miércoles, 20 de agosto de 2014

JOSÉ W. LEGASPI [12.967]


José W. Legaspi

Nace en Montevideo, Uruguay, el 16 de setiembre de 1964. 
Escribe con dedicación desde 1992. En el año 1994, la revista mexicana “Blanco Móvil”, en su número 64 dedicado al Fin de Milenio: Literatura Uruguaya, incluyó su cuento “El Salvavidas”.

En noviembre de 1997, Editorial Latina publicó una antología, que incluyó cuatro de sus cuentos, “Rompecabeza”, “Un viaje en tren”, “Doblemente”, y “Acompañado”.

Publica regularmente desde el año 2009 poemas en blog http://jowalech.blogspot.com/

En diciembre del 2010, en la antología “Desde el Rincón” publicó cinco poemas.
Revistas electrónicas de España y América Latina han publicado algunos de sus cuentos y poemas.
Ha leído y lee en diversos ciclos literarios (Noche de los Museos, Sansueña, Naranjo en Flor, Kalima, Ronda de Poetas, y Pluma Azul).
Coordina taller literario desde el año 2012, que se lleva a cabo en Kalima Boliche.
El año pasado, 2013, publicó libro de cuentos, “Y las luces se apagaron”, Ed. Rumbo. La distribución y venta no se realizó por los medios habituales. A los tres meses se agotó, a la espera de una segunda edición. Fue presentado en la Feria del Libro de La Habana, Cuba, en febrero del 2014. 
Además, terminó una novela, aún inédita, y trabaja sobre otra.  



alarma

mi mujer es como una alarma 
sonando en mi oído
como una alarma, digo
es aquella mujer que pasa
caderas anchas y
pecho grande 
como abrigo

pero a mi lado
suena mi mujer 
como una alarma en mi oído
¡qué mirás, idiota!

idiota si
mirando aquella mujer de
caderas anchas y
pecho grande
como abrigo
que mis ojos se lleva

pero a mi lado
suena mi mujer
como una alarma en mi oído
¡dejá de mirar, imbécil!

si imbécil
imbécil yo
que te escucho sonar
en mi oído
mientras aquella mujer 
pasa frente a mí
hermosa 
de caderas anchas
pecho grande como abrigo
que me mira y sonríe

mientras a mi lado
suena mi mujer 
como una alarma en mi oído
¡sos un tarado!

si tarado
estoy tarado 
de estar a tu lado
mientras aquella mujer
se detiene
hermosa 
de caderas anchas
pecho grande como abrigo
que me mira 
sonríe y me dice
¡mirá que sos lindo, papito!
y yo pienso llévame
llévame contigo

mientras a mi lado
suena mi mujer
como una alarma en mi oído
¡estúpido, es un travesti
te digo!

estúpido resignado 
por estar contigo
mientras suenas
como una alarma en mi oído
y aquél hombre se aleja
con sus caderas anchas
pecho grande como abrigo
quedando yo 
agradecido
porque sigas
sonando en mi oído
                  




bivalvos


I

bivalvo rosa
accesible y jugoso
donde posa
inquieto molusco
urgente, vital
ósculo

labios nutrientes
ávidos de fuente
rubí exquisito
juegan y enjugan
dulces tegumentos
de marea baja


II

molusco ávido
bivalvo vital
sediento 
desciendo a su encuentro
preparo el ritual

trata de sellar 
sus labios
no puede
ni quiere
abre anhelante
su rastro sangrante

y bebo
bebo hasta hartarme
y tiembla
tiembla hasta descolgarse

cae
y caemos
fundidos
sin culpa
sin miedo

llenos de sangre
sucios de vida


III

polímera fauce 
prolonga ansia 
hasta el brote
provocador deseo
esculpe los bordes
graba el tallo
con hambre
repuja el tronco
sustrae la savia 
se retira

sin ansia
sin hambre
completa


IV

bivalvo seco
molusco muerto
arrítmico baile
estéril intento

mecánica agonía
ansioso ejercicio
eterna rutina
doloroso vicio

bivalvo seco
molusco muerto
virtuosa melodía
de pentagrama vacío




Columpios muertos

Plomiza plaza 
de música 
incomprensible
de columpios muertos
de paseos grises 
de plomo ajado

De monumentos 
y músicos
tristes 
y aplomados

que rodean 
y tocan 
para 
columpios 
inanimados




Presencia

siento tu presencia
tienes hambre
tienes sed
llegas a mi regazo
tu pelo duro
sucio
eriza mi piel

siento tu presencia
la puntada desgarradora
de tus acometidas
avanzas en mi
avanzas por mi
duele y me gusta
eriza mi piel

siento tu presencia
cada vez más adentro
mi cuerpo 
traga tu cuerpo
tu cuerpo
desaparece
eriza mi piel

siento tu presencia
sé que te nutres
que gozas
mis párpados pesan
se cierran
duele 
eriza mi piel

ya casi no siento
ya casi no duele
pero si
como siempre
eriza mi piel




Rata

cuerda tensa
sobre pozo seco
arena y mugre
celda y ahogo

una rata 
hunde su hocico
en mi carne muerta





Rata I 

sangre espesa
fluida
de niño 
sin piel
sin ojos
sin luz

humedad pegajosa
que atrae
que llama
a la rata
ávida
sedienta
curiosa

que oscurece
apaga 
el llanto
del niño
sin piel
sin ojos
sin luz

y ahora
sin voz




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