miércoles, 19 de marzo de 2014

TOYO SHIBATA [11.292]



Toyo Shibata

Toyo Shibata (26 de junio de 1911 - 20 de enero de 2013) fue una poeta japonesa. Su primera antología Kujikenaide ("No te desanimes"), publicada en 2009, ha vendido 1,58 millones de copias. En comparación, las ventas de libros de poesía de 10.000 se consideran exitosas en Japón. Su antología también encabezó Oricon como bestseller de Japón. Originalmente fue auto-publicada, pero al ver su éxito, la editorial Asuka Shinsha lo reeditó, con nuevas obras de arte, en 2010. Contiene 42 poemas. Después que el dolor de espalda obligó a Shibata a renunciar a su pasión de la danza clásica japonesa, volvió a escribir poesía a los 92 años, a sugerencia de su hijo Kenichi. A partir de 2011 ella estaba escribiendo poemas para una segunda antología, viviendo sola en las afueras de Tokio, y era viuda.
Hubo un documental de televisión sobre Shibata en diciembre de 2010.
Shibata murió el 20 de enero de 2013, en un hogar de ancianos en Utsunomiya, al norte de Tokio. Ella tenía 101 años de edad.

Toyo Shibata nació en el año 44 de la era Meiji (1911) en Tochigi. Era la única hija de unos acaudalados comerciantes de arroz. Cuando era adolescente, se produjo el declive económico de la familia y la muchacha tuvo diversos empleos en el ramo de la restauración.

A los 33 años se casó con un cocinero y al año siguiente nació su hijo Kenichi. En 1992 se quedó viuda y desde entonces vivió sola en la ciudad de Utsunomiya.

En su juventud fue muy aficionada a la lectura, el cine y la música tradicional japonesa. En la madurez le apasionó la danza japonesa y cuando ya no pudo bailar empezó a escribir.

Soñaba con que sus poemas fueran traducidos y tuvieran lectores en todo el mundo.

'Recoge la luz del sol con las manos' es un sensacional éxito llegado de Japón, que cuenta con 2 millones de ejemplares vendidos.






RECOGE LA LUZ DEL SOL CON LAS MANOS' (AGUILAR)

Toyo Shibata recopila una antología de poemas que son auténticas lecciones de vida

"Mi nombre es Toyo Shibata. Tengo 101 años. A lo largo de mi vida he protagonizado momentos buenos y malos.

He sufrido guerras, bombardeos y terremotos. He experimentado el miedo y en ocasiones he deseado morir debido al acoso, a la traición y a la simple tristeza. He sido madre.

En la actualidad vivo sola y recibo a menudo la visita de mi hijo. Cuando se acerca la hora de su marcha pierdo el ánimo pero intento reconfortarme y me digo «sé fuerte, aún se puede recoger la luz del sol con las manos».

Empecé a componer versos a los 92 años y me he dado cuenta de que a pesar de las dificultades existo gracias a mis recuerdos y a las personas que me han acompañado en este viaje.

Aunque me pese la soledad cada mañana me pinto ligeramente los labios y me alegro de ver el sol a través de la ventana, otra vez..., y sonrío".





Madre, I

Pienso en mi desaparecida madre
cuando, tal como yo ahora,
llegó a los 90 años.

Cada vez que iba a visitarla
a la residencia de ancianos,
la hora del regreso era penosa.

Mi madre siempre me acompañaba
hasta la salida.
Todavía recuerdo claramente
aquel cielo nublado
y las flores de cosmos mecidas por la brisa.






Cuando cierro los ojos

Cuando cierro los ojos,
voy de un lado a otro,
animosamente,
con coletas,
y la voz de mi madre me llama.

Nubes blancas se deslizan por el cielo,
un campo de flores de colza
se extiende por todas partes.

Ahora, a los 92 años,
cuán delicioso es el mundo 
que veo durante una hora,
cuando cierro los ojos.






La fuerza para vivir

Ahora, superados los 90,
qué precioso es cada día.
La brisa que me acaricia las mejillas,
la llamada telefónica de algún amigo,
las visitas que recibo.

Cada una de esas cosas
me procura la fuerza para vivir.






SI TE SINTIERAS TRISTE

Cuando te sientas triste,
recoge con las manos ahuecadas
la luz del sol que penetra
por la abertura de la puerta
y llévatela a la cara 
una y otra vez.
Ese calor
es un calor de madre.

Tu madre se esfuerza, ¿no es cierto?
musito mientras me levanto





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