miércoles, 1 de octubre de 2014

EDUARDO CABEZUDO [13.524]


EDUARDO CABEZUDO 

Lima, Perú 1981, nació y creció en el distrito de Barranco, a pesar de su inclinación hacia las letras estudió la carrera de Farmacia y Bioquímica en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, sus textos figuran en páginas web literarias, así como en fanzines y revistas. En mayo del 2012  fue invitado a formar parte del Grupo Parasomnia, agrupación de difusión poética, con quienes publica la antología Al otro lado del verso (Elefante editores) en marzo del 2013, se separa de la agrupación en agosto del mismo año. Fue seleccionado para formar parte de la antología Vox Horrísona: Muestra de poesía última peruana (México 2013) que fue presentada en el IV Festival de poesía de Lima. En enero del 2014 participa del festival y la antología Enero en la palabra y en julio del mismo año en el Festival Caravana de poesía Lima – Cusco. Acaba de terminar de escribir lo que será su primer poemario publicado, titulado POSTUMA(mente).

Eduardo Cabezudo, es una de esas nuevas voces que está abriéndose paso en la literatura peruana actual, fue parte importante del colectivo "Parasomnia", grupo dedicado a la difusión literaria, con quienes participó en diversos recitales dentro del circuito literario y en colegios también. Aparecieron en ese sentido sus textos en diversos medios incluido un libro, "al otro lado del verso", donde nos deja un rastro de su poesía, que debiéramos seguir. Esperando todos quienes lo leemos que pronto aparezca su libro que está en proceso de finalización. 




UN PUNTO

Un punto
Una esfera acuosa
La matriz del orden
Donde nacen las plumas
Los picos
Las garras afiladas que se posan en los postes
Los ojos de tres párpados que vigilan la carne

Un punto
Que contiene al que lo precede
La pupila negra devoradora de humores
El fluido que marca su pasajera estancia
Huella oscura irreemplazable
Sombra que hace las veces de cuerpo
Luz que hace posible la sombra

Un punto
Aun mayor que aquellos dos
Una lengua que quiere desterrarse
Que huye a tientas del cuerpo sediento
Con el miedo en la inserción de los nervios
La ira que se escurre resignada a derramarse
Como un rastro
Como la única memoria con que cuenta el sufrimiento
Con la resignación siendo el único camino
Y el pensamiento corriendo a la aventura

Un punto
Que lo contiene todo
Inmenso como universo
Sin cadáveres ni asesinos
Sin hambrientos ni explotadores
Sin lobotomías ni psiquiatras del siglo XX
Sin llantos frente al espejo ni violadores
Sin desapariciones ni dictaduras
Sin gritos ni damas de hierro
Sin esclavos ni conquistadores
Sin poderes sometidos ni poderes establecidos
Sin entrañas que se desangran ni destripadores
Sin ciudades en ruinas ni naciones hegemónicas
Sin diezmos ni bienes raíces en el paraíso
Un punto solamente
Sin pecados ni confesores
Pero repleto
De la más densa indiferencia divina.





POSTUMA(mente)

A usted que ya está muerto
Me dirijo para que se honre
Y nos honre con su silencio
Han andado tanto sus palabras
Que se han ganado a pulso
La paz que se apiña en la madera

Sin embargo
Nos esforzamos todavía
Cada uno por su cuenta
Cada quién en su momento
En hacerlas andar a las patadas
Para graduarnos de huaqueros postmodernos
Beber chilcanos directamente de su cráneo
Dar por consumada
La eucaristía del incomprendido

Quiero decirle lo mucho que sufro
Por usted y por sus niños
Cada vez que remueven su sepulcro
Para llevarlo en procesión

En el camino de ese tumulto informe
No sé si temer por ser devorado vivo
O llorar por el color de sus dientes
No sé si tomarles una foto postal
O invitarlos a sacrificarse por la ciencia
No sé si censarlos, dispersarlos, abrazarlos
No sé…
Creo que ellos tampoco saben
Tal vez usted tampoco

La capacidad de decisión es un derecho
Del que pocos muertos pueden presumir
Aunque a veces
La suerte espera a la muerte para empezar a sonreírnos
Le harán creer que éste es su caso
Nada más lejos de la realidad
Su caso es el del abuelo al que no dejan morir
Para que siga cuidando a los nietos
Su caso es la interpretación de los otros

Que lo libre la tierra de la tentación
De poner los pies sobre su cabeza
Que lo libre de inhalar el aire que otros exhalaron

Líbrese de este razonar
De esta necesidad de traerlo de vuelta
Líbrese de los polos estampados
De los recitales en honor a usted
Líbrese de las antologías
De los premios que bautizan con su nombre
Líbrese de las nuevas ediciones de su poesía completa
De los libros que compilan a la nueva generación de poetas
A quienes nadie llama pero que siempre aparecen
Líbrese de sus herederos
                        De las ferias del libro
                        Y de sus homónimas salas de lectura
Líbrese del plan lector de las escuelas
                        Y de los alumnos obligados a leerlo
¡Líbrese por favor!
Adentrémonos en el hoyo
El esfuerzo valdrá la pena
¿No se da cuenta
Que hoy les vale mucho más
Estando muerto?






COTO DE CAZA

Salgo
Salgo a la caza
Salgo a sublimarme en el tabaco y demás hierbas
A cocerme en el calor de mis propias armas
En los ojos que parpadean calaveras
De color grosella y húmeros negros
A perpetuarme en la elástica noche

Rueda una cabeza
En la Plaza San Martín

Ruego
Que no me rebanen la agonía
No me quiten el veremos
Ni el tacto de la piel de ese pubis desnudo
No sequen los licores de su cuello
Que me guío tan solo por mi olfato
Y llevo bajo la lengua el sabor del extravío

Rueda un corazón y una cabeza
En la Plaza San Martín

Arrebatándome las estrellas de entre las piernas
¿Dónde nace esta alfombra de piel
Y de tinta y de polvo?
¿Dónde es que escondemos tantos dulces funerales?
¡Tantas capillas tan ardientes!

Rueda un sexo y un corazón y una cabeza
En la plaza de los mutilados
Tibios en el camino de la piedra
Para estrellarse en la áspera puerta
De una mañana gris azulada verdosa

En el umbral
Cubriré las heridas de la presa moribunda
Con la lengua que se agita en otras bocas
La presa llevará
Las muñecas dislocadas por el peso de sus dedos
Viviré suicidándola a plazos
Una sola noche
En la última de las horas

Rueda una cabeza
En la plaza de los santos sin apellido
En el coto de caza
Y los perros
Postergados en el lamer de sus orificios

Volverán para perseguir su carne.






CONTAMINACIÓN CRUZADA

Al poeta del sombrero chino y
a todos los grandes poetas que nunca conoceremos

Nunca había visto a nadie
Llorar en un recital de poesía
Así como nunca he visto a un poeta
Negarse a leer sus poemas
Así como nunca logro adivinar
El momento exacto en el que termina
La lectura de un poema sea cual sea
Y por lo tanto
Nunca sé cuándo empezar a aplaudir
En este son musical
Del apláudeme que yo te aplaudo
Invítame que yo te invito
Reséñame que yo te reseño
En mi blog de literatura hipster vegana
Y aunque Segundo Sanchez
Él
Con su metro ochenta y nueve
Pero sin permiso de su esposa
Para leer en esta mesa de voces poco usadas
Me diga que la espiga será por fin espiga
No me quita de la mente
Lo parecido de este magno evento cultural
A nuestra noble poesía peruana
Con un poeta acongojado hasta el llanto seco
Por la acidez visceral de sus propias letras
Y un grupo de vates consagrados
Escondidos en el salón vacío del bar
Mientras nosotros
Los viejos poetas del futuro
Leemos ilusos nuestras hojas bond de corte A4
A un grupo de treinta pares de oídos abiertos
Con caras de alumnos beckerianos
Preguntándose si es esto lo que les han prometido
O acaso se pasaron de paradero
Suena un timbre
Segundo Sanchez me dice
Me voy porque mi esposa me ha llamado
Si encuentras las bolas del dragón
Pídele que me devuelva mis bolas
Ojalá y fuera tan fácil
Como separarse de un cariño que quiere para ti lo mejor
¡Qué fácil es perderse en el nihilismo mágico
Confundido con alpinchismo terrenal!
¡Qué difícil la difusión con confusión!
La contaminación cruzada
Eliminar los gorgojos del sistema límbico
De nuestra literatura
Coger por las patas traseras
A todo lo que en nosotros sea carne
Y sacudirlo con todas las fuerzas
Hasta que nazcan versos de piedra sin complejo de culpa
Este es el punto de partida del tierrafirmismo
Nada de botellas de alcohol colgando de maletas y carteras
Nada de procesos sanitarios
Pura profilaxis sin praxis
Cada mano será el mismísimo ente patógeno
La plena resistencia bacteriana
La risa cachosa en el velorio
Frente al dramático llanto de cantina
Y un adiós que orbita en la lengua a cada segundo
Adiós Segundo Sánchez
Que seas feliz en Chiclayo, Chamayo o Chachapoyas
Que vendas todos tus libros de Pessoa
Y que vuelvas
El día previo a tu consagración como voz del futuro pasado
Acá seguiré con el lodo hasta los tobillos
Y las uñas llenas de extinción
Un barco acorazado que avanza en tierra
Un marginado del cielo sin perdón

Un viejo poeta del futuro.




RETÓRICA

El poeta estiró la cabeza
Porque él nunca gira su cuello
Levantó la pierna
Se ha masticado la sarna en su fálico orgullo
El poeta se sienta bajo un platanal
Y cree teorizar sobre lo que es poesía
Escucha ladrar a un perro
Y quiere callarlo con la mirada
Se conmueve ante dos piernas abiertas
Como con el olor de una azucena quemada
Llora y se revuelca de angustia
Porque esto nunca terminará en un poema
El poeta es un pobre cualquiera
A la mitad de una grey de seres especiales
Que se devoran libros de autoayuda
Eructan mantras y fermentan rencores
El poeta no se cree poeta
No escribe poemas sino crisantemos de fuego
Lleva una estaca sujeta a su mano
Y mientras escribe
La sacude hacia el cielo
Una y otra vez
Una y otra vez
Una y otra vez
Pero nunca una más
Porque eso… Eso sí sería un pajazo.





A LOS QUE NO

Olviden todo lo que han oído
Vengo a negar el nombre de poeta
Que si escribo en verso o en prosa
O según como el ánimo me embista
Pero que no escribo poemas
¿Que si intento?
¡Claro que intento!
Se me agrieta a diario el papel y el piso
Porque escribo de pie y a mano y viceversa
Pero un tratado de límites me contiene
Mi triángulo no es ni marítimo ni terrestre
Mi triángulo es un pozo donde se pierde todo
El poeta y la poesía
Que está en todos lados dicen
Claro... en todos lados donde se le vea
Menos en mí que no soy poeta
Ni en mis textos
Mis monstruos
Mis ochenta millas marítimas
Mis argumentos de diferencia
Mi sangre vendida a los parias
Mi alternative trash performance
Mi v i d e o f o t o p o e s i a c h i c h a f u s i o n
Mi dialéctica suburbana
Que no me atrevo a llamar por su nombre
Porque me falta esa conchudez que abunda
En dos noches de pisco en el Queirolo
En esa oclusión de ideas
Que me deja la lengua con sabor a menta
Y un cordel de clavos en la garganta
Aun así hermanos y hermanas
Hubiera sido lindo darles el gusto
Darles un cuerpo para patear hasta el cansancio
Pero me acorta el horizonte de miradas
La ineptitud de sus patadas
Apunten a la ingle o al cuello ¡Carajo, de una vez!
¡No le digan a nadie que no parí ni un grito!
Solo he venido a leer textos
Solo textos
Solo neurosis contenida
Solo catarsis de viaje en combi
Solo la raíz de todos mis traumas
Solo la lacra de esta nación sexista
Solo quiero que me escuchen mis amigos
Que tomen un par de tragos y regresen por la puerta
Pero no se vayan sin aplaudirnos
Justifiquen este evento
Que el dueño del bar nos está mirando
Alberguen la posibilidad de que algún día
En un universo alterno
De una reencarnación salvaje
Un día de eclipse solar en el que perezca
La última cucaracha virgen de un planeta parecido al nuestro
Un poeta de izquierda abrazado a uno de derecha
Vengan a mi encuentro gritando
“¡HERMANO NUESTRO, HAS VUELTO!”






TIERRA FIRME

Hoy he leído casi dos páginas
del libro de un poeta místico
y me he reído como quien ha llorado mucho.
Alberto Caeiro (Fernando Pessoa)

No puedo andar por ahí
Hablando todo el tiempo de la poesía
Conjeturando ante todos
Sobre su existencia infinita y omnipresente
Ni puedo describir un tema suficientemente digno
De formar parte del atado
Que ensamblan los textos paridos
Por el manojo incontable de dedos curiosos
Buscando despegarse de los años
¡No!
Yo no quiero despegarme de los años
No quiero ser el fruto
O sumidero de un campo imaginario
Regado de alteraciones surrealistas
Quiero una realidad que se aparte tanto de la poesía
Que termine llegando a ella
Quiero un punto de partida que esté lejos del plano
Que abarca a todos los demás puntos
Quiero una poesía sin dimensiones
Es más
Ni considero necesario hablar de qué es lo que quiero
(Miren bien lo que me hacen hacer
O en lo que dejo que me involucren)
Déjenme partir este escrito
Cada cierta cantidad de palabras
Para seguir con el tema
Decirles que no hay figura más feliz
(O que se aleje más de lo infeliz)
Que la que parte de la misma tierra
Lloraría de emoción ante un poema
Que se levante lleno de lodo para mirar al cielo
Sin renunciar al contacto con el suelo
No porque sea una forma digna
Sino porque es la que me hace feliz
(O tal vez menos infeliz)
Pues yo a la felicidad solo la he visto de lado
Yo disfruto de la felicidad de quedarme solo
Aunque no lo parezca
Disfruto de la ventaja de compartir un desayuno
Tan solo con mis dedos y mi boca
Disfruto de mantener la vista dirigida a cualquier lado
Y capturar un paisaje siempre virgen
Disfruto todos los días de pararme sobre la tierra firme
Y sin embargo
¿A quién le importa lo que se hace de mi disfrute o de mi aversión?
Digamos mejor que
Si no encuentran un motivo de fuerza para hacerme hablar
De nubes que entrelazan los dedos en el cielo
Dioses que se coronan en solsticios o equinoccios
Vómitos y flemas que nacen del espíritu
Entonces
Por favor déjenme seguir hablando del hombre
Y de lo que buenamente crea o pisa
No porque le tenga fe
Sino porque es lo que me hace feliz.





POLVO

He llegado tarde
Demasiado tarde
Segundos más segundos menos
Pero tarde
Sin entender todavía
El concepto exacto
De lo que es el tiempo
Ni quitarme de la nariz
El olor a polvo
De los que marchan adelante
Y este polvo
Que sería más alegre
De contar con acepción sexual
O mucho más triste
Si se posara en una tumba
O mucho más serio
De ser escama humana
O mucho más sincero
De ser una nube oscura
Que se meta a la fuerza
En cada orificio humano
Y en cada circunvalación del seso
Para hacer de la poesía
Un peligro latente para la vida
Como se le conoce
O un reto sonriente
Para las bases de la muerte
No exagero
Verdades y mentiras
Hacen tours en la ciudad
Pegadas a la suela del zapato
Pero en el calor del polvo
No hay sinceridad sin riesgo.









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