martes, 29 de julio de 2014

LIRIA EVANGELISTA [12.538]


Liria Evangelista

Escritora, crítica literaria y profesora universitaria en  Argentina y en Estados Unidos, nació en Buenos Aires en 1961.
En 1998 publicó En 1998 publicó Voices of the Survivors, testimony, mourning and memory in post-dictatorship Argentina (Garland Publishing, New York) y en en 2009, su novela La Buena Educación (Buenos Aires, El fin de la noche) . Editorial Paradiso publicó en 2012 su primer libro de poemas, Una Perra. En 2013, Borde Perdido Editora, publicó en Córdoba Niña Soviética. Está terminando un nuevo libro de poemas, Manual de marxismo leninismo.






él tiene eso: oscuridad canosa de entrepierna
lo que es apenas entrevisto  así de refilón y se prohíbe
eso: glande escroto ano vientre ombligo grupa ajena
él tiene todo (hombre al fin)
tendrá su semen sus orgasmos su sudor sus excrementos
todo tendrá como cualquiera                      
no sé           no sé          
este es el mapa de un cuerpo del que nunca lameré los bordes
el único
ni su flora ni su fauna nada de él                 
pura vergüenza     geografía para mi sin lengua
a veces asco misterio en lo que evoca (del hombre  de mi sin las palabras)
un animal herido muerto descompuesto
estoy hablando del cuerpo de mi padre
calzoncillo blanco en la memoria a la luz de un banco de cocina de un pasillo
la puerta del baño apenas entreabierta
juegos en la cama los domingos
su vientre el vértigo de un tobogán para la nena
calorcito que se espesa con el olor de otra mujer
es mamita es mi frontera dice salí y  dice no se toca
todo eso: nada más que la forma de mi padre en el recuerdo
entonces llega el tiempo de llorar y me pregunto
¿ se toca el cuerpo del papito muerto?
¿ beso en la frente? ¿y después? ¿en la mortaja?
ni foto  ni olor ni carne hendida     
ni nena ni manito ni hueco de la axila pelos como humo
digo  de él   nada  (del hombre sí)     
fue años  y es tierra hueso polvo de un osario
él tiene eso: (hombre) primero
huella que se mira y se toca en otros hombres
                            todavía

De Una Perra (2012: Paradiso)







los ojos de la nena miran a mamita duplicarse en el espejo empañado
la espían desde atrás en el vapor del baño
la ven encremarse la grupa acariciarse las caderas
abrirse despacito las piernas contemplarse
entalcarse la vulva con  Maja de Myrurgia
la madre juega con sus tetas las acaricia las levanta
se demora en la blancura luminosa de su grano
su secreto
(sabrá papito de su suavidad de su dureza
del leve palpitar de esa pústula escondida
o sólo se detendrá en los orificios en las cuevas)
la nena mira
es su primera experiencia de la carne es ese cuerpo la cifra del futuro
                            es la medida de lo que será suyo

De Una Perra








El palito de la caña de pescar divide la arena del mar. Estamos solos en la playa enorme, mi papá y yo. En el verano interminable de Mar de Ajó, esperamos juntos que piquen las corvinas. Pesce, pesce. Mi viejo confía en que si las llama, se dejan venir mansitas. Avanza sosteniendo la corvina gigante que le baila en las manos bajo un sol que alguna vez me encegueció y que hace mucho tiempo sólo quema en la memoria. Mi mamá está fuera de cuadro, limpiando las almejas que juntamos esa mañana, mirándolas abrirse en el agua que hierve sobre el primus. En la playa, con mi papá, pienso en mi mamá y en los cuernitos rosados que van empujando las valvas blancas. Cuando vuelva vamos a hacerlas en escabeche, guardarlas en frascos bien grandes para que duren todo el año. Algunas las vamos a comer así nomás, con limón, mientras esperamos que se ase la corvina.
Mi hijo de diez años me dice que no entiende la muerte.
No queda nada, como si nunca hubieras vivido, dice, y espera una respuesta. Estamos solos, él y yo. Hace calor, y por la ventana de la cocina entran el sol y el reflejo oscuro del jardín. Pienso en Mar de Ajó, en la extensión desierta de la playa. Pienso en todo lo perdido. La forma de mi padre no llega a hacerse recuerdo, es apenas una sombra pasajera. El mundo está fuera de cuadro, como si no existiera el tiempo,  como si  aquí en Floresta ya no existiera el tiempo.

De Niña Soviética (2013: Borde Perdido Editora)






lo que aparece a veces por mis sueños:

un lodazal de Stalingrado
el patíbulo en el que murió Fucik
el perfil de Largo Caballero
la trenza de la pasionaria
(y es tu voz la que escucho
     aquí mis sueños son apenas ecos de tu eco)


a veces aparecen
la cabeza ensangrentada del Chacho Peñaloza
el cáncer de Eva Perón
del color de una manzana que se pudre
el olor de la sífilis que mató a Belgrano
la letra de Osvaldo Lamborghini
una letrina en el Olimpo

y no sé por qué    

todo eso sueño a veces
el mapa ciego de la historia
su pilón de excrementos
sueño con lo que el tiempo fue desintegrando

por mi casa pasa el río marrón
las barcazas enormes donde humean
los huesos de los que alguna vez vivieron    

deshechos


cuando todo esto sucede
las voces caen sobre el pasado
son lluvia mansa
piedritas de tinenti que van cortando el aire

De Manual de Marxismo Leninismo (inédito)






¿Y si un hombre te invoca perra?...

¿Y si un hombre te invoca perra?
si te imagina perruna te prefiere canina
te llama a puro vergazo prometido
escribí
a puro látigo te ordena
¿ladraré? me pregunto
¿le lameré las manos? como perra justamente
¿y si me humillo?
            mariconcita como caniche blanco
en su deseo con mi lengua buscando el hueco redentor
le escribo como él quiera
¿bombachitas corpiños desprendidos
letritas que aprietan de sisa tetas al bies?
¿canesú que ofrece encaje y entrepierna?

 Una perra, Paradiso Ediciones, Buenos Aires 2012







¿o marqués? rostro divino e impiadoso...

¿o marqués? rostro divino e impiadoso
Inigualable en tu crueldad y en mi deseo
clavaste ramos de espinos en mi vientre
rememora el cuerpo exánime sobre la cama que respira
soy muchacha en flor de mi pasado
perdida y sola
ando en el umbral del tuyo y tantos nombres olvidados
hombres que me fuiste ¿un rostro? ¿más que muchos?
fueron voces ecos apagados en la mueca del orgasmo
no
de algunos ni las sombras
de otros           nada
ni el acaso
de noches como esta sobrevivo

 Una perra, Paradiso Ediciones, Buenos Aires 2012




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