de aquello a lo que te apegas
al final estará cerca de ti.
La verdadera naturaleza del Ser
¡ay! ¿por qué la has olvidado?

6.-
¿Por qué, oh alma mía, te dejas embriagar por un vino que no es de tu cosecha?
¿Y por qué confundes error con verdad?
Carente de discernimiento, hete aquí fascinada por una ley extraña a ti.
Sometida al circulo de ir y venir,
de nacer y morir.

7.-
A un hombre sabio he visto, morir de hambre,
caer, como una hoja muerta por el viento del invierno.
A un idiota he visto,
que pegaba a su cocinero.
Desde entonces yo, Lalla,
a que de cuajo se corten todas mis ataduras,
yo espero.

8.-
Por el gran camino he venido, (el del nacimiento humano)
pero por el no volveré.
Heme aquí todavía en el ribazo
sin haber ni siquiera la mitad recorrido;
y el día se va... y la luz se oscurece...
Busco en mi bolsillo y ni una ochena (har-nâv: Shiva, la consciencia) encuentro.
¡ay! ¿al barquero que le daré?. (que hace la travesía al otro mundo tras la muerte)

9.-
Shiva, Vishnu, Budha, Señor del loto nacido,
sea el nombre que se Le dé,
¿puede el nombre liberarme de la enfermedad del mundo,
se le llame tal, o se le llame cual?

10.-
Sin parar venimos, y entonces hay que volver
día y noche hay que avanzar.
Y de allí de donde venimos, ¡allí mismo a retornar!
por siempre en la rueda de nacer y morir.
¡De nada a nada! ¡De nada a nada!
Algo hay aquí
que tendremos que descubrir.

11.-
La Consciencia-felicidad, Luz y Conocimiento,
aquellos que la han reconocido
liberados vivientes son.
Pero a la enredada red del devenir,
nudos por centenas
los dormidos añaden.

12.-
Las seis corazas están en Ti
las mismas corazas están en mi
pero, oh Shiva,
de Ti separada, a la miseria me reduzco,
ya que entre Tu y yo, con todo sin diferencias,
si que hay una:
y es que Tu eres, Tu, el amo de las seis
y yo soy, yo, por las seis esclavizada.

13.-
El deseo de liberarte que hiciste en el seno de tu madre
¿Cuándo te volverá a la memoria?
Muere, hermano, antes de morir.
Y cuando mueras,
¡Honor, gran honor a ti!

14.-
Si obtienes un reino no tienes reposo,
Y si de el haces don, tampoco estás en paz.
Pero el liberado del deseo, no muere.
¡Que él muera al deseo, permaneciendo vivo!
He ahí el verdadero conocimiento.

15.-
Lo que comienza amargo deviene dulce
Lo que comienza dulce veneno se vuelve.
Cada cual hace su elección.
Aquel que avanza sin flaqueo
llega al lugar que eligió.

UNA PALABRA CLAVE PARA UNA BUSQUEDA ARDIENTE

16.-
¡A recitar, a recitar una vez más!
así desgasté la lengua y paladar.
Sin embargo hasta Ti
nunca mis practicas han llegado.
¡A desgranar el rosario!
así me he desgastado índice y pulgar
Sin embargo ni un ápice mi pensamiento
se ha alejado de la dualidad.

17.-
Mil veces interrogue a mi Maestro:
"¿a aquel que nada puede definir, que nombre dar?"
Y me agotaba de repetir mi petición.
De lo Indefinible, veo yo,
es de donde surge la Creación.

18.-
Un único precepto mi Maestro me ha dado:
"De lo exterior, me dijo, entra en lo interior"
Para mi, Lalla, esa fue la Palabra y el Precepto por excelencia.
Entonces, desnuda, danzando me puse a errar.

19.-
Solo te vistas para protegerte del frío.
Solo comas para tu hambre calmar
Conságrate, alma mía, a discernir el Ser Supremo.
Y reconoce este cuerpo como algo bueno...
para los cuervos del bosque.

20.-
Aquel que ha matado a los ladrones (concupiscencia, orgullo y deseo)
y que, esos bandidos muertos, actúa con humildad,
es al Señor eterno al que ha encontrado,
y verdaderamente para él,
solo cenizas son el resto.

21.-
Las impurezas de mi corazón hice quemar,
toda avidez maté,
entonces volando se fue el nombre de Lalla,
mientras que yo permanecía ahí, arrodillada.

22.-
Presa de una ardiente nostalgia,
yo, Lalla, salí y partí errante,
en una búsqueda perdida
a través de días y de noches.
Al fin, en mi propia morada vi al Sabio
y a él me sujeté.
¡Ah, esa fue mi buena estrella,
mi momento afortunado!

INTERIORIDAD Y PURIFICACION

23.-
Mata a los demonios asesinos: pasión, cólera y deseo.
Si no con sus flechas te matarán.
Ponte en guardia y, gracias al discernimiento del Ser,
dales tu paz por todo alimento.
Descubre entonces que débil es su poder.

24.-
El acto justo, oh desorientado, no consiste en ayunar
ni en hacer una comida ritual tras el ayuno.
El acto justo, oh desorientado, no consiste en dar comodidad
ni cultivo y mimo al cuerpo.
Lo que se te enseña, en verdad,
es a discernir la Esencia connatural.

25.-
Así pudiera dispersar las nubes del Sur,
pudiera vaciar el mar o curar al enfermo desahuciado,
que no sabría como convencer al desviado.

26.-
Has curtido la piel (has venido al mundo)
y la has tensado y sujetado (te has instalado en el deseo)
para tu particular provecho.
¿Qué has sembrado ahí, para obtener una buena cosecha?
¡Oh desorientado! darte a ti una enseñanza
es como disparar contra un muro
¡una perdida de tiempo!

27.-
No hagas a tu cuerpo sufrir,
con hambre y sed.
Aliméntalo cuando lo necesite.
Abandona tus ayunos y ritos.
Actúa bien:
esa es para ti la justa acción.

28.-
Complaciendo los apetitos,
no llegarás a ningún sitio.
Pero la privación y el ayuno,
te harán pretencioso.
Mantén una igualada mesura
y obtendrás la igualdad.
Para el que se nutre de igualdad, las puertas están abiertas.
Cuando el igual, se une a su igual,
¿cómo podría haber la menor diferencia?
El "Yo Soy" realizarás, entonces.

29.-
Buena comida y adorno, no apaciguan el alma,
pero los que las falsas esperanzas han quitado
a las cimas han ido.
Habiendo aprendido de las escrituras
a temer a la muerte y a la duda,
al deseo usurero nada han prestado.
Dichosos, entonces, largo tiempo han vivido.

30.-
El nombre y la fama:
¡como echar agua en una cesta!
Pero si con su mano un héroe puede coger el viento
(dominar la tormenta interior)
o, con un cabello, atar a un elefante,
(el elefante de los deseos)
Entonces, ¡ese es el verdadero triunfo!.

31-32.-
Oh tú que tienes un cuerpo;
tu no piensas más que en ese cuerpo.
Oh tú que tienes un cuerpo;
tú no te ocupas más que de adornarlo.
No haces más que colmarlo de placeres.
Pero de ese cuerpo
apenas un puñado de cenizas quedará.

Lleva la búsqueda en ese cuerpo con pasión,
en ese cuerpo que un vehículo de la Esencia es.
Una vez desaparecidos el deseo y la ilusión,
un halo de gloria va a surgir,
en ese cuerpo mismo.
La belleza, ahí, aparecerá.


PARA UN VERDADERO CULTO

33.-
De santuario en santuario el peregrino va,
buscando a Aquel a quien en si mismo no puede ver.
Oh alma mía,
tu que la Verdad has conocido,
cesa de perderte;
aunque sea la hierba lejana
la que te parece más verde.

34.-
De piedra la estatua, de piedra el templo,
Desde arriba hasta abajo, solo piedra.
O Pandit (monje erudito) obstinado, ¿a eso es a lo que adoras?
Mejor harías en unir tu aliento y pensamiento.

35.-
Satisfaciendo al pudor, se protege del frío;
solo hierba come y agua bebe.
¿Quien, Pandit obstinado, te ha enseñado a ofrecer
un cordero vivo como alimento a una piedra muerta?

36.-
No es necesaria la hierba sacra, las flores, las semillas de sésamo
la lampara ni el agua
para aquél que, fielmente, guarda en su corazón
la palabra de su Maestro;
por su pasión él conserva incesante
el recuerdo de Sambhu. (la Consciencia apacible)
Lleno de felicidad, su actividad libre y espontánea, él no renacerá.

37.-
Tu solo, Tu eres el cielo
Tu solo, Tu eres la tierra.
Tu solo, Tu eres el día, el aire y la noche.
La ofrenda de semillas, la unción de sándalo,
las flores y el agua lustral; eres Tu.
Tu eres todo, ¡oh Tu solo! ¿qué podría yo ofrecerte?

38-39.-
¿Quién es el donador de flores y quién la donadora?
¿Qué flores como culto ofrecer?
¿Con qué agua hacer la aspersión?
¿Y que mantra despertara a ese Señor, al Ser?

La mente es el donador, y la devoción, la donadora.
Las flores de la adoración
componen el culto que ofrecer.
El mundo objetivo (en oblación ofrecido)
es el agua de la aspersión,
El mantra de silencio
es el que despierta a ese Señor, al Ser.

40.-
Detener un río o parar un fuego,
Caminar por el cielo a zancadas
ordeñar una vaca de madera
A fin de cuentas, ¡juegos de magia son!

41.-
Nacida en este mundo, no he buscado sus grandezas,
ni me he complacido en deseos y placeres.
las satisfacciones moderadas he apreciado,
sufrimientos y tribulaciones bien soportado,
a Dios siempre siendo fiel.

42.-
¿Por qué vas a tientas como un ciego?
Si eres astuto, entra en el interior.
Shiva ahí está, no Lo busques en otro lugar.
En mi palabra espontanea debes confiar.

43.-
Shiva se extiende, como una fina red,
impregnando toda forma.
Si, vivo, no Lo ves
¿Cómo muerto lo verás?
Del yo extrae el Yo, después de haber discernido.

44.-
En el escenario teatral, hay múltiples disfraces,
encuentra-Le.
Si soportas todo con paciencia, descubrirás la dicha.
Si cólera, envidia y enemistad apaciguas,
entonces verás el rostro de Shiva.

45.-
He abandonado la vanidad, la mentira y lo que es falso,
he enseñado a mi pensamiento
a conocer al Unico en todos los hombres.
¿Cómo podría si no diferencio a un hombre de otro,
rechazar el alimento que uno de ellos me da?

46.-
En todo y por todo Shiva mora,
no reconoces a un Hindú o a un Musulmán,
Pero si eres sagaz, reconoce al Ser de cada ser,
el conocimiento del Señor verdaderamente eso es.

47.-
Algunos leen (los libros sagrados) siempre, oh Padre,
pero sin discernimiento,
Como un loro, en su jaula, el nombre de RAM repiten.
Leen el Bhagavad Gita
pero eso es una falsa apariencia.
Yo he leído bien el Gita ¡y lo estoy leyendo (viviendo) en cada instante!

48.-
He puesto en práctica lo que leía
y leído lo que no estaba escrito.
He arrastrado al león (al pensamiento) fuera del bosque
y puesto bien en practica lo que a los demás predicaba.
Todo entonces se volvió claro, y pude tocar la meta.

49.-
Fácil es leer y recitar,
más difícil practicar, aquello que se leyó.
Sutil y difícil conseguir
la búsqueda de la Esencia innata (connatural)
Siendo constante mi práctica y los Tratados olvidados,
la Consciencia-Felicidad
para mí se volvió certeza.

50-51.-
¿Quién está dormido y quien en vigilia?
¿Qué lago siempre desbordado?
¿Qué culto ofrecer a Shiva?
¿Y que suprema morada buscar?

El pensamiento está dormido, Lo Indiferenciado en vigilia.
Desbordado en permanencia, el lago de los sentidos.
El justo culto a ofrecer a Shiva;
es el discernimiento del Ser.
La suprema morada que ganar;
la Consciencia misma de Shiva.


LA ACCION Y EL TIEMPO

52.-
Bajo tus pies un abismo, y es ahí donde tu danzas.
Dime ¿como puedes tener confianza?
Todo lo que amasaste, aquí lo dejarás,
Dime ¿como puedes apreciar los buenos platos?

53-54.-
Ahora veo un río fluyendo;
luego ni barco ni puente se ven.
Ahora veo un arbusto floreciendo.
ni rosa ni espina después.

Ahora veo un horno encendido;
ahora ni fuego ni humo puedo ver.
Tan pronto vi a Kunti como Reina,
como artesana la encontré después.
(alusión a un episodio del Mahabharata)

55.-
Por muy a menudo que me haya embriagado con el agua del Syund
Por muchos que hayan sido mis papeles en el teatro.
Por muchas encarnaciones por las que haya pasado.
Lalla continúo siendo:
¿de qué sirvió entonces todo eso?

56.-
Nosotros fuimos y seremos,
De edad en edad hemos sido.
Por siempre Shiva hace nacer y hace morir.
Por siempre el Sol se eleva y acuesta.

57.-
Presta oído a mis palabras oh noble Santo:
¿Te acuerdas de los días de antaño?
Oh jóvenes, los días y las noches ¿cómo las pasareis?
Nuestra edad (el Kali yuga) es cada vez más difícil;
¿qué es lo que entonces vais a hacer?

58.-
Oh hombre, ¿por qué trenzas una cuerda de arena?
con ese cordaje, oh hilandero, no podrás arrastrar una barca.
Lo que ha sido escrito por el Dios de la Creación
en la línea del destino,
Eso, no puede ser cambiado.

59.-
Gana un reino quién maneja su espada.
Gana el Cielo quién practicó ofrendas y limosnas.
Gana la revelación de la Esencia innata (connatural),
quién siguió la palabra de su Maestro.
Por su pecado o su virtud,
el hombre mismo recoge sus frutos.

60.-
La Vía del Conocimiento
como una huerta es.
Rodéala de un seto de paz, de dominio y de actos justos.
Entrega tus acciones pasadas
al origen del que surgieron,
saliendo del circulo de causas y efectos.
Pronto alcanzarás la Vacuidad.

61.-
De cualquier acción que yo haga
la responsabilidad me incumbe;
incluso si el beneficio es para otro.
Si, al fin liberada del fruto de las obras,
retorno al Ser supremo,
entonces, dondequiera que esté,
todo se hará para bien.

62.-
Algunos incluso dormidos
permanecen vigilantes.
Para otros, aunque despiertos,
un profundo sueño ha caído.
Algunos, después del baño,
permanecen muy impuros.
Otros, aun sin descuidar la acción,
están libres del acto.


PARA NO CONFUNDIRSE DE CAMINO

63.-
De la madre han nacido, bellos y plenos de vigor,
no sin, en el vientre, haber causado gran dolor.
Después a la misma puerta vuelven a llamar.
Difícil de encontrar a Shiva debe ser:
la Enseñanza entonces has de reconocer.

64.-
De la misma piedra, que un trozo de la tierra es,
un adoquín o un pedestal se puede hacer,
o incluso la rueda de un molino.
Difícil de encontrar a Shiva debe ser:
la Enseñanza entonces has de reconocer.

65.-
¿No brilla el sol por todas partes
y no solo en los lugares bellos?
¿Y no entra el agua en la casa de los buenos
y en la de los demás?.
Difícil de encontrar a Shiva debe ser:
la Enseñanza entonces has de reconocer.

66.-
La misma (la energía), como madre, da de mamar.
La misma, como esposa, así actuará.
La misma, como maya al final
la vida te quitará.
Difícil de encontrar a Shiva debe ser:
la Enseñanza entonces has de reconocer.

67.-
Si hubiera sabido, del pensamiento justo ayudándome,
dominar el conjunto de las corrientes vitales,
cortarlas del deseo,
reunirlas en el Ser,
y vencer al sufrimiento;
entonces habría sabido, poco a poco, crear el elixir.
Difícil de encontrar a Shiva debe ser:
la Enseñanza entonces has de reconocer.

EL PENSAMIENTO

68.-
¿Qué puedo hacer con los cinco sentidos,
con los órganos de acción,
con el pensamiento que los gobierna?
¡cuando se vacía este recipiente se van!
Si todos hubiesen estado unidos
¿como me hubiera podido extraviar?

69.-
Considera tu pensamiento
como semejante al océano de la existencia.
(una masa de agua tranquila, sobre un fuego destructor)
En la cólera desencadenado
agudas heridas ocasionará.
Pero, de todo esto,
nulo es el peso en la balanza de la verdad.

70.-
No sueltes la brida de tu asno (el pensamiento)
porque del jardín del vecino
el azafrán se comerá.
¿Quién entonces ofrecerá
el torso desnudo al latigazo?

71.-
Pon tu pensamiento sobre el camino de la inmortalidad,
Si de él pierdes el control, mal se portará.
Se firme sin temor:
solo es como una comida
que se agita en la marmita.

72-73.-
¿Quién muere? ¿Quién es matado?
Aquel que desiste del nombre de Shiva.
para agitarse en su casa:
ese es el que muere, ese es el que es matado.

Aquel que, lleno de impulso y confianza,
sigue la palabra de su maestro,
el que, por la brida del conocimiento,
retiene al corcel del pensamiento,
con sus sentidos apaciguados
la felicidad disfrutará ahí.
Entonces, ¿quién podría morir y quién ser matado?

74.-
Destruye las vanas imaginaciones y deseos,
que tejen la red del tiempo.
Habiendo conocido al Señor,
que es inmaculado y puro,
viviendo la verdad que has conocido;
tanto puedes vivir de amo de casa
como de ermitaño.


EL ALIENTO Y LA ENERGÍA ASCENSIONAL

75.-
¿Por qué camino y de donde he venido?
¿A dónde iré y cómo el camino reconoceré?
Al fin surgirá para mi, el Arbitro del destino,
donde mi aliento vacío nada valdrá.

76.-
Al que mantiene la brida del aliento,
hambre ni sed, no le tocarán.
Quien sabe realizar esto hasta el final,
¡Afortunado en este mundo, que ya no renacerá!.

77.-
El corcel de la mente vagabundea en el cielo.
En un parpadeo, recorre cien mil leguas.
Un sabio sabe retenerlo
con la Consciencia de Si como brida,
y sabe detener los dos alientos (prana, apana)
que las ruedas del carro son.

78.-
Cuando poco a poco pude de mi mente detener
sus procesos y pensamientos,
la lampara para mi se encendió,
mi naturaleza real se mostró.
En las tinieblas de mi alma
me agarré a lo Real ,
y entonces, como una compuerta,
hasta lo lejos difundí mi íntima luz.

79.-
Algunos dejan su casa, otros dejan la ermita:
todo en vano si su pensamiento no está dominado.
Día y noche, estáte atento a tu aliento.
Y tal cual eres en realidad y donde estés, así permanece.

80.-
Como había franqueado los seis bosques,
el Ser que está oculto, se me hizo evidente.
Por el dominio del aliento,
el mundo manifestado, me pareció marchito.
En el fuego del amor yo consumía mi corazón;
así encontré a mi Señor.

81.-
He agarrado y retenido por la brida
el corcel de mis pensamientos.
Y, por una ardiente practica,
he unido los alientos.
Entonces el Ser que está oculto, habiéndose derretido,
todo por mí se ha extendido,
y en el Vacío, un vacío se ha absorbido.

82.-
¿Quién puede degustar el néctar del Ser que está oculto?
¿Quién puede dominar su aliento?
¿Quién puede ver el sol en la noche?
El que a sabido domar sus sentidos,
en la oscuridad del alma,
puede ver la Luz.

83-84.-
Oh Maestro,
tu que eres para mí Gran Señor,
¿quisieras explicarme, tu que conoces el misterio,
porqué, de estos dos alientos, nacidos en el bajo vientre,
uno, HUH es frío y el otro HAH es caliente?

Cerca del ombligo todo es ardiente por naturaleza;
Desde ahí hasta la garganta, transcurre el aliento cálido.
Del centro superior desciende la corriente de fresco néctar.
Así HUH es fresco, HAH es cálido.

85.-
Yo, Lalla, vi a mi Maestro espiritual
por encima del centro superior.
El Ser que está oculto me inundó hasta los pies.
Del néctar del conocimiento investí mi persona,
poniendo completamente fin al deseo.


VIA DEL CISNE, MANTRA OM, SONIDO INAUDIBLE

86.-
Como invocación ritual,
repite el mantra no recitado (so-ham unido a la respiración)
rechaza el yo y entonces, coge-Le, a El:
De aquel que abandona el yo, es El; el Ser.
No ser más ese "yo";
esa la Enseñanza es.

87.-
El día se apagará y vendrá la noche,
La superficie de la tierra se perderá en el cielo.
El demonio de la ignorancia por la luz de la consciencia será devorado.
La iluminación del Ser en el corazón;
el verdadero culto a Shiva, ese es.

88.-
De la casa que es mi cuerpo
puertas y ventanas he cerrado.
Domando la respiración
atrapé el ladrón que es el aliento.
En la intimidad del corazón,
lo até, y quité el obstáculo,
teniendo a OM como látigo.

89.-
Aquel en quién la sílaba OM, es la única,
se eleva sin obstáculo, desde el centro del ombligo.
Aquel que, por el dominio del aliento,
hace un puente hasta la suprema Consciencia,
y lleva en su corazón éste único mantra,
¿para que querría un millar de mantras?

90.-
Cuando devine una con el Nombre Supremo (OM)
e hice de mi cuerpo un carbón ardiente,
transcendiendo los seis caminos, tome la vía verdadera.
Así, la permanencia de la Luz yo conseguí.

91.-
Oh dama, levántate, prepárate para el culto,
llevando el vino, la carne y el pastel sacrificial.
Si conoces el Supremo estado sin cambios,
come todo ello en compañía de los adeptos,
"Mano izquierda" o no, es igual;
¿habría ahí algún mal?

92.-
Cuando los cinco elementos hayas sacrificado,
esos hermosos carneros nutridos
por el alimento de la consciencia vigilante,
Entonces solamente, ¡oh impaciente!, conocerás
la suprema morada,
ritos y piedades ya no te atarán,
y la vía de la "mano izquierda" no te hará ningún mal.

93-94
Shiva es el caballo, Vishnu provee la silla,
Brahma de los estribos se ocupa.
Por la ciencia del yoga, el yogui reconocerá
que Dios es el caballero.

El Sonido sin sonido,
teniendo el espacio de la Consciencia como esencia,
el Vacío como ámbito.
Aquel que no tiene nombre, ni color, ni forma, ni linaje,
Aquel que, tomando conciencia de si, se vuelve resonancia y luz,
ese Dios será el caballero.

95.-
Solo Tu, oh Dios, impregnas las formas,
el mundo entero.
Solo Tu, oh Dios, das a los cuerpos el aliento de vida.
Solo Tu, oh Dios, resuenas en silencio,
¿Quién entonces, oh Dios, conoce Tu medida?

96.-
Aquel cuyo centro superior es la morada de Dios.
Aquel cuyo aliento nasal es mantenido por el Sonido inaudible,
Espontáneamente le ha abandonado el movimiento mental,
no conociendo otro Dios que el Si-mismo;
¿a quién podría rendir culto?

97.-
Solo hacia El, con todo mi ser he ido.
He escuchado sonar la campana de la Verdad.
Ahí mismo, en concentración, me he establecido.
Ahí he penetrado el Espacio y la Claridad.


¿CÓMO ALEJAR EL MIEDO DE LA MUERTE?

98.-
Abanico o palio real, carroza o trono,
festival o ballet o lecho cómodo:
¿cuál crees tu que es eterno?
llegada la muerte
¿cuál te disipará el miedo?

99.-
¿Por qué entonces, en tu confusión, te has hundido,
en estas corrientes del océano de la existencia?
¿Por qué has destruido el puente salvador?;
la densa oscuridad de la inercia te rodea.
A la hora del destino,
el dios de la muerte te llevara sangrante.
¿Quién te disipara el miedo de la muerte?

100.-
Dominando el aliento elimina
la dualidad y la triple impureza (infinitud, ilusión, acción)
Serás entonces honrado en el mundo superior.
Sube, sube más,
tras haber atravesado el orbe del sol (el conocimiento)
¡Así desaparecerá para ti el miedo a la muerte!

101.-
Con el hábito del conocimiento habiéndote vestido,
graba en tu corazón estos versos de Lalla.
Gracias a la sílaba OM, Lalla se ha absorbido en la luz de la Consciencia,
y para ella,
el miedo a la muerte ha desaparecido.


A TRAVES DE LAS PRUEBAS

102.-
Para realizar la Esencia innata (connatural),
paz y dominio no son apropiados.
Un simple deseo no conduce tampoco
a las puertas de la liberación.
Incluso si el hombre se ha disuelto en la contemplación,
como la sal en el agua,
incluso entonces, es raro que llegue a discernir
la Esencia connatural.

103-104.-
Yo, Lalla, salí, con la esperanza de expandirme
como la flor del algodón.
¡que de varazos recibí del limpiador y el cardador!
Después la hilandera, en la rueca,
fue sacando de mi finos hilos.
En el tejedor, en el telar colgada,
nuevos golpes me llovieron.

En el lavadero, por la lavandera fui golpeada,
después con arena y jabón bien frotada.
El sastre
con sus tijeras, me corto en trozos.
Entonces yo, Lalla,
encontré la Realización.

105.-
La cuerda que mantenía la carga de caramelos en mis espaldas,
se ha aflojado.
Mi torso doblado. ¿Cómo Lo conseguiré?
La palabra de mi Maestro, cayendo sobre mi, me ha magullado.
Mi rebaño no tiene ya pastor
¿Cómo Lo conseguiré?

106.-
Un arco de madera con una flecha de paja,
Un carpintero chapucero y un palacio a edificar,
En el centro del mercado
un tenderete sin cerrojo.
El cuerpo sin baño sagrado:
oh Padre, ¿quién sabe lo que me sucederá?

107.-
Con una cuerda mal trenzada
tiro de mi barca en el océano.
¿Dios me escuchará? ¿Me hará El navegar?
como agua en vasija de barro sin cocer,
así me voy a perder.
Mi alma está confusa. ¡ay!
¡como me gustaría volver a mi morada!

108.-
Alma agitada, no tengas miedo en ti,
el Eterno te cuida
y el sabe como apaciguar tu hambre.
¡Solo sobre El dirige tu llamada
para que te haga terminar la travesía!.

109.-
Muy derecha he venido,
muy derecha me iré de aquí.
A mi, tan derecha, ¿qué podría hacerme un ser torcido?
Desde el origen, El me conoce:
a alguien a quien El conoce ¿qué mal se le podría hacer?

110.-
En nada más que Eso puse yo mis esperanzas,
en nada más que Eso puse yo mi confianza.
Al fin, habiendo bebido el vino de mis versos,
cogí y derribé las tinieblas interiores,
las arranque y las hice añicos.

111.-
¿Cuándo la cadena de la vergüenza será cortada?
Cuando acoja censuras, insultos y mofas.
¿Cuándo el abrigo de la turbación podré tirar?
Cuando el deseo deje de agitar mi mente.

112.-
Malo o bueno, cualquiera que llegue
déjalo venir.
Mis oídos no escuchan nada
Mis ojos no ven.
Cuando la llamada de lo alto
viene a despertar mi corazón,
mi lampara se enciende porque ya no hay viento que la apague.

113.-
Me pueden infligir mil insultos,
que ninguna agitación morará en mi pensamiento.
Si verdaderamente a Shiva soy fiel,
¿una pizca de cenizas ensuciaría un espejo?

114.-
Que me censuren y me injurien,
que me digan lo que quieran,
que me honren,
o me regalen flores,
Nada de esto me ha tocado
¿qué queda de todo ello después?

115.-
Sabiendo, se ignorante
y viendo, ciego.
Oyendo bien, se sordo,
e insensible se en todo.
A todo lo que te digan,
di que "de acuerdo".
Esto es en verdad lo que hay que practicar
para conocer la Realidad.

116.-
Ten paciencia con el relámpago y el trueno,
ten paciencia con la oscuridad en pleno día,
ten la paciencia de pasar tu mismo por el molino.
Se dichoso; El vendrá por si mismo.

117.-
Firme y seguro el molino gira y gira (el camino místico)
El eje (el pensamiento orientado) sabe como accionar las piedras.
Cuando el molino gira, muele fino. (transforma lo grosero en sutil)
Al centro del molino llega entonces mas grano. (todos los aspectos de la vida se van purificando)

118.-
Oh cisne que eras, hete aquí mudo. (pérdida de las facultades limitadas individuales)
Alguien se ha ido robándote algo.
El molino parado, el conducto se obstruyó.
Y el molinero se fue llevándose el grano.
(Shiva, la Consciencia, todo se ha llevado)

119.-
Yo, Lalla, me agotaba
buscando y buscando más,
más allá de mis fuerzas.
Comenzando a ver, vi los cerrojos de Su puerta.
y todavía creció más mi anhelo,
la pasión en mi se volvió inquebrantable
y ahí mismo yo Le contemplé.


EL VACIO

120.-
Desapareció el Sol (el conocimiento)
y del claro de luna vino la luz.
Desapareció la luna (el sujeto cognoscente)
y solo el pensamiento quedó.
Desapareció el pensamiento y entonces,
ya nada en ningún lugar.
¿A dónde la tierra, el aire y el cielo han ido?

121.-
Desapareció el Tantra,
y quedó entonces el mantra.
Desapareció el mantra
y el pensamiento quedó.
Desapareciendo el pensamiento, entonces
ya nada en ningún lugar.
En el Vacío un vacío se ha absorbido.

122.-
Mata el deseo y discierne la Esencia aquí mismo.
Conocerla es un lujo; abandona las fantasías.
¡Ella está de ti tan próxima!
no la busques a lo lejos.
En el Vacío un vacío se ha absorbido.

123.-
El lago, lo recuerdo tres veces desbordado.
Una vez se diría que toco el cielo.
Desde el puente que va de Haramukh a Kaunsar.
Siete veces, me acuerdo, al vacío se absorbió el lago.
Durante eones de tiempo he visto,
la disolución de los mundos y su nacimiento.

124.-
Atravesaba yo sola la inmensidad del Vacío.
En mi no quedaba ni conocimiento ni razón.
Al verdadero Ser, al fin, me desperté,
entonces el Loto, saliendo de la boca,
a través de Lalla se expandió.


AMOR Y UNION

125.-
 Me desgastaba los pies por los caminos
buscándole.
Al fin el Uno, hacia el Uno me indico el camino.
Vi que El en todo y por todo estaba,
a ningún lugar tendría que ir para encontrarlo.
¿Quién conociendo esto no queda arrebatado?
¿Cómo no quedar loco de alegría?

126.-
Buscando intensamente mi propio Ser, me agotaba:
nadie ha llegado así al conocimiento escondido.
Al fin, en El me absorbí,
y la bodega del néctar alcancé.
Ahí donde se encuentran tantas jarras llenas ...
pero nadie bebiéndolas.

127-128.-
Habiendo atravesado las diez direcciones,
a una sola me sujeté.
Me lancé e hice mi camino
en el vacío y el viento.
Veía a Shiva por todo, impregnando todo.
De mi los seis (sentidos) y las tres (impurezas) expulsé;
entonces Shiva se reveló.

El oro ha salido de la fundición, toda impureza ha desaparecido,
para eso lo he puesto en el crisol.
Lo fundí con el fuego del amor como el hielo
cuando el sol reaparece.
Entonces yo, Lalla, permanecí en paz,
Acordándome que "Yo" es Su nombre.

129.-
En la última vigilia, durante el claro de luna
con mi obstinada mente protestando,
apacigué mis penas con el amor de Dios.
Suavemente diciendo: "soy yo, Lalla, Lalla",
al Bien-amado despertaba.
En El absorbida y mi mente limpiada,
de los diez sentidos fui purificada.

130.-
Por las seis (Cualidades del Ser) yo fui,
por las seis yo soy.
Estoy, aquí, en el Ser completamente disuelta.
Queriendo ir, me había alejado,
ahora al volver, me he elevado.
Heme aquí, toda entera, en Dios mismo absorbida.

131.-
Aunque El este en el interior,
al principio fuera lo busqué.
Después el aliento sutil mis canales internos purificó.
Gracias a la contemplación
en el mundo no veo sino a Dios,
habiéndose perdido las formas en la unión.

132.-
En Ti mismo absorbida, Tu seguías escondido.
Pasaba el día buscándote a Ti y a mi.
Cuando en mi yo Te vi, oh Tu,
un arrebato sin limite sucedió,
en Ti y en mi.

133.-
Habiendo franqueado la puerta del jardín de mi corazón.
¡oh alegría! Vi a Shiva y a la Energía unidos.
Y allí mismo me absorbí en el lago de ambrosía.
Viva, heme aquí desde ahora muerta al mundo.
¿qué podría entonces el mundo hacerme?

134.-
¡Señor! No conocía ni el Ser ni lo Supremo,
y siempre de este cuerpo me preocupaba.
Que Tu eres yo, que yo soy Tu,
semejante unión no conocía.
preguntarse ¿quién soy yo? ¿quién eres Tu?...
¡es una duda sin sentido!

135.-
Vi que estaba en cualquier cosa,
en cualquier cosa Le he visto brillar.
Oye bien, permanece a la escucha
y podrás ver a Shiva, el raptor.
La casa es toda de El... que soy yo.


EL UNICO O LA NO-DUALIDAD VIVIDA

136-137.-
 Yo apacigüe el amor en el fuego del amor.
Antes de morir yo morí toda entera.
Libre de forma en mi real naturaleza
¿Cuántas formas no habré desplegado?
El yo desaparecido ¿qué haré?
En la pérdida, perdí la pérdida.
La pérdida perdida,
volví al océano de la existencia.
Riendo, jugando, he obtenido
la revelación de la Esencia, aquí mismo.
De lo que aquí digo
yo misma soy la prueba.

138.-
Si conoces bien la Unidad,
ya no estás en ningún lugar.
Por la Unidad a la nada me reduje.
A pesar de que el Uno sea Unico,
yo conozco la guerra de los dos,
A pesar de que no tenga color ni forma,
en sus maravillosas formas estoy cogida.

139.-
Saliendo de la Interioridad en mi búsqueda ardiente,
me encontré en pleno claro de luna (el universo transfigurado)
En mi búsqueda ardiente
del mismo al mismo iba.
Tu solo, oh Shiva, Tu eres eso, solo Tu lo eres,
eso no es mas que Tu solo, oh Shiva
¿Cuál es el significado de tu juego?
¿No es toda esta maravilla creada por tu mirada?

140.-
La impureza se disolvió de mi pensamiento
como las cenizas de un espejo.
Entonces obtuve el Conocimiento
en este mundo mismo:
Cuando Lo vi tan próximo a mí,
supe que todo era El, y nada yo.

141.-
Es El quien ríe, es El quien estornuda, tose o bosteza,
es El quien se baña en los estanques sagrados,
El es, el asceta desnudo todo el año.
De ti está El tan próximo, ¡reconócele!

142.-
El agua, por el frío vencida,
en hielo o nieve se transforma.
Reflexiona como tres cosas que siendo diferentes
en la realidad no lo son.
Que brille el sol de la suprema Consciencia,
y entonces lo animado, lo inanimado,
el mundo entero es reconocido todo como Consciencia.
Y todo es igual.

143.-
Venido a este mundo del devenir,
he practicado la ascesis.
A la luz del Despertar
he descubierto la Esencia en este lugar.
Para mí nadie muere, y yo no muero para nadie.
Si muero esta bien,
y bien está si soy longevo.

144.-
Aquel para quién él mismo y el otro son iguales.
Aquel para quién el día y la noche se asemejan.
Aquel cuyo pensamiento está libre de dualidad,
ese solamente es el que ha visto al Soberano de los dioses.

145.-
A aquel que, con la vía del Cisne en la memoria
(la repetición natural y espontánea del mantra HAMSA con cada respiración)
sin cesar a Shiva invoca,
y que, aunque activo noche y día,
del fruto se ha despreocupado,
habiendo la dualidad dejado su pensamiento,
hacia él se muestra siempre benévolo
el Soberano de los dioses.

146.-
La Consciencia siempre es nueva,
el Yo Supremo siempre nuevo.
Veo siempre nuevo el universo transfigurado.
Después de que he, cuerpo y alma, purificado,
Heme aquí, Lalla, todavía y siempre nueva.

147.-
Todo acto que efectúo es un culto ofrecido,
toda palabra que pronuncio, un mantra es,
Todo lo que en mi cuerpo vivo,
ese Reconocimiento revela:
Esto, todo esto, es el Tantra del Supremo Shiva.

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Extraído de:  http://www.oshogulaab.com/TANTRISMO/LALLA.html



LALLA:  MÍSTICA  ILUMINADA  DE  INDIA

                                                           Por Umberto Senegal


Buscando intensamente mi propio ser,
me agotaba:  nadie ha llegado así al conocimiento
escondido. Al fin, en él me absorbí.

                                                   Lal Ded

 Para: Nataly García Montoya,
 con quien comparto estos sentimientos
                                           Lalla 4



“Todos los días son de viaje”, escribió en su libro Sendas de Oku, hace más de 300 años, el poeta japonés Basho. Todos los días y las horas, cada segundo que vivimos con percepción alerta, son de viaje por el mundo y la existencia, por los sentidos y por el alma. Viaje hacia la muerte. Hacia un lugar, una idea, una persona o el vacío. Viaje sin regreso que puede experimentarse con total plenitud, o se puede perder por completo, hacia cualquier lugar donde nos conduzca el hecho de haber nacido y estar aquí. 

Bien lo señalaba el maestro zen, Dogen: “En el tiempo de la vida, no hay más que la vida; en el tiempo de la muerte, no hay más que muerte”. Matsuo Basho, viajero por causa de la melancolía, entre otras motivaciones, aprovechó buena parte de su existencia caminando, navegando o cabalgando por zonas boscosas, baldías, pobladas o deshabitadas de su país. Anduvo más de 2.000 kilómetros, descubriendo la belleza interior y exterior del mundo, de la gente y de su propio ser, no solo por amor al paisaje sino porque precisaba identificar en otros lugares cuanto su espíritu místico descubría dentro de sí y dentro de la poesía.

 Por donde caminaba, encontraba poesía y sembraba poemas. Sus haikus son prueba de ello. La confirmación de su unidad con el mundo se expresa en cada haiku que escribió. Buena parte de ellos, breves testimonios de iluminación, constancia del hombre despierto capaz de participar con la palabra cuanto  los estados de conciencia superior revelan al místico.

Semejante a Basho, cerca de 700 años atrás, en diferentes ámbitos paisajísticos de Cachemira donde produjo su obra poética, contemplativa, filosófica y lingüística, recorriendo también centenares de kilómetros sin otra indumentaria que el largo y enmarañado cabello cubriéndole parte de su desnudez de asceta tántrica, vivió una mujer excepcional, nómade igual que Mirabai, otra de las excelsas mujeres de la poesía y la mística Hindú. Mujer como pocas en la historia de la poesía de India, oriente y el mundo. En occidente, 180 años después de ella (1515) las experiencias místicas de Santa Teresa de Jesús y su producción literaria, pueden comparársele, solo que la devota cristiana se recluyó en monasterios mientras la mística asiática, luego de su iluminación, nunca se enclaustró en sitio alguno.

De los horizontes y caminos, de las cuevas donde pernoctó, de los frondosos árboles Chinar (árbol sacro de Cachemira, relacionado con la diosa Bhavani) que le ofrecieron su sombra; de los humildes hogares que bajo el invierno o en época de intenso verano le dieron albergue, y donde tal vez pretendieron cubrirla con algún atuendo para que no inquietara con su característica desnudez de yogini errante a quienes la encontraban por los caminos; de las aldeas donde le dieron alguna limosna; de los templos islámicos o hindúes donde se detuvo a transmitir su mensaje y su pasión por lo divino, o por donde su total desnudez física perturbaba a la gente, de cada uno de tales elementos y de todos ellos en conjunto, ella hizo su territorio poético y espiritual. Su casta presencia desnuda, ¿alguien intentó violarla?, ¿alguno pretendió seducirla?, ¿despertaba pensamientos lúbricos?; su elevada transformación espiritual, sus cantos al amor supremo y las públicas confidencias sobre su contacto con la divinidad, los expresaba mediante cortos poemas. Así lo exteriorizó en uno de ellos:

                                               En Ti mismo absorbida, Tú seguías escondido.
                                               Pasaba el día buscándote a Ti y a mí.
                                               Cuando en mi yo te vi, oh Tú,
                                               un arrebato sin límite sucedió,
                                               en Ti y en mí.

Ella caminó sin sosiego. Caminaba y danzaba para expresar con esta dinámica corporal su experiencia de Dios. Tal danza, de origen tántrico, era otra señal de los múltiples senderos hacia Dios. Igual que Rumi el poeta persa, esta mujer necesitaba girar, fluir físicamente, dejarse arrastrar como hoja de chinar para dar testimonio, con sus palabras sencillas y populares, plenas de sabiduría, entre el éxtasis del bhakti, de su unidad con Dios modelando sus frases y sus breves poemas, sus reflexiones en voz alta entre la multitud o con quienes la escuchaban, antes de continuar su éxodo vital sin meta alguna.

Esta mujer extraordinaria se conoce con el nombre de LALLA. Lalla o Lalli significa querida.  Pero también ingresó a la historia como Lal Ded, (abuelita Lal) nombre con el cual más se ha divulgado y estudiado su obra dentro de la literatura mísitica sufí y de India. Otros nombres: Lalimai (madre Lali), Lal Arifa, Lalla Vakyana, Lal Diddi, Lalla Yogeshwari (en sánscrito), Lalishri, Lallesvari (diosa Lalla), Granny Lalla. Fue creadora en India de la poesía llamada Vatsun, Vakhs o palabra. Los vakyas son poemas de cuatro versos que con rima o sin ella, utilizan de veinte a veinticinco palabras para desarrollar el tema que tratan. La esencia formal y conceptual del vatsun es su acento de conversación interna, el diálogo interior del poeta y su conciencia unificada con lo divino, como sucedió con Lal Diddi.

En su memoria, también dan a esta forma poética el nombre de Vaks Lal. Su ascendiente literario en la consolidación del cachemir, equivale al de Cervantes en nuestra lengua o al de Shakespeare, en inglés, por la dimensión de su aporte idiomático. La lengua cachemir debe su magnitud, expansión y brío lingüístico, a la obra de Lal Ded, como resalta el comentarista de su obra, Carlos G. Pomeda, español iniciado en la orden de Saraswati: “Su poesía, escrita en el idioma kashmiri, marca un estilo clásico y su influencia ha sido tal que perdura hasta el día de hoy”.

Los vakyas son poemas axiomáticos donde yoga y shivaismo se religan con ternura y precisión para transferir una idea religiosa, una enseñanza moral o una vivencia mística. Lallimai fue una paramahamsa y se le identifica además como Paramagwaram. El secreto de su atractivo poético, a la par con sus realizaciones de la Suprema consciencia, fue traducir en símbolos accesibles al entendimiento del pueblo el anhelo humano por conocer y sentir lo supremo. Ella lo conoció. Lo llevaba consigo. Lo compartía:

                                               La Consciencia siempre es nueva.
                                               El Yo Supremo siempre nuevo.
                                               Veo siempre nuevo el  universo transfigurado.
                                               Después de purificar cuerpo y alma,
                                               heme aquí, Lalla, todavía y siempre nueva.

El goce cotidiano de la realización divina, por donde iba y con quien estuviese, bajo cualquier circunstancia, era manantial inagotable de alegría incitando a beber a cuantos quisieran escucharla. A todos los capaces de percibirla más allá de su desnudez, de los atributos físicos que poseía y podían convertirse en fatal distracción o en tántrico símbolo de la naturaleza y del mundo.  Quiso aproximárnoslo con sus poemas sublimes, de aquí que su mensaje ético-místico se dio no solo mediante el recurso de una labor poética itinerante y el vagabundaje lírico enraizado en la certeza interna de Dios, por entre gente analfabeta, sino también mediante el diálogo y la confrontación con estudiosos, eruditos y hombres sabios de una época que oscilaba entre religiosidades de dos extremos, hindú y musulmana, y que se establecía como continuidad de 5.000 años de identidad cachemir. Lallesvari lo reconoce en una de sus vakyas:

                                                      Nosotros fuimos y seremos,
                                                      de edad en edad hemos sido.
                                                      Por siempre Shiva hace nacer y hace morir.
                                                      Por siempre el sol se eleva y se acuesta.

Ella fue inspiradora literaria de los sufíes de Cachemira, por sus temas, sus ritmos, sus imágenes de introspectivas evocaciones religiosas y por su ardor espiritual. El Vatsun es un tipo de poesía breve sin patrones inflexibles ni medida estricta al versificar. Emplea metros variados. Cada unidad es una estrofa de tres líneas, seguidas por un estribillo. Semejante en su forma a las gacelas árabes, data del siglo XIV cuando Lalimai y Nund Rishi escribieron en lengua cachemir sus producciones poéticas. Las crónicas que describen imprecisas pinceladas de su vida, fueron escritas mucho tiempo después de su fallecimiento.

En alto porcentaje, su obra hace parte de la tradición islámica sufí catalogándola entre sus santas y como la más alta representante del sufismo poético de la época. La fecha de su nacimiento, improbable de aclarar, la establecen en 1320, 1335  o 1355 y su fallecimiento en 1376, 1391 o 1392. Su ciclo vital estuvo entre los 50 y 70 años, cerca de siete siglos de atrás. Esta mujer, quien a sus 24 años de edad abandonó las trivialidades y violencia del hogar donde desde los 12 años habitaba con su agresivo e ignorante esposo, fue fruto místico de dos culturas: la tántrica y la sufí.

He aquí una de las más encantadoras anécdotas de Lallimai.

Milagro y poesía, símbolos y metáforas, se fusionan en múltiples significados e interpretaciones para cada persona, de acuerdo con su nivel de comprensión. Hoy por hoy, no es mucha la gente capaz de utilizar correctamente tales historias. Entre otras semejantes, esta anécdota de Lalla ofrece la evidencia patente de la continuidad de antiguas enseñanzas conservadas a veces por simple repetición, transmitidas y valoradas, por lo regular, solo porque estimulan la imaginación o divierten a la gente en general. Al respecto, revela el sufí contemporáneo Idries Shah: “Debemos acercarnos a ellas desde el punto de vista de que pueden ser documentos de valor técnico. Es un método muy antiguo, aún irremplazable, para dar forma y transmitir un conocimiento que no puede expresarse de ninguna otra manera”. No sobra recordar aquí que la narrativa analógica sufí encubre siete niveles de comprensión. Es lo que he llamado, para mi uso exclusivo, Yoga analógica y de la cual hablé en mi aproximación a las analogías poéticas de Sathya Sai Baba, quien empleaba esta técnica con sabiduría, en el momento adecuado y para las personas que lo requerían.

Lalli, cuando en plena adolescencia aún toleraba las despóticas actitudes de su esposo y la madre de este, ambos siempre pendientes de sus acciones o sus palabras, para desaprobar cuanto hacía, aprovechaba las mañanas cuando debía ir al río por agua, y entraba a ofrecer sus oraciones en un templo de Shiva erigido allí cerca. Empleaba algunos minutos, que su devoción a veces alargaban, dialogando con las estatuas de Shiva y su consorte Shakti, allí expuestas, transformadas para ella en seres más reales y próximos que su esposo y la familia donde soportaba toda clase de humillaciones. En uno de sus poemas, Lalla recuerda:

                                                   Shiva se extiende, como fina red,
                                                   impregnando toda forma.
                                                   Si, vivo, no lo ves,
                                                   ¿cómo, muerto, Lo verás?
                    Del yo extrae el Yo, después de haber discernido.

El mantra Om Namaha Shivaya, pronunciado por los trémulos labios de la adolescente, vibraba por todo el templo de piedra, cautivando las aves madrugadoras que rondaban tan sosegado lugar. El celoso marido, ante las continuas tardanzas de su joven y bella esposa y acuciado por su madre, comienza a desconfiar de ella, poniendo en duda su fidelidad. Un día, cuando Lalla regresaba con el pesado cántaro sobre su cabeza, cargado de agua, con su rostro jubiloso por la presencia de Shiva en su corazón, y con la energía de Shakti tremolando por su esbelta figura, el esposo la esperaba babeando cólera.

Cuando Lalla se le aproximó, él golpeó su delicada vacija con un palo labrado en madera del árbol chinar, la cual cayó haciéndose pedazos. Milagrosamente el agua, esa mañana más luminosa y limpia que de costumbre, con la transparente forma del cántaro y sin derramarse una gota, se mantuvo sobre la cabeza de Lalla, quien entró serena en la casa y cumpliendo con su rutina, bajo la incrédula mirada de su suegra, llenó los demás recipientes, como era habitual. Tan pronto cumplió su tarea, vertió el agua sobrante en la parte trasera de la casa, formándose allí un estanque que se conservó hasta el siglo XIX, llamado Lalla Trag.

Los poemas de estas místicas yoginis, rebosan de vida sensual, sensibilidad, encanto  e impulsos religiosos descritos con imágenes de aparente materialidad, o de directa simbología tántrica abarcando pormenores del éxtasis divino, para mencionar de alguna manera esa pasión del alma imposible de abarcar con palabras, versos, ecuaciones matemáticas o razonamientos filosóficos y teológicos. Lalla tuvo aventajados maestros en ambas tradiciones espirituales, reconocidos por la historia hindú  y musulmana. Privilegiada mujer con iniciaciones en una y otra fe, la de Shiva y la de Alá, nació en pleno comienzo de la influencia musulmana en Cachemira.

De ella dijo Osho con admiración: “Fue una de las mujeres más bellas. Cachemira tiene las mujeres más preciosas de toda India. Lalla se desnudó repudiándolo todo, renunciando a todo. En Cachemira comentan: conocemos solo dos palabras que tienen sentido, una es Alá y la otra es Lala (juego de palabras con el fonema la). Lalla igual Dios”. Y agregó: “En India hemos conocido solo cinco mujeres que se pueden comparar con Buda, Cristo, Zoroastro, Lao Tse y Nanak. Una de ellas es Mira, cuyo nombre es bien conocido en todo el mundo. La segunda es Lalla. La tercera es Sahajo, la cuarta Daya y la quinta Mallibai”.

Cuando le preguntaban por qué iba desnuda, Lal Diddi respondía que como ella jamás había encontrado un hombre en su camino, no requería de vestimenta alguna. No sentía la menor necesidad de arroparse ni ocultar sus formas femeninas, puesto que no encontraba hombres que pudieran verle los genitales ni diferenciar su sexo. Frente a la extrañeza de quienes la observaban y escuchaban, Lalla aclaraba: “genuinos hombres solo son aquellos que tiemblan ante la presencia de Dios en todas partes. Y ella no había encontrado todavía a nadie con estas cualidades. Al despojarse de su ropa y quedar totalmente desnuda, Lallimai, ofrecía su esencialidad femenina a las disparejas miradas de quienes la encontraban. Muchos, solo observarían lo físico y se perturbarían. O despertarían su lujuria, sus deseos, los sentimientos de posesión. La desnudez ritual de Lalla tenía un valor místico intrínseco. Cuando erraba así desnuda estaba dándole, a quienes la encontraban, la oportunidad de ir más allá de la forma física. La suya era una iniciación pública, un ritual ofrecido en cualquier lugar, a cualquier persona, musulmanes o adoradores de Shiva, Kali, Rama o Krishna, fuera de los templos, entre la naturaleza, sin más secretos que la reacción del  individuo viéndola desnuda y escuchando sus palabras. Si ante la mujer desnuda no se descubre en el ser más profundo la misma impresionante emoción que se experimenta ante la revelación cósmica, entonces no hay rito:


             Un único precepto mi Maestro me ha dado:
          “De lo exterior, me dijo, entra en lo interior”
   
Para mí, Lalla, esa fue la Palabra y el Precepto por excelencia.
Entonces, desnuda, danzando me puse a errar.



Explica Pomeda: “Lalli se despoja de la ropa que lleva encima y a partir de ese momento se cubre el cuerpo únicamente con el pelo. Este gesto es muy significativo desde varias vertientes,  no solo como manifestación de ascetismo extremo (teniendo en la cuenta las frías temperaturas de la región), sino desde un punto de vista social, como señal inequívoca de sus prioridades y convicciones, y desde un punto de vista simbólico”. Resaltando dicho aspecto físico del tantrismo, uno de los más difundidos en occidente por su inquietante interacción con la sexualidad humana, el filósofo e historiador rumano Mircea Eliade escribió: “Toda mujer desnuda encarna la naturaleza, la Prakriti. Por lo tanto hay que mirarla con la misma admiración y el mismo desapego que al considerar el secreto insondable de la naturaleza, su capacidad ilimitada de creación. La desnudez ritual de la yogini tiene un valor místico intrínseco”.

Esta singular mujer, de las más trascendentales en el ámbito de la mística y la poesía universal, quien continúa viva en sus poemas reales, apócrifos, míticos o atribuidos a ella, se conoce con el nombre de LALLA. O LAL DED. En la actualidad circulan traducidos a cerca de diez idiomas, el español entre ellos, varias colecciones de sus poemas, entre 60 y 146. Su influencia literaria es equiparable a la de Cervantes en lengua española, o a la de Shakespeare en lengua inglesa. En India y Cachemira, decir Lalla es como si expresáramos Cervantes, Shakespeare. Fue Lalla quien dio su raiz, su identidad al kashmiri moderno. Su poesía y la lengua en que la escribió, son el fundamento de  dicho idioma.

 Todos sus poemas están escritos en cachemir, en estilo clásico donde la palabra popular adquiere rangos cultos y estéticos. Ella ahora no recorre caminos de la hermosa Cachemira, país que sigue sobresaliendo por el esplendor de sus montañas. Ella ahora camina por los corazones de quienes tienen la fortuna de entender sus poemas místicos, su encuentro con Dios y con la realidad. Con la conciencia universal. Mística varisaiva que perteneció a la tradición del shivaismo tántrico de Cachemira, dentro de la rama conocida como Trika, fundamentada en estos postulados:

Voluntad
Conocimiento
Actividad.
Shiva
Su Shakti
El individuo limitado.
Sujeto conocedor
Conocimiento
Objeto conocido.
Vía divina
Vía de la energía
Vía del individuo.

Su principal maestro, y en esto no se contrarían las tradiciones, fue el gran santo Yoghi Srikantha, también conocido como Sed Bayu o Sidhanath quien la inició en las enseñanzas y prácticas shivaitas. El shivaismo de Cachemira no acepta otra realidad que Shiva mismo. Nada lo limita. Solo está Él y nada más. No dualismo total. Shiva crea el universo de su propio ser, en su propio ser y con su propio ser. El ser humano es manifestación de Shiva. Toda la poesía de Lal Ded canta e invita a ese regreso, a la búsqueda de la unidad y el encuentro con la única realidad que somos. Sus poemas son el continuo recuerdo de la naturaleza real del ser humano cuando se absorbe en Dios:

                                                            Desapareció el tantra,
                                                            Y  quedó entonces el mantra.
                                                            Desapareció el mantra
                                                            Y  el pensamiento quedó.
                                 Desapareciendo el pensamiento, entonces

                                                            Ya nada en ningún lugar.
                                                            En el Vacío un vacío se ha absorbido.

Sus poemas reflejan las características propias del sentido cósmico, a saber:

 1. La luz subjetiva
 2. La elevación moral
 3. La iluminación intelectual
 4. El sentido de inmortalidad
 5. La pérdida del miedo a la muerte
 6. La pérdida del sentimiento de pecado
 7. La precipitación e instantaneidad del despertar
 8. El encanto que gana la personalidad, de manera que todos se sienten atraídos por la persona en cuestión
 9. La transfiguración del sujeto.

Cada una de estas nueve cualidades podemos encontrarlas en su poesía. Su proceso místico nos lo muestra con poemas que testimonian la vivencia de dichas características. Veamos, por ejemplo, dos vakyas sobre la muerte:

                                                   Abanico o palio real, carroza o trono,
                                                   festival o ballet o lecho cómodo:
                                                   ¿cuál crees tú que es eterno?
                                                   Llegada la muerte,
                                                   ¿cuál disipará el miedo?

Este otro, tiene la misma desesperanza de una rubuyata de Omar Khayyam. Es un epitafio para la humanidad, para quienes olvidaron que estamos de paso por este mundo. Un poema que puede convertirse en lema para recordarlo todo el día, para tenerlo presente cuando gozamos o sufrimos:

                                  Sin parar venimos, y entonces hay que volver.
                                                    Día y noche hay que avanzar.
                     Y de allí de donde venimos, ¡allí mismo hay que retornar!
                                                    Por siempre en la rueda de nacer y morir.
                                                    ¡De nada a nada! ¡De nada a nada!
                                                    Algo hay aquí que tendremos que descubrir.

Escudriñen la poesía de Lalla, pero antes deben desnudarse de todo tipo de prejuicios religiosos y sectarios, si desean regocijarse con sus niveles poéticos y místicos más íntimos. Léanla en diversas traducciones si es posible, puesto que las versiones al español varían mucho de un traductor a otro, de acuerdo con la cultura y el conocimiento de India que estos poseen.

El tantra shivaita de Lal Ded no es aquello que, hoy por hoy, muchos conciben como tantra: sexualidad trasgredida, amasijo de cuerpos, lubricidad incontrolada. El tantra siempre lo han entendido muchos como terapia sexual y esto se debe a las ideas que salieron del Instituto Esalen de California. Tantra no es solo sexo, según muchos lo consideran y quieren entenderlo para darle justificación a su desbocada sexualidad.

Es una sagrada y delicada tradición mística que pretende, a través de diversas prácticas arraigadas en una milenaria tradición sicológica, fisiológica, emocional e intelectual, integrar al ser humano en el cuerpo cósmico y vibrante (spanda) a través de la meditación, cierto tipo de danzas, el ritual de los cuerpos y energías femeninas y masculinas,  una serie de visualizaciones y el arte de tocar, acariciar y sentir el propio cuerpo o hacerle sentir el suyo a nuestra pareja.

El shivaismo tántrico de Cachemira acepta las experiencias sensoriales y emocionales. Se experimenta todo desde la plenitud del ser vivo, espontáneo y libre de condicionamientos. Consiste en estar atentos y presentes. La sexualidad es un elemento de todo ello, como producto final o secundario de aquello, mas no como punto de partida. Las yoginis de la talla espiritual y poética de Lalla, hablan sobre la dimensión infinita del cuerpo. Es básico como práctica concreta, el aquietamiento de la respiración. Aquí insisto sobre el efectivo, precioso, sencillo pero fundamental ejercicio de Ekantha Bhakty que señalé en mi  lectura anterior sobre Sai Baba, quien lo recomendó a sus devotos.

Lallesvari, con uno de sus poemas que bien podría pertenecer a la tradición zen, nos invita a redescubrir cada momento el milagro de la vida:

                                                    Todo es nuevo para mí:
                                                    la mente, la luna, el sol.
                                   El mundo entero parece como lavado con agua,
                                                    lavado con la lluvia de Yo-soy-Eso.
                                                    Lalla brinca y baila dentro de la energía
                                                    que crea y mantiene el universo

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UMBERTO SENEGAL  Umberto Senegal nació en Calarcá, Quindio, Colombia. Poeta, cuentista, ensayista, educador y editor. Director del Centro de Estudios Robert Walser (Calarcá, Quindio, Colombia). Licenciado en Español y Literatura. Ha colaborado con múltiples periódicos y revistas de Colombia y otros lugares del mundo. Sus haikus han sido traducidos a 12 idiomas. Integra numerosas antologías y es fundador y presidente de la Asociación Colombiana de Haiku, Coordinador del Centro de Estudios Bizantinos y Neohelénicos Miguel Castillo Didier y Codirector del Centro de Investigación y Difusión del Minicuento Lauro Zavala. Ha ganado numerosos premios literarios y ha publicado más de veinte libros de poesía, minificción, cuento. haiku y ensayo. 

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