jueves, 18 de septiembre de 2014

ALEXÁNDER SEQUÉN-MÓNCHEZ [13.377] Poeta de Guatemala


Alexánder Sequén-Mónchez

Hijo de padre guatemalteco y madre salvadoreña. Nació en la Ciudad de Guatemala en abril de 1977. 
Poeta y ensayista. Algunos de sus textos han sido recogidos en antologías de España, Chile y Guatemala. En 2001 obtuvo el Premio Nacional de Ensayo “Luis Cardoza y Aragón”.

Ha sido asistente y asesor legislativo del Congreso de la República de Guatemala, de cuya presidencia fue Coordinador de la Unidad de Reforma Constitucional en 1998. En la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO-Guatemala, investigó sobre procesos de militarización, seguridad pública, democracia y juventud. Durante cinco años fue profesor de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Rafael Landívar. En 2002, ingresó en la Misión de Naciones Unidas para Guatemala en calidad de Oficial de Comunicación, pero al poco tiempo fue nombrado Jefe de la Sección de Prensa y Análisis Político. Escribió para elPeriódico, entre 1999 y 2003, y para la revista dominical de Prensa Libre, de 2004 a 2006, año en que trasladó su residencia a Madrid. En la actualidad trabaja como Especialista de Política para Casa de América.


La poesía de este escritor guatemalteco, pese a que Esto no puede escribirse en prosa es su primer poemario, ha trascendido las fronteras patrias y ya es una figura en otras latitudes; así, el poeta chileno Andrés Morales, dice: "La poesía de Alexander Sequén-Mónchez es un hallazgo entre tanta palabrería inútil y desbocada en la literatura hispanoamericana actual... Aunque éste es su primer libro, no lo parece en absoluto: la madurez y la decantación de esta obra permiten al lector maravillarse con el secreto y extraordinario prodigio de la gran poesía."
Y es que Alejandro Sequén-Mónchez, pese a su juventud (nace en Guatemala en 1977) es ya un poeta y ensayista, que ha conseguido que algunos de sus textos y poemas figuren en antologías de España, Chile y Guatemala. En el 2001 obtuvo el Premio Nacional de Ensayo "Luis Cardoza y Aragón". En el 2004, F&G en su décimo aniversario, nos entrega esta joya, que como las buenas, tiene muy buen joyero para guardarla, por la calidad de la impresión y del diseño.
Los poemas que contiene el libro Esto no puede escribirse en prosa fueron escritos entre 1994 y el año 2000, en ellos, su autor se presenta como un consumado poeta, que impresiona por la fuerza de su palabra, por su construcción atrevida y por la autenticidad de su vivencia poética. Proyecta en algunos de sus poemas una sexualidad pura, inocente, sin la malicia del lucro ni la vulgaridad.
El poeta cubano Enrique Cirules, afirma: "Esta poesía se nos muestra impregnada de sutiles misterios y dolorosas evocaciones. Es una voz fuerte. Voz testigo que desdobla y convoca a la reflexión, pero que es capaz de incitarnos a ese milenario tono de palabra herida, como si emergiera de un sueño abismal, con ansia infinita de revelar y revelarse una y otra vez."
Su poesía, no es fruto de prisas, sino de lecturas y relecturas, de correcciones y reconversiones, su poesía es, como los buenos vinos, producto del reposo, del añejamiento, como él mismo dice en su poema La poesía está en el fracaso: 


Ya no me atormentan 
las sombras que vienen por su página 
ni el insulto que me lee por completo. 
Escribir ya no es la obsesión 
de volverme una estatua 
He dejado la prisa a los muertos.






Los ojos de una máscara

La luna de ayer sigue intacta sobre el mundo

Cinco menos cuarto
                                         Amanece
Se escucha el ruido de un motor
La arboleda muriéndose de pájaros

Sobre el mueble          un reloj
Haciendo              deshaciendo
su infamia
numérica y mortal
Sigo insomne casi derrumbado
en el último libro y la primera palabra

Se comienza a notar
las ausencias
Hay una mujer
lenta                como un arpa
Ella es la causa
de este eclipse incomprendido
¿Cuál será de ahora en adelante
la frontera entre el amor y la soledad?

No hay respuestas            sino muros

Después de cerrar la mano
el alba comienza a devorar mi sombra





Monólogo del bastardo

No era necesario que anduvieras por el mundo
No tenías por qué morir como los pájaros
Estoy aquí y lo lamento
Hiciste bien
Yo tampoco hago mal orinándome en tu silencio
Ojalá que esta tibia gota de sangre toque tus huesos

Ya vendrán las hormigas a limpiarte los ojos






Antes del poema 

Ahora que necesito 
una imagen para pulsar la mano 
se me viene encima 
aquella intención de dejarte en el vientre 
un eco de agua 
o de colocar a tientas 
unos peces de palo 
               Ya no la imagen 
el deseo imaginando a cada quien 
por                pedazos 

No en la mano 
sino en el cuaderno           una gota 




Uno 

No quisiera volver de nuevo 
es suficiente el número de escobas intratables 
Por ahora me conformo con no ver aquella pregunta 
Me avergüenza en fin 
                     estar adentro 
puesto sin título en el lugar de los ceniceros 
sin péndulo             ni fecha que postergar 
En este sueno alguien pronunció mi nombre 
                      Me cansa estar presente 

Mientras uno duerme es imposible escuchar 
Es fácil mentir de memoria las verdades 
Metales lúcidos        no faltan los pájaros 
que se acercan con la intención de llevarse un ojo 
No sobra                           ni exagera 
la cantidad de cuchillos que vuelven a opinar 
                        Ya todo es estatua 
           acumulación de sombras 
Los árboles son nubes 
El invierno un eucalipto a gotas 
                        derramándose sobre la escalera 





Cuatro 

Comienzo a sentirme mal y abro una mano 
¿Por qué 
los niños me pican los ojos? 
Por qué las niñas me preguntan cosas? 
                Yo crecí 
            en el extremo 
La palabra puta fue una casualidad 
Ser esto o aquello no es razón para jalar el pelo 
Esperen 
no me gusta estar solo 
¿Que si mi madre?         No       Ella es la dueña  
¿Que si mi padre?                  De Él 
                                   ya hablamos 
No sé lo que es un pene 
                        ¿Vagina es una señora? 
La maestra lo preguntaba de otra forma 
                  (ponía ejemplos en la pizarra) 
                                   De yeso su mano 
de yeso mi familia                 Enyesado por completo 
recogía la basura del salón y del colegio 
Así expiaba la culpa de no saber restarle polvo a la sangre 
Solo los niños con apellidos indígenas me acompañaron 
Mediodìa de puñetazos 
                          volvía a la casa 
a rascarle la cabeza al perro sin ganas de almorzar 
En los patios supe quedarme quieto 
Aquellos caníbales 
me abrieron los ojos con su navaja pedagógica 
(Nunca más supe cómo taparle la boca a mis palabras) 



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