miércoles, 29 de octubre de 2014

HILARIO CHACÍN [13.886]


Hilario Chacín

República Bolivariana de Venezuela, Nación Wayuu


Nació en Paraguaipoa, el 5 de noviembre de 1972. Poeta, cuentista, historiador, educador y actualmente cronista oficial del Bilingüe, de la Universidad Mayor San Simón, de Bolivia, con diplomado en Participación Política de los Pueblos Indígenas de la Universidad de Chile. 

Ha publicado obras literarias tales como: Lírica y narrativa desde una Visión Wayuu, el poemario Los hijos de la lluvia; Semántica y etnomedicina Wayuu; La cocina Wayuu; Memoria, Rituales y Símbolos. 

Ganador del Premio Internacional Antología Poética 2009, con la obra Asiraa-Risas galardonada por la Universidad de Arizona, Estados Unidos,la cual fue publicada en el volumen Ahani: Poesía de las Américas Indígenas, y traducido a varios idiomas. 

Ha tomado parte en la Feria Internacional del Libro en Quito, en la Feria Mundial de Poesía en el VII encuentro de Escritores Guajiros Oralitura y Literatura Indigena: la primigenia voz de la indianidad (El Molino, Departamento de la Guajira). 




El manifiesto del cardón

Le dije a la brisa:
Id y llevadle mi mensaje
A los niños y jóvenes
De esta tierra irredenta.

Han dejado de jugar con mis brazos,
Han dejado de comer mis frutos,
Han dejado de lavar sus cabellos con mi corazón.

Antes se alegraba la casimba.
Ver miles de niños jugueteando en ella.
No entiendo, ¿por qué me abandonan?





Hermano cactus

Legendario cactus candelabro de brazos morenos
¡Cuánto admiro tu fidelidad, hermano!
Han pasado miles de siglos y permaneces fiel 
A la tierra de nadie. Eres nervudo y valiente 
Guardián de las aves multicolores. 
Eres símbolo de grandeza, generoso para los humanos
Eres del tótem milenario de los bardos Uliana.

Escuchas el silbido de Waneetu’unai, el de fuego fatuo,
El canto de Pulouii, y el aletear del intrépido picaflor
Que roban el perfume de tus flores para obsequiársela 
A la mariposa hija de Juya-lluvia.
¡Cuán hermoso sería, si me enseñaras tu secreto de longevo 
Para ser como tú, jovial, leal, constante y hospitalario!
Eres audaz, vigoroso y enérgico.






El inmortal Colón

Koouuuu brama la nonagenaria a media noche
Un grito de rebeldía con el primer canto del gallo,
tiritando el talismán con la talega
En el vértice de una orqueta.
¡Cristóbal Colon volvió!, ¡levántese mis hijos!
Hay fusiles y cañones en la enramada
Volvieron las pólvoras de los genocidas,
Ya no andan en embarcaciones de vela,
Ni en caballos, su periplo ya no es por el mar, 
Están vestidos de verdes y con fusiles en mano,
Fal, metralletas y tiunas nos husmean,
Nos quieren despojar de nuestras sementeras
Sedientos e inicuos, desmesurados y opresivos
¡Levantaos mis hijos! Se acerca el trance.

Avisto a través del chirinche 
Luces que se apagan, fuerzas que se debilitan,
La vieja luciérnaga con su rostro
Tiznada de sangres inocentes.
Hay caballos blancos emplazando 
Bozales en la boca de mis hijos.
Alas quebradas y atadas desaforadamente. 
¡Váyanse de aquí malignos! hace más de quinientos 
Años estuviste, y fuiste derrotado con imalaa,
Fuertes y unidos éramos.
Cristóbal Colón y el general Reyes volvieron
Están en las calles, en el río, en el mar, en el puente,
En las pampas, en los cuarteles en las veredas,
En todos lados nos acechan para
Aniquilarnos y profanan las tumbas de mis antepasados
¿Cuándo perecerán? Hoy mi alma iracunda canta rebeldía.






Pájaro carpintero

Corta que corta
El pájaro carpintero,
Su hacha cruel acecha la flora
De mi hermosa Guajira.
Corta el cardón de brazos morenos,
Corta el cuji de hermosas cabelleras,
Corta la caraña de manos perfumadas,
Corta el palo brasil de piel arrugada,
Corta el dividivi de piernas resecas,
Corta el yabo de vestido verde,
Corta el caimito el niño malcriado,
Corta la peonía, la piernona y obesa.
Y en defensa de todos sale el
Indio desnudo disparando al pájaro
Carpintero con su flecha.
Lo intermedió palo santo
Y se calmó la contienda.


http://www.festivaldepoesiademedellin.org/es/Revista/ultimas_ediciones/98-99/98-99.pdf




ES SER WAYUU Y EL DISCURSO POLÍTICO

La gran riqueza de un wayuu es su preparación en lo moral, en lo ético, en lo religioso, en lo político, en lo cultural y en lo social que le fue inculcado por sus padres, abuelos, tíos desde muy temprana edad a través de la oralidad y de la educación propia. Ese adiestramiento es lo que va moldeando su conducta, su forma de pensar, su forma de actuar hasta su forma de caminar.

El wayuu es un ser individual, miembro de una colectividad, que comparte las vivencias, el espacio geográfico y los conocimientos propios, las normas de convivencia. El valor más importante que se le inculca al niño es el kamanewaa, es la riqueza más grande del wayuu. El kamanewaa, no es simplemente ser afable con los demás, sino que va más allá de eso, tiene que ver con la solidaridad, la hospitalidad, la reciprocidad, la igualdad, la equidad de genero, la buena convivencia, por lo tanto es un wayuu washirü, (wayuu rico), esto no se debe interpretar como las riquezas materiales e tangibles como ocurre en la cultura alijuna, sino que son bienes abstractos. Además de ser un wayuu washirü, es un wayuu laülaa aa’inchi, que consiste en el grado de madurez sin importar el genero que sea. El wayuu laüla aa’inchi o wayuu laüla aa’inrü, saluda desinteresadamente la persona que llega a su casa, bien sea un anciano, un mozo, un discapacitado. Esta práctica difícilmente hoy día son practicadas por nuestros jóvenes, ahora se esconden cuando ven llegar un anciano y si es un mozo que está muy bueno salen a atenderlo, le sonríe, mueve su cintura y comienzan a hablarle.

Cuando no hay este tipo de preparación, surgen muchos antivalores conocidos en el seno del hogar y de la comunidad como: pülaa aa’in, ser pretencioso, je’iyeeraa, la mezquindad, no sabe compartir con sus vecinos y la persona que los visita, cuando lo consiguen cocinando apaga la leña y no come hasta que no se valla la visita.

Además está otro anti valor mojutaa atuma wayuu, no valorar a los demás, el irrespeto hacia los demás, reírse o mofarse de alguien bien sea porque se viste mal, o por cualquier causa, esto va acompañado del aturawaa, remedar en forma burlesca a una persona. Maapüliraa, no tener vergüenza, puede insultar a quien sea sin importar su condición, pelear en la calle, es una persona poco cautelosa e imprudente y esto se resume en una persona mojusu, (pobre de mentalidad), wayuu unatsü) que no se sabe de donde proviene) wayuu jalanta o’ulirü) persona arrastrada, wayuu una’ainküinjatü) persona montuna, que no tiene ni la misma formación en su cultura.

El wayuu que recibe una formación desde muy temprana edad es un wayuu kekiishi, tiene cabeza para pensar, posee mucha inteligencia, por lo tanto valora lo poco que tiene y los hace multiplicar a través del esfuerzo, el trabajo, el sudor, como por ejemplo logra poseer muchas cabezas de ganados, conserva las joyas que le heredó sus antepasados, construye su casa y enramada, la persona mojusu no tiene enramada ni casa, el wayuu anashi, aprovecha la temporada de lluvias, siembra, le da alimento a sus hijos, la familia, y la comunidad…….mientras que los wayuu mojusu o una’inküinjatü no asienta su cabeza mekiisalü (acéfalo) por lo tanto no piensa en criar ganados prefiere vivir pidiéndole al vecino, la leche de las vacas, las cabras…..es haragán para sembrar así tenga buena hectárea de tierra, prefiere optar por el facilismo, no quiere a su gente, le gusta que le den pero no sabe compartir. Le da envidia al otro cuando lo ve surgir, y le hace la guerra para destruirlo.

Cuantos wayuu una’inküinjatü (pobre de mentalidad, sin proyecciones, poco socialista), persona je’iyerü (mezquina, ávaro) y personas jalanto’ulirü (pie arrastrada), wayuu malasü persona una’tsü (caminante que no sabe su procedencia), todo esto se resume en una persona malasü bobo en otro sentido. Por ejemplo en el mundo de la política indígena de Venezuela, tenemos de todo un poco que poseen cargos relevantes, Ministros, Diputados (as), Gobernadores, Alcaldes, Concejales, Voceros de los Consejos Comunales, y wayuu que trabajan en las instituciones del estado, es por ello que no conseguimos, ni siquiera un tanque roto para depositar la basura cuando le pedimos una ayudita, se olvidan de la solidaridad, la reciprocidad, la generosidad. Solo piensa en su beneficio propio, de tener un carro lujoso de ultimo modelo, beber el wisky mas caro del mundo, menosprecian al que tiene menos, porque no se viste igual que él, cuando le dan la mano para saludarlo, al cabo rato mete su mano en la cartera y se lava las manos con jabón liquida antibacterial porque es un wayuu kalerasü o kalerashi, que le da asco a sus paisanos, practica heredada de los criollos o alijunas que denigran al indígena, mientras que para las temporadas electorales es otro panorama que se vive, muchas promesas, te llevan en carro, te traen mega jornadas, los camiones cisternas te echan agua en los tanques entre otros.

Escuchaba un anciano wayuu, quizás indignado por la situación en que vive la Guajira, yo no quiero votar por un gobernador, alcalde o concejal que sea wayuu, yo prefiero un alijuna y le dije: ¿pero porque mi viejo? Y me respondió porque el wayuu cuando asuma el poder, lo primero que piensa es comprarse un carro lujoso, muchas prendas de oro, y una pistola para pisotear a los demás, se olvidan del pueblo, en cambio el alijuna echa números y cálculos sabe cuanto va a robar y cuanto le va a dejar al pueblo para disimular. Habría que analizar este punto de vista del anciano.

Hilario Chacin








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