sábado, 13 de abril de 2013

MARÍA SOCORRO LATASA MIRANDA [9623]



MARÍA SOCORRO LATASA MIRANDA
Aoiz, NAVARRA 1956. Entre su extensa obra sobresalen Arpegios de sobra herida (1989), Desde la luz y el tiempo (2005), Aproximación a la obra literaria de Damián Iribarren (2007) y Hasta el último horizonte (2008).



DECANTACIONES

                Ven. Vamos a recobrar ese paciente imperio de la dicha.
                                                                                      Olga Orozco

                                                                                                                                                               

El orden natural progresa en el raigón de los días.


II

Irradia luz
en las orillas de la tarde.


III
Bajo la sombra fresca de los avellanos
-igual que un alfabeto-
un nombre escrito sobre una piedra.



IV

Un nombre
apenas doce veces permutable
con alas de música y de viento.
Un nombre que respira
y nos dice buenas tardes con un beso.


V

Reconozco los modos
donde opera la prisa.
Y como un asombro más
sigo la sucesión de Fibonacci: xn = xn-1  + x n-2
con la mirada puesta
en el grosor de las ramas de los árboles,
en las nervaduras de las hojas de los tallos
o en las espirales de una caracola.


VI

Entre el surco y la sed, 
¿Qué signos trazan su abandono y dejan en el aire
un río abierto de preguntas?
¿Qué voz nos llama
y nos decanta en vuelo
desde el mercurio de las horas
hasta el rojo cinabrio?
¿Qué proyección de imágenes sucede
en los intersticios de la tarde
como si fuera siempre,
como si todavía y  desde lejos,
alguien viniera a recordarnos:
Ven. Vamos a recobrar ese paciente imperio de la dicha?



VII
  
¿Qué vestigios preceden a este instante
larvado en canto?
Brindo por la verdad que se ignora
bajo túmulos de silencio.
Brindo por los nidos, las semillas y el fruto de los árboles.
Por las mañanas de mi infancia,
por las tardes de junio a la intemperie
y ese rumor tan dulce de la hierba.
Por la fórmula exacta
que me conduce al poema.
Por el océano, la arena y los canchales
recuerdo de unas islas.
Por las discípulas de Pitágoras e Hiparchia,
Hipatia de Alejandría y Aspasia de Mileto.
Por los ríos y ciudades,
por Montmartre, Notre Dame
y los puentes de París. 
Y por la canción de mi madre
y todas las palabras
inscritas en las páginas
de un libro hermoso y verdadero.
                                                  

       Diplome Accessit  14e Concours Internationale de Poésie
       Association Internationale La Porte des Poètes  (París, 2011)

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