sábado, 8 de marzo de 2014

GREGORIO ESPINAL [11.170]


Gregorio Espinal 

Nació en Santiago de los Caballeros, República Dominicana en 1980. 
Fue miembro del legendario taller literario "Tinta Fresca". Ha publicado sus textos en las revistas literarias "Mythos" y "Creaciones". 
En 2006 fue galardonado con el Premio de Poesía Joven Feria del Libro 2006, con su poemario Noctambulario (memorias de una prostituta), que organiza anualmente la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo, a través de la Secretaría de Estado de Cultura de la República Dominicana.




Noctambulario
(memorias de una prostituta)

Premio de Poesía Joven Feria del Libro 2006


Maquillaje

Empiezo a despojar de mi rostro el maquillaje
La seda blanquecina que amortaja mis escombros
La máscara que esconde el veneno de la hiedra
La sombra que disfraza los contornos del pecado

Descubro mi faz lentamente en la penumbra
Y surgen los pómulos gastados por el tiempo
Las ojeras cinceladas por las manos del insomnio
Las cuencas cavernosas que endurecieron las lágrimas

Las cejas despobladas desiertas de emociones
Las mejillas tiznadas de tantas noches sin luna
Las pestañas que cayeron con todas las esperanzas
Los labios marchitos que aquietó la soledad.







Última Voluntad

Quiero que mis huesos se pudran en tu lecho
Que la lengua se me seque enredada en tus entrañas
Quiero que mi sangre se coagule entre tu pecho
Que mi espuma se haga costra y no se borre de tu vientre
Quiero habitar muerta en vida aprisionada en tus poros
Que mi muerte se escriba en la fragua de tu carne
Que su tinta se corra y te manche por completo
Por dentro y por fuera
Y aspires mi polvo






Ansiedad

Un hombre de barba rala
Hurga el tiempo en mis cabellos
Sus manos tartamudas
Van serpenteando en mis piernas
Espero atenta el momento
En que le hinchen las ansias
En que me embista en vaivenes
Percusionando el delirio
Y me lama y me ensucie
Descolgada del silencio

Un hombre de barba rala
Me desteje con su tacto
Su boca agria me besa
Estrangulando los labios
Espero atenta el momento
En que lo insemine el aire
En que me atraviese el vientre
Y desangre su sexo amargo
Y me muerda y me apuñale
Mientras pierdo la mirada
Un hombre de barba rala
Se detiene en el instante
Mira con ojos de lobo
La presa abierta en el lecho
Como una puerta de carne
Donde vaciar sus fantasmas

Ese hombre que me lastima
Al contacto de su barba
Que se relame en sus ganas
Y no acaba de empezar.






La cama

La cama acoge solidaria mis pedazos
Despojos de nadie masacrados por la noche
Carroña flagelada escurriendo los pecados
Guijarros que se pudren remojándose en la sombra

Acoge mis escombros
El rostro ajado inmerso en la penumbra
Los senos tristes mordidos por el tiempo
Mi vientre infecto de mariposas muertas

Acoge mi espanto
La soledad insomne arañándome la espalda
Las viejas pesadillas rondando la almohada
Mi nombre conjurándose en el ruido del silencio

Acoge mis pedazos
La cama no reniega al contacto con mi cuerpo
El cuerpo que se aferra agonizante a sus respaldos
Temeroso de perderse
Para siempre en el abismo.







Todavía

Todavía mi sombra es un pozo de muertes
Manojo de tijeras arañando el pasado
Arrastrándome desnuda entre coronas de espinas
Se me clava el recuerdo con la saña de su nombre
Me asalta su mirada perforadora de tiempos
La maraña de alacranes de su pelo mojado
Y entonces
Vuelvo al cadalso de estas calles de nadie
Con el mirar disoluto de sus muertos anónimos 
Y su sorteo ancestral
De magdalenas marchitas






Transparencia de la noche

Esta noche oscura es transparente
Nació para ser la puerta de mi eternidad
Una hilera de recuerdos deshaciéndose en las sobras
Otro instante devorado por las ráfagas del tiempo
Cuando ella caiga, lo harán también mis párpados
Abismaré la mirada en un letargo de ayeres
Danzarán en mi memoria los colores de las cosas
Se sumergirá mi alma en un lago de silencios.







Orgasmo

Tómame con prisa
Fúndete en mis piernas
Vuélvete una ola con orgasmo

Que la sangre brama tu nombre en la penumbra
Y el tiempo se despeña con la rabia del abismo

Rompe en una tromba de lava que me marque
Que brote con mi espuma y masacre nuestro polvo

Fluye en la agonía multiforme de la entraña
Viértete y derrámate tatuándome el delirio

Muérdeme en un coro salvaje de silencios
Y entiérrame la saña quemante de tu sexo

Lame mis rincones plagados de nostalgia
Imprégname la fiebre primitiva del instante

Penétrame olvidado de la esencia de esta tierra
Y late conmigo

Que solo en el momento soy eterno
Y en nombre de la carne me desangro.







Interrogante

¿Y qué va a pasar cuando el tiempo me consuma?
¿Cuándo se arrugue la carne y se me apaguen los ojos?
¿Cuándo los senos se caigan y la boca se me amargue?
¿Cuándo anchen mis caderas y se marchite mi sombra?

¿Qué va a suceder cuando el tiempo me acorrale?
¿Cuándo pliegue las mejillas y vuelva un garfio de mi espalda?
¿Cuándo se me seque el vientre y se deformen las piernas?
¿Cuándo se me agriete el rostro y se me pudran las ganas?

¿Qué sucederá cuando me pesen las horas?
Cuando los sueños se esfumen y me invadan los recuerdos?
¿Cuándo se amargue la sangre y solo queden las penas?
¿Cuándo me ronde la muerte y aniden las soledades?

Será el tiempo de entregar el cuerpo a los gusanos
De entregar el alma al fuego transparente del olvido
De entregarle el tiempo al tiempo
Y morir en la penumbra.








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