martes, 28 de mayo de 2013

ÁLVARO DÍEZ ASTETE [9907]


ÁLVARO DÍEZ ASTETE
 (La Paz, Bolivia, 1949).- Poeta y novelista. De profesión antropólogo. Ocupó diversos cargos públicos entre ellos la Dirección de Investigaciones del Museo Nacional de Etnografía y Folklore. Profesor universitario.
Luis Mérida Coimbra comentó Viejo Vino, cielo errante al señalar que "su poesía es anterior al pecado y a la conciencia y a toda forma de moral: es una inocencia reconquistada, una constelación de astros y de sílabas que giran en un centro catalizador".
Leonardo García Pabón por su lado escribió: "La mirada de este narrador es más bien reflexiva que emotiva. No vive su aventura poética como sufrimiento o exaltación, sino como aprendizaje y pensamiento".
El verso ‘40’ de Homo Demens, dice: "Hay un ruido sin motivo ni sentido alguno en el techo de mi cuarto. Tal vez tenga una causa no natural, fantasmal o ancestral. Tal vez sin causa alguna ese ruido en el techo de mi cuarto, sólo está solo, y se deja estar".

LIBROS

Novela: Devoración (1983).
Poesía: Viejo vino, cielo errante (1981); Abismo (1988); Cuerpo presente (1989);  Púrpura profunda (1993); Homo demens (2000); Sonetos bizarros y otros poemas (2003); Escritura poética elemental (obras completas, 2003).
Antropología: Pueblos indígenas de tierras bajas (antropología, 2002); Necesidades básicas de aprendizaje: Amazonía boliviana (2002).





Mitología

En el mar,
vida de una sola vida,
van vírgenes en canoas,
hacia el lecho:
luminosa lejanía,
alma de espiga;
detrás vuelan negras águilas
desatan montes de nubes desesperadas
un demonio nace aleve y grita:
la historia del fin comienza
el grave placer las mata
y arden eternas.
Se hunden las naves desiertas
en el mar.

(Publicado en Púrpura Profunda)






El mundo de nuevo

Escúchate al amanecer,
tu voz en la tierra,
el rostro hacia los últimos astros,
la tierra musgo hierba roca
ríos
antorchas
vientos
espejos
tambores
el cielo inicia la procesión de máscaras,
el horizonte crece
y termina el mundo:
mira tu rostro en el agua
al amanecer.

(Publicado en Púrpura Profunda)







Ella

No habrá más voces en el vientre
la púrpura se quemará en la soga
del ahorcado y la viga y la casa
bajo los bosques umbríos y los bosques
se harán ceniza en la misma ráfaga de sol
porque ella recorre gritando la tierra
del viento, abre el cielo
y ve la sangre bajo la lluvia
la sangre devorando la lluvia
ella se yergue en su lecho oscuro
bajo la lluvia y despierta y de súbito
oye en el resplandor de las aguas
su voz:
el cielo se cierra sobre la tumba:
adentro yacen los espacios infinitos
afuera el cuerpo
solamente la locura los separa.

(Publicado en Púrpura Profunda)








El animal en la noche

El animal en la noche
sea de selva o de hotel
gime, llora, brama, grita
tan hundido con sus vísceras
aún en amor anhelante
ciego de noche así vive
entre humanos
que lo cazan y lo aman
como él ama y caza:
animales en su noche.

(Incluido en Sonetos Bizarros y Otros Poemas)







La especie sobrenatural

A
Néstor Agramont (+)

Cuando miro el paredón que ha quedado cautivo
entre las hiedras de cada año anterior
me sorprendo en la evocación
de un recuerdo de insectos
prendidos a mi cuerpo
y lentamente surgen a la memoria del oído
brotando de un horror
gritando veloces, viniendo a mí, buscando en mí
el refugio y el olvido
los sonidos de una huella salvaje;
imploración muda de aquellos días alzándose
ya inmóviles
en el amor
alzándose en cuerpo y alma
de la oscuridad llena de hojas
de la espesura
de la sangre en las orillas de los pozos de agua ciega:
allí se iluminan los lugares secretos
por donde ha pasado
la vida,
porque la especie sobrenatural
es natural en su mundo.

(Publicado en Púrpura Profunda)




Poemas, incluidos todos en Escritura Poética Elemental (Plural Editores).


II

El viento es voz
En el jardín que desciende:
Sangre oscura retumbando
En un viaje de la muerte
Hacia su cuerpo.
El cuerpo de oscuridad
Dolor de la vida
como una luz;
Arquitectura del frío
Hondas manos de poesía
Ojos de la noche.
El cuerpo
Vivirá sin tregua
En el alma del mundo,
Conocerá sin terror el terror del universo:
Aquél que vuelve
Para sacarse el cuerpo.

(Publicado en Cuerpo Presente)






Verbos

Amar volar
verbos de la poesía
volar amar volar
olor de tu cuerpo desnudo
amar volar amar
poesía de los verbos
volar amar
desnudo cuerpo de tu olor.

(Publicado en Púrpura Profunda)







Viento amando

Como viento de un mundo desolado
el pensamiento va hacia todos los espacios.
Como la oscuridad del cielo que lo envuelve
el amor permanece en el viento sin fin.
¿Dónde está quién?
¿Qué visión se abate sobre su cuerpo?
La noche.
Tú.

(Publicado en Púrpura Profunda)








(…)
El silencio de los cuerpos
quema el pensamiento
el silencio del pensamiento
quema el cielo
el silencio del cielo
quema los cuerpos.

(Publicado en Púrpura Profunda)







Crucifixión

Despertaba en un jardín
sobre el vacío,
y nada era cierto,
ni el espesor pastoso y frío de su sangre,
ni el olor a matadero de las flores
ni el gusto a polvo debajo de la lengua,
ni el silencio de los espacios del cielo.
Cerraba los ojos:
no había un pantano en su lecho,
no había un mador lento de degüello,
no había guijarros en su boca,
no había un cielo de terror.
Así le fue dada la vida,
así fue tomada la muerte:
su amor era pecado de la Fe,
luz devorando los cuerpos.
Los cuerpos se reproducían
en la Visión del Crucificado
antes de las tinieblas.

(Publicado en Púrpura Profunda)







Soneto en un cuerpo

Un día me dormí a tus orillas
y desperté ahogado en el desierto
sin nuestros cuerpos cedazo de deseo
con una tristeza que no puedo más
Ah en tu cuerpo hermoso oloroso a miel
vive la muerte disfrazada de mí
porque he muerto sin haber nacido
pues sin ti despierto solo en el terror
lee el soneto con banderas de amores
enloquece en el soneto bizarro
feliz, audaz, con imaginaciones
pues nunca más verás a los astros de Dios
ni a tu faz de famélico espejismo
en la orilla carnal del más allá.




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