domingo, 2 de marzo de 2014

ANA ELENA PENA [11.118]


Ana Elena Pena 

Nació el 18 de agosto de 1976 en Calasparra (Murcia) y morirá el 1 de mayo de 2076 tras la ingesta de un potito de banana en mal estado, segun las profecias de Nostradamus. En 1994 se traslada a Valencia, donde actualmente reside.

En 2004 comienza la bizarra carrera kamikaze de kabaret-musical bajo el nombre de «Cenicienta Superstar» y de «Sissy Felatriz», colaborando en los arreglos musicales de gruos de electro-pop como Vanity Bear y Espectrodrama entre otros.

Ha publicado los libros: "Antídotos contra la belleza" , "Hago pompas con saliva" y "Sangre en las rodillas" 

WEB DE LA AUTORA: http://anaelenapena.blogspot.com.es/




Vendrá otro,
a recoger de nuevo
los cristales rotos.
Vendrá otro,
a limpiar la escena
de vergüenza y sangre
y borrar el crimen.
Vendrá pronto.

("Sangre en las rodillas"-2012)







(LL)ÁMAME

Si te deja de querer tu madre
Si se te marchitan las plantas
Si te rompen el corazón
por enésima vez,
o si se te encoge al lavarlo tu jersey favorito,
(ll)ámame.

Si comes mal y apenas duermes
Si la resaca es tu más fiel compañera
Si tropiezas con los muebles
y los vecinos ya no te saludan,
(ll)ámame

Si cancelan tu serie preferida
Si pierdes las llaves de casa
Si se te muere el gato
o te quedas sin leche en la nevera,
(ll)ámame.

Si te se te calienta la cerveza
o te pica un bicho
Si de rato en rato me piensas
o si por alguna extraña razón
se te cruzan los cables...

Tranquilo, mantén la calma.

Y (ll)ámame.







SI NO ME LLEVAS AL BAILE

Si no me llevas al baile,
bailarás con la más tonta,
bailarás con la más fea,
o bailarás con la más zorra.

Pero si me eliges a mí...
no me importaría beber ponche contigo hasta perder el conocimiento, 
ni mancharme el vestido, 
o despeinarme al momento.
(ni siquiera desabrocharte con detenimiento)

Porque, al fin y al cabo, 
yo también soy un poco fea, 
un poco tonta, 
y un poco zorra.

 ("Sangre en las rodillas"-2012)






-No le dejes, que te quiere mucho- me dijo mi madre.

Como si el amor bastara. Como si el amor saciara el hambre y la sed, disipara las dudas, desinfectara las heridas, tapara las goteras o desatascara las tuberías. Como si el amor, aún yendo en una sola dirección, te secara las lágrimas, te humedeciera las bragas, te entibiara el vientre y te dilatara las pupilas. 

Como si pudiera darte alas, tentáculos, branquias, súper-poderes... Como si fuera la llave mágica que abriera todas las puertas, o la puerta mágica que se abre con cualquier llave. 
Aún habiéndolo meditado con cierta madurez, no pude evitar contestarle como una adolescente.

- Es un rollo de tío, mamá. Por mí, puede meterse todo su cariño en el culo-





-CON TAL DE NO ESTAR SOLOS-

Con tal de no estar solos
andamos con locos, con idiotas y borrachos,
con mujeres vacías o de moral dudosa.
Mentimos a los padres,
juramos en vano,
entregamos la piel y comprometemos nuestros sueños.
Cruzamos la calle a ciegas
con el primero que nos da la mano.

Con tal de no estar solos
montamos una gran farsa a la que llamamos AMOR
(así, con mayúsculas)
Sacando conejos muertos de una chistera, barajando con trampas nuestras cartas y haciendo trucos malos con espejos,
para no darnos de bruces con la realidad
y alejar de nosotros el miedo
a estar solos.

Porque, con tal de no estarlo, o de no parecer que lo estamos,
pasamos hambre, despilfarramos dinero,
oímos sin escuchar,
abrazamos sin abarcar,
y nos convertimos en autómatas desesperados, 
olvidando lo hermoso que es sentarse a esperar a que las cosas, sencillamente, sucedan. El olor a jazmín de las noches de verano y el hallazgo inesperado de lo auténtico, que nos ha de encontrar desprevenidos, despojados de artificios, sin adornos, desarmados y tranquilos. Liberados de todo lo que pesa y esclavos de lo vaporoso, lo ingrávido…

Dejarse llevar…

Pero con tal de no estar solos,
ni siquiera un momento,
seguimos buscando y seguimos fingiendo.
Maquillamos lo que se ve, y lo que no también,
por temor a que descubran nuestros defectos
y la fragilidad que se esconde tras ellos.
Nos apremia el desamparo, la angustia y la prisa…
de modo que nos devora la noche y nos sorprende el día,
casi siempre en el lugar inadecuado, 
donde un incómodo silencio
(y un dolor en el pecho)
nos reprochan una y otra vez
todas esas tonterías que hacemos,
unos y otros,
ahora y siempre
con tal de no estar solos. 

("Sangre en las rodillas"-2012)






Sola puedo

Cuando estaba en los brazos de mi primer novio, era feliz. Deseaba que se detuviera el tiempo en aquellos momentos, y me sentía a salvo de cualquier peligro.

-"Te voy a querer siempre"

Cuando caí en brazos de mi segundo novio, era feliz. Deseaba que se detuviera el tiempo en aquellos momentos, y me sentía a salvo de cualquier peligro. 

-"Te voy a querer siempre"
Cuando amanecía en brazos de mi tercer novio, era feliz. Deseaba que se detuviera el tiempo en aquellos momentos, y me sentía a salvo de cualquier peligro.

-"Te voy a querer siempre"

Cuando volé hacia los brazos de mi cuarto novio, era feliz. Deseaba que se detuviera el tiempo en aquellos momentos, y me sentía a salvo de cualquier peligro.

-"Te voy a querer siempre"

Cuando ya perdí la cuenta de los brazos, piernas y tentáculos que me envolvieron para salvarme de las amenazas y las angustias del mundo, me di cuenta de que no era realmente feliz, de que en ningún sitio estaba segura y de que el tiempo jamás se detiene.

Que mentimos al decir "siempre", porque "siempre" es tan improbable como "nunca".

Nunca voy a ser feliz.

Nunca voy a estar a salvo.

Siempre es igual...

 ("Antídotos contra la belleza")









Palabras

Me dijiste que eras un espíritu libre, incapaz de atarte a nada ni a nadie. 
Que era muy pronto para establecer ciertas rutinas y que no estabas preparado para asumir ningún tipo de compromiso. 
Que lo importante era el cariño, disfrutar del sexo aquí y ahora, cuando nos apeteciera, sin reglas ni horarios establecidos.
Que las relaciones abiertas son enriquecedoras y ayudan a mantener la chispa del principio y a conservar el misterio.
Sin embargo, cuando viste aquellos condones usados en la papelera de mi dormitorio, enmudeciste de repente. Se te puso la cara roja y te marchaste farfullando entre dientes dando un fuerte portazo.
Pero, ¿en qué quedamos?
¡jajajajaja!

Idiota...

Del libro Sangre en las rodillas, 2012






UNO

Que me olvide de él, "que hay muchos peces en el mar", no paran de decirme.
Sí, pero yo quiero ese pez. No es igual a todos los demás, aunque ellos no sepan verlo.
Y no quiero ningún otro, quiero ESE.
Sí, ya sé que el cielo está cubierto de pájaros, que la tierra está sembrada de flores y que en el mundo hay millones de personas. 
Pero entre la infinidad y la multitud puedo distinguir perfectamente al pez y al pájaro que quiero, a la flor que me agrada y al hombre a quien amo. 

("Sangre en las rodillas"-2012)






ME CORTÉ

Me corté el pelo,
(como quien suelta un lastre)
para que no pudieras agarrarme,
ni arrastrarme por el suelo
como si fuera una pieza
o un trofeo.

Quise seguir cortando
empezando por los brazos
y siguiendo por las piernas.
De pronto llegué al vientre…
(y se me fue la tijera)

Pero al ver mi cuerpo arañado
en el centro del espejo,
pelón y destartalado,
supe que igualmente
me encontrarías
(lo supe desde el principio,
que igual me atraparías)

Al borde del precipicio
y con el pánico a caer,
no me queda otra salida
que entregarme a mi verdugo.
Estoy jodida.

("Sangre en las rodillas"-2012)




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