martes, 22 de julio de 2014

ARNA BONTEMPS [12.450]


Arna Bontemps

Arnaud "Arna" Wendell Bontemps (octubre 13, 1902 a junio 4, 1973) fue un poeta afroamericano, novelista y bibliotecario, y un miembro notable de la Harlem Renaissance.

Bontemps nació en Alexandria, Louisiana, EE.UU. el 13 de octubre 1902, su madre era criolla de una familia de Luisiana. Su padre, Paul Bismark Bontemps, trabajaba como albañil, y su madre, María Carolina Pembroke, trabajó como maestra de escuela. Cuando tenía tres años, su familia se mudó a Los Angeles, California, en la gran migración de los negros. Se establecieron en lo que se conoció como el Watts distrito.

Después de asistir a las escuelas públicas, Bontemps asistió al Pacific Union College en Angwin, California, donde se graduó en 1923. Se especializó en Inglés en la ramma de historia, y también fue miembro de la Omega Psi Phi fraternidad.

Honores 

In 2002, scholar Molefi Kete Asante included Arna Bontemps on his list of 100 Greatest African Americans.

Obras 

God Sends Sunday: A Novel (New York, Harcourt, Brace and Co., 1931; New York: Washington Square Press , 2005)
Popo and Fifina, Children of Haiti , by Arna Bontemps and Langston Hughes (New York: Macmillan, 1932; Oxford University Press , 2000)
You Can't Pet a Possum (New York: William Morrow, 1934)
Black Thunder: Gabriel's Revolt: Virginia 1800 (New York: Macmillan, 1936; reprinted with intro. Arnold Rampersad , Boston: Beacon Press, 1992)
Sad-Faced Boy (Boston: Houghton Mifflin , 1937)
Drums at Dusk: A Novel (New York: Macmillan, 1939; reprinted Baton Rouge, Louisiana: Louisiana State University Press , 2009, ISBN 978-0-8071-3439-9 )
Golden Slippers: an Anthology of Negro Poetry for Young Readers , compiled by Arna Bontemps (New York: Harper & Row, 1941)
The Fast Sooner Hound, by Arna Bontemps and Jack Conroy (Boston: Houghton Mifflin , 1942)
They Seek a City (Garden City, New York: Doubleday, Doran and Co., 1945)
We Have Tomorrow (Boston: Houghton Mifflin , 1945)
Slappy Hooper, the Wonderful Sign Painter , by Arna Bontemps and Jack Conroy (Boston: Houghton Mifflin , 1946)
Story of the Negro , (New York: Knopf, 1948; New York: Random House, 1963)
The Poetry of the Negro, 1746–1949: an anthology , edited by Langston Hughes and Arna Bontemps (Garden City, NY: Doubleday, 1949)
George Washington Carver (Evanston, IL: Row, Peterson, 1950)
Father of the Blues: an Autobiography , WC Handy , ed. Arna Bontemps (New York: Macmillan, 1941, 1957; Da Capo Press, 1991)
Chariot in the Sky: a Story of the Jubilee Singers (Philadelphia: Winston, 1951; London: Paul Breman, 1963; Oxford & New York: Oxford University Press , 2002)
Lonesome Boy (Boston: Houghton Mifflin , 1955; Beacon Press , 1988)
Famous Negro Athletes (New York: Dodd, Mead , 1964)
Great Slave Narratives (Boston: Beacon Press , 1969)
Hold Fast to Dreams: Poems Old and New Selected by Arna Bontemps (Chicago: Follett, 1969)
Mr. Kelso's Lion (Philadelphia: Lippincott, 1970)
Free at Last: the Life of Frederick Douglass (New York: Dodd, Mead , 1971; Apollo Editions, 2000)
The Harlem Renaissance Remembered: Essays, Edited, With a Memoir (New York: Dodd, Mead , 1972, 1984)
Young Booker: Booker T. Washington 's Early Days (New York, Dodd, Mead , 1972)
The Old South: "A Summer Tragedy" and Other Stories of the Thirties (New York: Dodd, Mead , 1973)



LOS DESPUNTADORES DEL ALBA 

No venimos a librar una batalla 
        con espadas sobre esta colina, 
No es el deseo desolar la vida 
        ante una obstinada voluntad. 
Aunque bien moriríamos como algunos 
       murieron 
Agitando un camino hacia el sol 
      renaciente. 

Poema tomado del libro “Harlem: los blues de la historia”, de Eduardo Dalter; Ediciones del Nuevo Cántaro, Buenos Aires, 2010. Traducción de los poemas al español: Eduardo Dalter y Nidia Santa Cruz.


Unas palabras sobre Arna Bontemps

En España, y en general en todos los países hispanohablantes, son escasísimas las traducciones de los grandes nombres de la poesía afroamericana y, hasta donde yo sé, no existe ninguna antología de esta lírica. A decir verdad, existen pocos personajes del arte, la literatura o la música norteamericana de los que no tengamos abundante noticia y sin embargo, se ignora casi todo de la cultura afroamericana.
       
Un buen ejemplo de esto es Arna Bontemps. A pesar de tratarse de una de las figuras más relevantes antes, durante y después del Renacimiento de Harlem, sigue siendo un perfecto desconocido en nuestro país. Nacido en Louisiana, se crió y realizó sus estudios en California, graduándose en el Pacific Union College. En 1924, se mudó a Harlem donde pasó a formar parte de los Talented Tenth . Dentro de la historia de la literatura afroamericana adquirió gran prestigio como prosista, sin embargo, los primeros pasos de Bontemps como escritor fueron en poesía. En 1926, compitiendo con otros nuevos negros, obtuvo el Alexander Pushkin, un galardón que otorgaba la revista Opportunity y que volvería a recibir al año siguiente con Golgotha is a Mountain, una meditación sobre la pérdida de los valores espirituales. Ese mismo año, también recibió el primer premio de la revista Crisis con A Black Man Talks of Reaping -Un negro habla de la siega-. Este poema contenía la dosis de amargura que solía acompañar a muchos de los textos del Renacimiento y guardaba semejanza en el título y en sus primeros versos con el celebérrimo The Negro Speaks of Rivers -El negro habla de los ríos-, con el que Langston Hughes había ganado ese mismo premio en 1921.
       
A lo largo de los años, Bontemps, hijo de católico y metodista, reunió éstos y otros poemas en Personals (1963), un volumen donde reflexionaba sobre la búsqueda de identidad racial y religiosa.
       
Arna Botemps se casó en 1926 con Alberta Johnson, una estudiante de 18 años de la Harlem Academy, donde Arna había trabajado como profesor. Como buen católico tuvo seis hijos y su matrimonio perduró felizmente, algo peculiar, ya que la mayoría de los miembros del Renacimiento como Langston Hughes, Countee Culleen, Zora N.Hurston, Jessie Fauset, Alain Locke, etc. permanecieron solteros y sin hijos. Eso sí, fiel a una norma casi universal de ciertos escritores, Arna jamás mostró en público a su esposa, una encantadora y tímida muchacha de piel clara. Langston Hughes, el escritor afroamericano más conocido internacionalmente y el mejor amigo de Arna, solía bromear diciendo que si dejaba pasar cierto tiempo entre visita y visita a los Bontemps, Alberta lo recibía con una sonrisa y un nuevo niño, cada vez más rubio y más guapo. De alguna manera, esto explicaría la reclusión de la pobre mujer.
       
Bontemps y Hughes se mantuvieron siempre en contacto, bien por carta o por las visitas que Hughes le hacía, y su relación, que habría de durar hasta la muerte de Hughes, se hizo cada vez más profunda. En realidad, se puede pensar que estaban abocados a lo que Arnold Rampersad denomina "un matrimonio de mentes". Habían nacido en el mismo año, se parecían físicamente y compartían gustos literarios y posturas ideológicas -los dos, como tantos otros intelectuales negros de la época, simpatizaban con el comunismo-. Sin embargo, sus caracteres no podían ser más dispares. Frente al talante alegre y extrovertido de Langston y su perpetuo deseo de juerga, Arna era un hombre de apariencia tranquila y de carácter firme, sobrio, austero, melancólicamente meditativo, "un meticuloso caballero cristiano", según lo definiría el poeta y crítico Sterling Brown (1901-1989). Formaban un perfecto contrapunto. Hasta la muerte de Hughes se pudo ver esa diferencia de caracteres. Cuentan los cronistas que, haciéndose un hueco entre los animados ritmos de la banda de jazz que sonaba por voluntad póstuma del difunto, Arna leyó circunspecto Dear Lovely Death -Mi muy querida muerte-, un poema de Hughes que le debió parecer más apropiado y serio para la ocasión que la frenética música jazzística que el gamberro de su amigo había solicitado por escrito que se interpretase en su funeral. Del mismo modo que Langston siempre se refirió a su amistad con Arna como al muro que le protegía y en el que siempre pudo apoyarse, cuando su álter ego murió, Bontemps, en los seis años que lo sobrevivió, no sustituyó la intensidad de la relación de ambos con ninguna otra.
       
De cualquier manera, es un hecho que Bontemps era un tipo libresco y poco tribal. A pesar de ser una de las figuras más relevantes del Renacimiento de Harlem, nunca participó de las juergas locales. Nella Larsen recuerda que cuando Arna llegó al barrio, al contrario que otros nuevos vecinos, no se interesó por saber dónde se encontraban los salones, cafés o bares donde solían reunirse los "niggerati" o los clubs de música a los que también asistían entusiasmados los "negrotarians", términos que acuñó Zora para definir a los negros vanguardistas y a los blancos que participaban de la vida de los negros. Al contrario, Arna le preguntó dónde se encontraba la Biblioteca Pública.
       
Lo que no impedía que le gustase la música. Participó como negro, valga la redundancia, en la autobiografía de W.C. Handy, Father of the Blues, 1941, y su novela God Sends Sunday -Dios nos envía el domingo, 1931-, llegó a Broadway en 1946, transformada en la comedia musical St. Louis Woman, que obtuvo gran éxito de crítica pero no de público, permaneciendo poco tiempo en cartel. Años después publicó Sad Faced Boy -El muchacho de rostro triste, 1937- y Drums at Dusk -Tambores al atardecer, 1939-, una novela histórica sobre la revolución negra del siglo XVIII en Santo Domingo en la que aparece el revolucionario haitiano Toussaint L'Ouverture. Este fue uno de los personajes que más fascinó a los intelectuales negros del siglo XX. Paul Robeson lo interpretó en el teatro, Ralph Ellison escribió el relato Mister Toussaint (1941), y Jacob Lawrence (New Jersey, 1917-2000) pintó sobre 41 paneles la saga pictórica del revolucionario a lo largo de los años 1986 a 1993.
       
No obstante, la obra con la que Bontemps se dio definitivamente a conocer es su segunda novela, Black Thunder -Furia negra, 1936-, subtitulada Gabriel's Revolt: Virginia, 1800 y basada en un hecho histórico. El libro cuenta la historia de Gabriel, un esclavo que decide vengar la muerte de otro esclavo dirigiendo a los negros de Richmond contra sus amos. Aunque algunos críticos hicieron notar a Bontemps que para su discurso, legítimo y justo, a favor de la libertad había utilizado vías poco literarias, el también escritor Richard Wrigth salió en su defensa añadiendo que Bontemps había abierto un nuevo sendero en la literatura afroamericana al abordar ese tema como ficción por primera vez. Arna Bontemps también fue autor de relatos cortos. En 1973 se publicó The Old South: A Summer Tragedy and other Stories of the Thirties, una recopilación de cuentos, encabezada por su relato más famoso, Un verano trágico.
      
Bontemps fue también un ensayista y antólogo notable. Entre sus títulos más destacados se encuentran: The Harlem Renaissance Remembered (1972), una reflexión crítica sobre el movimiento y doce de sus componentes; Golden slippers: An anthology of Negro Poetry for Young Readers -Zapatillas doradas: Una antología de poesía negra para jóvenes lectores, 1941"-; y The Book of Negro Folklore (1959). Pero sobre todo, Bontemps es autor de dos de las más importantes y completas antologías de poesía negra -término que alude aquí no solamente al color de la piel de quienes la escribieron sino al movimiento Negro creado en Estados Unidos en la primera década del siglo XX-. La coeditada con Langston Hughes, The Poetry of the Negro, 1746-1949, se publicó en 1949. Dicha antología está dividida en tres partes: la primera corresponde a los poetas negros de Estados Unidos; la segunda a poesía sobre negros pero escrita por no negros -como indicaba el subtítulo-, incluyendo a Walt Whitman, Hart Crane, Herman Melville, William Blake o Elizabeth Barnett Browning, entre otros, aunque olvidando a Federico García Lorca a quien el propio Hughes había traducido al inglés; y la tercera está dedicada a la poesía negra escrita por caribeños y africanos.

       En cuanto a la segunda antología, American Negro Poetry, se publicó 25 años después ya sin la colaboración de Hughes, fallecido hacía siete años. Bontemps se encargó de revisar la edición anterior, añadiendo varios nombres de poetas de la posguerra y poniendo al día sus propios poemas, así como las entradas biográficas de los autores. Tras la muerte de Hughes, Bontemps preparó asimismo una edición de poemas escritos por autores negros y blancos bajo el título de Hold Fast to dreams: Poems Old and News, título con el que rendía homenaje a su amigo al mencionar el primer verso del poema de Langston Hughes, Dreams.



Dreams

Hold fast to dreams
For if dreams die
Life is a broken-winged bird
That cannot fly
Hold fast to dreams
For when dreams go
Life is a barren field
Frozen with snow

Langston Hughes


Agárrate con fuerza a los sueños
Porque si los sueños mueren
La vida es como un pájaro de alas rotas
Que no puede volar
Agárrate con fuerza a los sueños
Porque cuando los sueños se esfuman
La vida es un campo estéril
Helado por la nieve



En los 35 años transcurridos desde la última antología de Bontemps se han sucedido otras de diferentes características; como la breve pero cuidada edición de John J. Sherman; o las mucho más completas, editadas por Vintage Books y por Oxford University Press, y realizadas por prestigiosos especialistas en literatura afroamericana, como Michael S. Harper, Anthony Walton o Arnold Rampersad. Sin embargo, para muchos estudiosos de la poesía afroamericana, las antologías de Arna Bontemps siguen siendo imprescindibles para tomar el pulso de la época en la que fueron realizadas.         
Muchos harlemitas compartían la opinión de Sterling A. Brown y del pintor Aaron Douglas. Solían decir que Bontemps merecía haber tenido en vida un reconocimiento mayor del que recibió. Trabajó mucho y en muy distintos puestos. Durante la Gran Depresión vivió en Oakwood, un pueblo perdido de Alabama. Desde director de la biblioteca de la Universidad Fisk de Nashville entre 1943 y 1965, hasta curador de la James Weldon Johnson Collection de Yale, Bontemps hizo de todo para alimentar a su numerosa familia. Pero la literatura fue sin duda su gran dedicación. Trabajó tenazmente, siempre al tanto de las últimas publicaciones, sacrificando incluso su vida personal. No parece que hubiera mucho equilibrio entre lo que Arna entregó a la literatura y lo que recibió a cambio.  Pero Bontemps en realidad disfrutaba con el trabajo, el trabajo bien hecho, y con su obra a la que se entregó por entero hasta su muerte. De hecho, falleció en plena actividad. Bontemps murió de un ataque al corazón en 1973 mientras preparaba su autobiografía. Puestos a fantasear, me atrae pensar que a través de sus páginas se podría por fin escuchar la música de los clubs a los que Arna nunca asistió. 



A Black Man Talks of Reaping

I have sown beside all waters in my day.
I planted deep, within my heart the fear
that wind or fowl would take the grain away.
I planted safe against this stark, lean year.   

I scattered seed enough to plant the land
in rows from Canada to Mexico
but for my reaping only what the hand
can hold at once is all that I can show.

Yet what I sowed and what the orchard yields
my brother's sons are gathering stalk and root;
small wonder then my children glean in fields
they have not sown, and feed on bitter fruit.





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