domingo, 5 de octubre de 2014

CHEMA GÓMEZ HONTORIA [13.558]


Chema Gómez Hontoria

Nacido en San Lorenzo de El Escorial en junio de 1970. Dicen los que le conocen que desde pequeño tenía una gran afición por la literatura y que pronto empezó a escribir poemas. A él le gusta decir que una noche se le apareció el espíritu de Arquíloco de Paros que huía de alguna batalla ya sin escudo y sin lanza. Arquíloco obligó a Chema a ser poeta y Chema obedece este mandato solo de vez en cuando. De joven ganó varios concursos literarios, más de prosa que de poesía debido a que Chema le haza más caso al espíritu de Gómez de la Serna, mucho más moderno y simpático que Arquíloco sin duda. Aun así en 2013 publicó su primer poemario (Vértigo Idóneo), participó en alguna que otra antología y hay textos suyos en revistas con Acantilados de Papel, Oriflama y participa en varios recitales. También es coordinador del taller de Creación Literaria del Ateneo Escurialense desde 2008 y creador y director de la revista online www.elecodelasierra.com. Podéis conocer más de él en su web www.chemagomez.com e incluso contactar por twitter @gohonchema 




MIRA

Aquí estoy,
ya lo ves,
hecho todo un poema.




LABADAB DAB DAB LIFE

Son canciones de otro tiempo,
pico y pala al corazón,
miradas cómplices de algo,
estrellas que caen de punta
cada vez más.
Con esa canción vuelves tú,
o tú llorando borracha
abrazada a mi cuello.
Con esa canción volvéis
a bajar la colina borrachos,
corriendo a clase de mates,
que la Faraona no perdona ni una.
Y los últimos acordes,
suben al cielo contigo.
Son canciones de otros tiempos.



COMO UN GATO

Te observo altivo,
desde lo alto del árbol,
no tengo vértigo,
ni miedo a caerme. 
Observo tus juegos,
tu indiferencia fingida,
y me da igual,
yo soy muy feliz
en lo alto del árbol
Pero aunque solo imaginases
que quieres bisbear,
saltaría desde arriba,
sin miedos,
sin vértigos,
moviendo el rabo con alegría,
me recostaría en tu regazo,
de caprichosa indiferente.



HIJAS DEL COLACAO

En mi mano,
dicen
las quirománticas baratas,
está escrita la muerte,
rápida,
inmediata.
Yo sigo viviendo,
a cada instante
esperando morir,
o no,
hoy o mañana
entre sonrisas, besos
y pechos voluptuosos
hijos del colacao.




CADA VEZ

Como un pez,
te escurres,
cada vez,
que ocurre,
y ya, tal vez
ya,tal vez
ya,tal vez, 
me aburre



DE LA MANO

Dame tu mano,
ven,
crucemos el semáforo
ahora que está verde.
Subido al muro
de la Iglesia de San José
gritaré que te quise,
los vecinos curiosos
escucharan atentos,
mientras que otros
hace ya tiempo 
que han llamado a los loqueros.
Pero no vendrán,
están demasiado ocupados
esta tarde contigo.
Venga,
dame tu mano,
ven,
crucemos el semáforo,
ahora que está verde.
Sentado en las escaleras
viejas de la estación,
viendo pasar los trenes,
viendo pasar el tiempo.
Paseando al lado
del león rosa de la plaza,
mientras el cielo
festivo se ilumina.
Vamos, dame tu mano,
ven,
crucemos el semáforo
ahora que está verde.


NO ES PECADO QUERER SER FELIZ

La figura sosegada,
como la casa,
impasible de las machotas,
observa
desde su fraile en el pico,
desde su roca final,
el aire que refresca,
que alivia a la santa
que medita,
suspira,
sin ser notada,
sentada,
en la piedra,
liviana. 



LA ANTIGUA RECETA.

Sent Soví hacía ordiarte con leche de almendras,
 le añadía sal si no tenías fiebre.
yo lo prefiero con cebada,
ya lo ves
soy así de raro.
Tan raro que me solivianto al ver como nos roban,
nos engañan, nos manejan,
se aprovechan de que somos corderitos
que prefieren el ordiarte con leche de almendras.
Prefieren verlo todo desde casa,
mientras los bárbaros no llamen a su timbre,
mientras no les toquen el ere, ni el salario,
el borbón ladrón de turno les da igual,
que se rían de lo que han prometido,
que estén felices, como si acabasen de volver a ganar una guerra.
Nos da igual,
mientras no se lleven nuestro sofá,
y sigan haciendo el ordiarte con leche de almendras.



BALADA DE LOS MARINEROS 
DE LA CIUDAD SIN MAR

Quemando barcos no botados,
 para no llamarme cobarde
 al malvivir sin intentarlo.
 Quemar los barcos, inventarlos,
 sonreír viendo como arden,
 quimeras de loco enamorado.
 Asegurarse de estar sentado
 en el lado bueno de la barca,
 que de todas las flechas que llueven
 sean enemigas las que matan.

 Y soñar mientras navegas
 con Dédalos que enhebran caracolas,
 y se esconden de Minos humillados.
 Soñar mecidos por el piélago,
 con oros del indio ya gastado.
 Grandes palacios, ya solo piedra,
 el orgullo de gente que ha huido,
 y ha vuelto triunfante, navegando.

 Despertar, ver, sospechar
que ya no se necesiten porqueros,
que no quede nada por descubrir,
ni sirenas cantoras en el mar.




ENCONTRAR LOS AÑOS PERDIDOS

Tal vez no saber
si el equilibrio es
lo que no nos respeta
en los días de lluvia,
entre gatos relamidos,
que sueñan con sardinas
brillantes de un mar
que no conocen.
No lo sabemos,
y caminamos,
con los ojos cerrados
pisando cristales,
restos de fiesta arruinada
de amigos perdidos,
despedidas en la puerta
de sucios urinarios
compartidos entre risas.
Tu sonrisa de triunfador
al salir de aquel antro,
que era la misma,
sí, era la misma
que te dibujaron en el tanatorio
el día siguiente.

Son así crueles los años
de juventud perdida
entre ojos que te miran,
falsas expectativas.
Y  proyectos soñados
entre colillas, holas y ron.
Salir de casa sin saber
si encontrarás alguien,
sin ganas de pasarlo bien,
por no decir soledad.

Buscar sus ojos,
los ojos sin mirada,
entre el humo de cigarrillos,
pitis furtivos,
que nunca eran tuyos.
Resetear el alma,
no resignarse.
Abrir los ojos,
los ojos que nos cerraron.




YA SALGO DEL PANTEÓN REAL

Piedras y frío,
piedras y frío,
mármol y brillo
Y la tumba sin nombre de un niño perdido.





YA ME VOY 

Me voy,
no queda nadie en Ítaca ya que me recuerde.
Me voy,
volverán a hablar de mi poetas de otros tiempos.
Me voy,
con el remo de pino al hombro
buscando otras tierras.
Me voy,
si desconoces el mar pronto seré tu invitado
te hablaré de guerreros, sirenas, cíclopes y perros.
Pero ya me voy,
Feacios esperadme,
que creo que ya vuelvo.




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