sábado, 17 de agosto de 2013

VANNA ANDREINI [10.348]


Vanna Andreini 

Padova, Italia, 1970. Se graduó como Licenciada en Letras en la Universidad de Buenos Aires, UBA. Enseña lengua y cultura italiana en la Universidad de Bologna sede Buenos Aires. Formó parte del grupo de investigación Poesía y traducción coordinado por la poeta Delfina Muschietti en el marco de los proyectos Ubacyt. 

Ha publicado Quemada / Bruciate, Editorial Siesta, abril 1998; Furias, Ediciones Belleza y Felicidad, septiembre 2003; Monsterinc, Ediciones Vox, enero 2005, que obtuvo el Premio a la Creación 2004 de la Fundación Antorchas y fue ilustrado por el artista plástico Sebastián Gordín, y Sirenas en la cama, Ediciones Gog y Magog, octubre 2008. Como traductora ha trabajado en uno de los primeros libros de Pier Paolo Pasolini, Donde está mi patria, Ediciones Gog y Magog 2008; y el libro La sala de los mascarones de proa/ La sala delle polene de María Hortensia Troanes, Grupo Editor Latinoamericano, Colección Nuevo Hacer, Sepetiembre 2010. Una selección de poemas de su próximo libro, Salud Familiar, fue publicada en Ediciones Presente en abril 2012. Algunos de sus poemas van a ser parte del libro de próxima aparición País imaginario: escrituras y transtextos 1960-1979, Amargord, Madrid, cuyo prólogo ha sido elaborado por los poetas Maurizio Medo Ferrero, Mario Arteca y Benito Del Pliego. También salió una selección de poemas suyo en la revista Oltreoceano 06, Donne con la valigia. Esperienze migratorie tra l’ Italia, la Spagna e le Americhe a cura de Silvana Serafín, Profesora titular de Linguas e letteraturas Hispanoamericanas de la Universidad de Udine, en abril de 2012. 




Furia

de I.Sistemas medios


      "Non sono pazzo, fratello. Non siamo pazzi quando troviamo 
il sistema per salvarci. 
        Siamo astuti come animali affamati. Non c´entra la pazzia. 
È genio, quello. È geometria."
                                             Alessandro Baricco, Novecento.



Panorámica.

Un paisaje lunar
beige descarnado
el ángel negro
vuela
húmedo
sobre el promontorio
¿por qué 
no hay nada
tan monstruoso
como una chica
en  brazos 
de desconocidos?
Camino desnuda
por el espacio
del pecado
infinito blanco
hija y madre  
borro el placer 
grito
borro el dolor.
                                    


de II. Mi pequeña barca


         "Ho sfilato via la mia vita dai miei desideri. 
Se tu potessi risalire il mio cammino, 
        li troveresti lì uno dopo l´altro, incantati, immobili, 
fermati lì per sempre a segnare
                                     la rotta di questo viaggio strano..."
                                     Alessandro Baricco, Novecento.



Concertino

Educada
para entretener
pequeñas plateas
suonatore ambulante
sin placer
en un acto de
extrema excentricidad
resuelvo
la sirenita cambia
de forma 
o muere
amar en uno
anonimato tranquilizador
liquida respiro
impune 
planeo un monstruo
lineal
medieval y geométrico
rápido e invisible
algún día caerás
mortal y para siempre.





                                      El último de los lugares
        Gaia Fabrizi /vanna



                             Con amor o con odio pero siempre con violencia.
                        Llegar hasta el confín no es nada; volver de allí es atroz.
                                      Cesare Pavese, El oficio de vivir.


              
de El último de los lugares


Pecas en la cara.

Hasta que vuelva
sola
reordena los argumentos
no comer
por no comer
por no comer
contra sí misma
hundida
la almohada sobre el pecho
sin decir
la mirada torva
para ella
el dolor il dolore 
de no haber visto di non aver visto
una madre muerta mia madre morta
¿y la culpa?
una conciencia bien nutrida
de tejidos elásticos
para todo tipo
qué asco 
los cuerpos malformados
y recuerdos
de niños down
que saltan
sobre la cama
caras gigantes y ojos
desorbitados
la luz entra 
por la hendija
(polvillo de sol) a limpiar
que su voz 
levanta
"terror indómito"//
fabulosos premios
las esperan
señoras mías.


de Pertenencias

Proyecciones

                Dimmi, o luna: a che vale                                                                                       
al pastor la sua vita,                                                                                    
la vostra vita a voi?                                                                                
Giacomo Leopardi


Esta quieta noche
esconde mis manos
atravesadas
por torrentes de barro
manos de vieja
con apenas veinte años
el deporte es salud
¡salud! ¡saluden!

los ojos abiertos
beso la pared
que me sostiene
quisiera cruzar                   al reino de los muertos
o ser chupada
por un rayo de luna
y proyectada afuera
de esta esfera celeste.


La monaca di Monza

Los ojos hinchados 
escondidos 
en la incoherencia del dolor 
una mano asoma 
amputada 
a su mundo 
madre   madre 
navidades 
pascuas 
cumpleaños 
el placer 
de sonreir 
¿ cuánto dura 
la eternidad? 
la tierra sobre los pies 
un grito ahogado 
l´amore non salva 
    non redime 
su piel áspera 
y el cuello 
húmedo de cosquillas 
olores ágrios 
sobre la cama 
niña 
juega 
incansable 
una monja no es madre 
se llama madre 
esta pared 
incuba su muerte 
precoz. 
  
  

La quiete dopo la tempesta 

Enfermeros de ojos azules 
blanco 
toman mis manos 
rien amparados 
por mi temor 
dejo de respirar 
simulo no sentir 
blanco 
informaciones desde el exterior 
la multitud 
corren 
montan a mi alrededor 
un rito 
lo vi antes 
violación 
blanco 
blanco sin cuerpo 
asceta.



Hay

I.


Sherezade despierta


la boca pastosa

y un dolor sordo en el cóxis

un viento fino mueve la arena

no hay movimiento a estas horas

es luna llena

se ve ondulado el desierto

un calor pegajoso

le baja por las piernas
un olor dulzón
la embriaga de miedo

son doscientos ochenta días

que no hay palabras
en su vida
sólo gestos

los del amor

agarrarlo
tocarlo
besarlo
trepar a su cuerpo
y moverse moverse
hasta verlo exhausto

los de la espera

medir su vientre con una cinta
mirar su forma en el espejo
esconder la cabeza
para llorar

doscientos ochenta días

sin palabras en la boca
y ahora este grito
le desgarra la garganta
y los oídos

llegan las viejas

cuando se vuelve
de piedra
hechizada
por un genio impaciente

cesaron las palabras

cuando terminó la conquista
y ahora
otro cuerpo debe ser ocupado

Sherezade deja que la sostengan

que la desnuden

sentada en el borde de cama

la espalda apoyada en otra
que firme la mantiene erguida

¿hay palabras Sherezade ahora?

¿cuál es el gesto que te define?

¿evitaste la muerte?

una sombra oscura

le cruza los ojos


también se muere


dando luz


a una nueva historia.



II.


Hace horas que Morgana mide

mililítricas gotas de veneno

sus aprendices la miran

ancha manipular precisa

llegó el momento

las mira severa

se mueven según el plan

se disponen a ocupar sus puestos

en el centro

Morgana ingiere la droga

pasa el brazo derecho

pasa el brazo izquierdo
por las sogas que cuelgan

las aprendices la alcanzan

aprietan los nudos
controlan el revestimiento de telas

por ningún motivo

la deben descolgar
son órdenes

la poción le nubla la vista

el dolor de la contracción
pasa una vez

respiran profundo

Morgana se balancea


mi hamaca que vuela

mamá me empuja
la noche brilla
choqué un pájaro mamá
desplumalo
sacá un brazo
no puedo
!!soltá el brazo ahora!!
voy a caer mamá
dame
dame la poción
atrapá al pájaro
se va se va
sin pluma no hay poción
y siempre siempre
te quedarás chiquita
serás una bruja niña
truncos tus poderes
sólo encantaras a las hormigas
ni a un hombre
no puedo mamá
mi brazo no está
¡no es mío!

Morgana se debate


no se la puede tocar

la cabeza de la criatura asoma
hay que sostenerle las piernas

el pájaro viene hacia mí

mamá
me besa
PERRA no me dijiste
que era hombre
ADENTRO
se mueve por el dolor
¿temes quedar atrapado?

es ahora

se acerca la elegida
y con el puño cerrado
da uno dos tres golpes

un llanto ensordecedor

se incorpora a la habitación

se miran

es el momento de soltar las sogas

se voló

me dejaste pájaro
no era adentro mío
que querías vivir
¿qué haré ahora
dividida?

una niña azul

abre sus ojos
entre los brazos
de cuatro aprendices

lo hizo sin dolor

entre sueños
venció el vaticinio de dios

y de su serpiente.





Me impresiona mirar  la sangre
que sube por la jeringa
me inmovilizo
dentro de la plaqueta de vidrio
que se colorea
mientras recupero la fuerza
por mirar

me impresiona cruzar puentes
no se mantener la vista fija
en la otra orilla
demasiado lejos
siempre demasiado lejos
y voy hipnotizada hacia
el borde
con la firme convicción
de que nada ni nadie podrá
evitar mi caída

con cada puente
reaparece
recurrente y demarcada
la pesadilla aquella
el auto de mi madre
una Dyane naranja
mi hermana y yo
sentadas atrás
veíamos pasar el paisaje sin saber
cómo detener el auto que
caía hacia el río
especularmente
adentro y afuera

no sé cruzar puentes
de ningún tipo
cruzar del italiano al español
fue entonces, a los 15, sentir el abismo
atraerme hacia sí
quedarse sólo con las miradas
mudas de una escena infinita

pasar hoy de uno a otro
es como nadar
y enfrentar la corriente
se puede estar entrenado
se puede conocer el río, los vientos
se puede sentir hasta cierto placer
al desvestirse para sumergirse
pero la llegada al otro lado
pone en riesgo mi cuerpo
que despacio
de vez en vez
se despoja de todo movimiento estético
para asirse a lo necesario
dar brazadas efectivas y resistir
y en la otra orilla
la confusión de un cuerpo cansado
la angustia de la recién llegada
siempre siempre recién llegada
de un lado y del otro
del curso del río.



“A te “

Jovanotti suona e suona
y todas sus palabras de amor
son suaves dulces acariciables
pienso en usarlas
para mis poemas
“sei sostanza dei giorni miei
sei sostanza dei sogni miei”
las escribo las transcribo
las miro las repito
la lengua de mis fantasías púberes
rebota en mi mente 
me entontece
y no llega
no llega hasta mi mano
como si gota tras gota
ella
destilara un veneno secreto
que paraliza mi escritura
que disuelve mis palabras de amor
toxicidad reactiva
aún en el  cuerpo de mi español


***


Un día cualquiera
un berrinche cualquiera
respiro profundo
mientras
acongojada
-sí, ésa es la palabra,
barroca y en desuso-
espero el final
una y varias 
personas cercanas
dictan sentencia:
 ¡que paciencia!
mi boca se curva sola
en una sonrisa
a la que no se imprimirle
expresión alguna
tanteo o saboreo 
el insulto solapado
en vilo 
sobre esa delgada
línea 
no sé dónde apoyarme
¡que paciencia!

Un cura dominicano
infinitamente blanco
sus ropas su barba
camina entre nosotros
sus ovejitas 
nos protege nos enseña
la paciencia es la virtud
de los ricos de espíritu
los pacientes
pueden
esperan
soportan
siguen
sus pacientes
atienden en la tierra
el reino de los cielos

un berrinche cualquiera
un día cualquiera
una madre expulsada
por pobre de firmeza.


Orfeo

apoya la cabeza sobre el escritorio
busca claridad entre notas y palabras
la luz invernal
que entra por la ventana
lo adormece
el sueño  a la luz del sol 
repara

Ella
bailarina de sus notas 
sin sonido
lo cubre
respeta el genio
responde a su educación
cierra y sale

Caperucita sin canasta
sin sendero
busca un lugar
desde el que tirarle 
pan a las palomas

sueña un hombre 
capaz de cruzar ríos
de ganarle a perros de tres cabezas
de convencer captores
sueña un amor fuera de serie
que le dedique poemas y canciones

una niña con una varita luminosa
espanta sus palomas
que la despiertan de sus ensoñaciones
¿qué espera del amor?
¿ser rescatada? 
¿todos los días?  ¿de sí o de quién?
todos los días no
una sola vez 
y luego
repetir
el abandono inicial
un hombre que al mirarla
la abandona
a su oscuridad
princesa muda y sin sonrisas
hermana de los seis cisnes 
de los hermanos Grimm
teje esas camisas salvadoras
mientras espera la hoguera

ahora corre y corre
se aleja de sí 
y de los lobos
¿cuál es el amor capaz de salvar?
¿el arte?
Arte y Vida 
vida o arte
tropieza
se resbala 
cae
y el auto no alcanza a frenar

Orfeo sueña
una protagonista femenina
que esté a la altura
de un drama intenso.


Transformers


VI

Optimus Prime
es una presencia constante
entre nosotros
un objetivo que sus cuatros años
quieren destruir
y mis cuarenta y cuatro
enalzan como un dios
¿ a qué jugamos?


VII

Mi parte
en los juegos
fue hacer del mal

todo aquello que una
quiere esconder
de su propia genealogía
condensado
en veinte minutos
de simple maldad
vencida
castigada
por pequeñas sirenas
por pequeños powers rangers.

Interpretar al mal
ante los ojos
iluminados
de mis pequeños
satisfacía
mi cuerpo
devastado por la lucha
entre el mal universal
y el mal que se te pegotea


Pero ahora
soy Optimus Prime
el guerrero heroico
intachable
el bien sin esfumados
el juego está invertido
quién va a morir
soy Optimus Prime
y me entrego
a la voraz maldad
de Megatrón
despatarrada
envuelta por el chirrido
rítmico
del ventilador
me entrego
al final
de mis creencias católicas
pequeño burguesas
el mal
me gana
Amadeo  salta triunfante
y yo yazgo sin recursos
simbólicos
que me permitan
seguir siendo
el bien. 













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