lunes, 19 de enero de 2015

HELENA ERIKSSON [14.532] Poeta de Suecia


Helena Eriksson

(Nyköping, Suecia   1962)

Reside en Gotemburgo desde 1980. Estudió filosofía. Dirigió la revista literaria Ord & Bild. Su primer libro apareció en 1990. Su poesía se inspira en películas, imágenes y otros textos. Construye sus palabras, como un juego: piedra sobre piedra hasta llegar al poema. Recibió en 2008 el premio que otorga anualmente la radio sueca. Ha escrito cuatro libros.






Selección de poetas suecos, por Hebert Abimorad.




Sus labios cuando leía
su rigor. Sabía que ella tenía frío 
Yo sé un secreto acerca de ti 

te sientes segura, no sabes mi secreto 
Aquí voy a pensar en Chandler 
Abrí el abrigo     un cielo de murciélagos 
voló más allá de este abismo 

Decidí en el camino 
por delante de la barraca pasó un extraño viento
Me miraban con incredulidad - no era nada 
a tener en cuenta, un extraño viento 

era su dominio, ahora también el mío y 
a ellos no les gustó   lo sabía 
intentó alterarme con defectos
trataron de acusarme 
Era mi dominio
Te pusiste en mi camino 
De repente, mi inquietud tomó una dirección diferente 
y comencé a correr   me agarraste del pelo 
pasaban centelleando todas las imágenes vistas en películas 
Pensé en Chandler y empecé a correr 
me sacaste el abrigo 
corrí hacia el suroeste, a través de Rosebery Avenue, 
Teobaldo's Road, New Oxford Street 
hacia el sur a lo largo de Charing Cross Road, por delante
de Cambridge Circus, para terminar en Trafalgar Square en el momento
que el sol de la tarde estaba entre las casas de Pall Mall, 
invité dos personas cualquiera sin techo a cada uno Cohiba, fumé uno
y lo mismo admiré su perro  
que se acostó y durmió debajo de un abrigo
me permitió luego absorberme lentamente 
en las sombras y al anochecer 

fue lo lírico, entre todo los demás, pero ahora 
estaba el cuerpo cansado, agotado,
sin su compañero 
las letras al descubierto, sin piel, y tuve 
remordimiento por todo en estos últimos rayos 
pero me permitiste descansar, es decir, no me buscaste
y nadie respondió el teléfono 
Te extrañé, pero no tenía nada que hacer con respecto a la cosa

en la pared se mueve la luz sombra clara, como un lápiz
llevado por un invisible 

alguien  escribe 
alguien canta, alguien se acuesta
alguien no encuentra una prenda en el North East, 
Ángel


de Logiska undersökningar
   Bonnier 2009





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