miércoles, 30 de julio de 2014

ERICK SARMIENTO [12.566]


ERICK SARMIENTO 

Erick Christiam Sarmiento Fernández. Nació el 18 de junio de 1984 en la provincia de Cañete Departamento de Lima - Perù
Licenciado de Ciencias de la Comunicación, Gestor Cultural y dirige la Asociación Cultural Colectivo Sur-real. Publico su poemario Eslefànica (Paracaídas editores 2013). Ha participado en festivales de poesía y feria de libros. Sus poemas aparecen en páginas literarias. Fue parte de la muestra colectiva de artistas visuales “De la metáfora y el laberinto 2012”. Es organizador del Festival literario y arte visual “En los Extramuros del Mundo” (Cañete) y el Festival afroperuano “Kutukà” (San Vicente de Cañete). Difusor y recopilador de las manifestaciones afroperuanas.




AL MEDIO DÍA

Los olores copulan al medio día.
La carne es envenenada, olvidada y estirada
al medio día.
Al medio día la brisa les devuelve
su recuerdo azulado.

-Todo es un loquerio-

Las moscas no distinguen nada
y los metales siguen siendo acariciados
Como a una madre.





TRANSGRESIÓN MUNDANA

Le hable del golpe, 
del golpe de verla en el espejo,
en el vientre de su madre
dominando versiones diluidas en esa sombra.
Transitando sueños desechos 
en una esfera o en dos…
o en las que se van.

-Esto viene de adentro: 
más allá del hambre o de la tristeza-

Y de todas las caricias trasladadas al viento.
Sin tiempo ni miedo.
Ni espacio a esconderse
en el umbral de los arrecifes prohibidos.

-Es algo más que un mundo sin ombligo-

Es un parpadeo al despertar
en el inundable temblor,
de los ojos dormidos.






Algo más

Guarda el cajón: para las seis,
para las ocho… con todo el llanto.

Y sigamos jugando a lo mismo:
A SONREIR. A despertarnos
de noche o de día, es lo mismo:
las tonalidades, los horarios, el vacio
y todo es nuestro.

Repacemos el abecedario:
La letra A se parece a la C, la Z a la K
y pongámosle punto a este silencio
y firmemos lo que nos digan.

3:42 am: mamá aún sigue recogiendo más botellas. 




A mitad del lado B

La luz desvanecía las imágenes.
La grabadora rebobinaba los años.
Frías sombras secas
lo detenía / PLAY:

Lágrimas imposibilitadas a desmoronarse.
Vuelo sin respiro.
Solo sus manos acallaban:
El aire, la alegría
y como dos agujas a su garganta
lo devolvían a su niñez 

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¡Todo ardía en él!

Cegados de tanta inmundicia.
Aguardaban a su llegada.
/Stop.





Crónicas de una matriz

Cállense – ense – ense.
Se repetían mutuamente:
Cállense – ense – ense.

Anunciaban:
Un cuerpo sin nido
sin alboroto.
Solo sus pupilas escamosas
alardeaban la vida.
Y como un suspiro
Navegaban
Las hojas de los árboles
Sobre los brazos tendidos: 

- MADRE – HIJOS – MUJER
– REFLEJOS NOCTURNOS -

Y los sueños se mezclaron
en las fosas más comunes de la vida.
Ahuyentando gritos vacíos
de su vientre al mío…

Cállense – ense – ense.

Cállense

Inundaban cenizas blancas, en el río.





({Silencio})

El teléfono seguía sonando
¿Cuándo la palabra llegó?
Todo era normal:

Las voces eran distintas.
La almohada se humedecía.
La ausencia congestionaba.

Y decía: “ya no digan nada”

¡YA NO DIGAN NADA! 

- El alma se envolvía en las entrañas –

A los cinco segundos: TODO estalló.
Las iglesias – las agujas – los jardines – las edades.

Y volvieron

las primeras 
preguntas:
Del AMA - NE – CER.




Íi

Íi respira su aliento
como credo vespertino
a mi cuerpo.

Íi fue testimonio de fe.

Íi amarra sus huesos
a mi espalda
en el octavo día.

Íi fue construcción de fe.

Íi es fe de alguna cruz clandestina.

Íi, uso tu postura andrógina
de la sala, de la cama


*Selección de textos libro Eslefánica, Paracaídas Editores, Perú, 2013.




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