martes, 26 de agosto de 2014

YEZID MORALES [13.041]


José Yezid Morales Ramírez

(Colombia) poeta y pintor. Ha publicado el libro de poesía Pretextos para una Sonata, (1992). Fue incluido en la Antología de poetas del Huila, (1984). Autor de la novela En las praderas del Cielo, (2003). Participó en el colectivo "Memoria Secreta de la Infancia, Trilce editores", ( 2004), Matamundo, (2005) y en la obra Memorias, del Primer Encuentro Nacional de Escritores, 2005. Participante en la obra La tarde está como para cuentos, ( 2007). Ocultos incidentes, (antología personal) poesía, (2010). En su calidad de pintor ha participado en numerosas exposiciones dentro y fuera de Colombia. Es 2º. Premio de Poesía en el Concurso Nacional de la Universidad de Nariño. 1981. Ganador de la convocatoria Fomcultura, modalidad poesía, con el libro Presagio, ( 1999). Es 2º. Premio de Poesía, Concurso Departamental "José Eustasio Rivera", Neiva, 2007. Premio Nacional de Poesía, "escrito a la manera de..." Homenaje a José Asunción Silva, Casa de Poesía Silva, Bogotá, 2009. Primer Premio Concurso Departamental de Poesía, "José Eustasio Rivera", Departamento del Huila, Neiva, 2009. Galardones CUN, versión VI, Mejor escritor regional, 2010. Además es licenciado en Diseño y Pedagogía del Arte, de la Universidad Nacional de Colombia. Ha sido Director del Instituto Huilense de Cultura, Director de la Escuela Superior de Artes Visuales y Director de la Biblioteca Departamental del Huila en Colombia.



FE Y RAZÓN

Es necesario decirlo:
Ha causado tanto daño
en la insolvencia del conflicto
una fe saturada de prejuicios
como una altiva razón sin argumentos.
Un mundo de ídolos y formas
oscurece la luz de los conceptos,
y un cerco de aristas racionales
elude la magia del misterio.

¿Cuándo se librará la mente del castigo?
¿Cuándo se hará luz en este laberinto?
Idea y emoción se confabulan
en medio del diálogo insoluble.
¿Cuándo se soltarán las riendas del hexágono
para encontrar la eternidad del círculo?
El tiempo avanza intrépido y oscuro.
La razón advierte el retorno de los mitos
mientras el instinto hace fiesta con los sueños.




LUZ Y SOMBRA

Con el paso de los años
el miedo cambia sus formas ancestrales.
No temo a la señales de tormenta
al rayo que ilumina la faz de la conciencia;
ni a la grande oscuridad
que intimidaba las noches de la infancia.
No temo a la luz violenta
de una verdad en pleno mediodía;
ni a la sombra agazapada
de otra mentira
que busca hacer menos confiables
los ecos de un recuerdo.
Puedo reírme ahora
de la mirada impertinente,
de la expresión ambigua
visible en tanto conocido
que intenta sin poderlo
malograr las luces de la fiesta.





MONÓLOGO

¿Dónde hallar la piedra arrojada contra mí
en otra época también desaparecida?

¿Dónde la voz que injuriaba mi nombre
y llamaba vil el paso de mi sombra
sobre otra piel no permitida?

¿A qué lugar se fue a ocultar la mirada
que propiciaba la debilidad y el temor
compañeros de mis días?

¿Desde cuándo la tempestad es amiga confidente,
no visitante indeseada, en las noches insomnes?

¿Quién permitió la derrota de cierta venganza
que no daba tregua ni sosiego al equilibrio?

¿Por qué sin desearlo ahora el misterio sonríe,
el sueño clarifica, la pesadez es leve
y el tiempo en nada desorienta?

¿Quién al final del túnel, sin interés ni compromiso,
pudo hacer posible tal mutación de la esperanza?

Desde su altura el otro Ser tal vez ordena
que hasta el dolor también nos abandone.





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