lunes, 27 de agosto de 2012

EDUARDO CHICHARRO BRIONES [7.599]




Eduardo Chicharro Briones

Eduardo Chicharro Briones (Madrid, 1905 - 1964), pintor y poeta español, fundador y uno de los principales teorizadores, junto a Carlos Edmundo de Ory y Silvano Sernesi, del Postismo, movimiento de vanguardia surgido en España a mediados de la década de 1940.

Eduardo Chicharro Briones nació el 13 de junio de 1905 en Madrid, en la calle de Ayala del Barrio de Salamanca. Su padre fue el pintor Eduardo Chicharro y Agüera (1873-1949), que había sido pintor de cámara del rey Alfonso XIII.

En 1912 su padre es nombrado director de la sede en Roma de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en sustitución de don Ramón del Valle-Inclán, por lo que toda la familia se trasladará a Roma, ciudad en la que permanecerán hasta 1925.

En el período 1928-1935, tras haber realizado el servicio militar en España, regresa a Roma para disfrutar de una beca concedida por la Real Academia de Bellas Artes. Ahora entra en contacto con el pintor surrealista Gregorio Prieto, con quien realizará una serie de experimentos artísticos que anticipan el Postismo, y con César González Ruano.

Realiza varios viajes por Europa, contrae matrimonio con la pintora italiana Nanda Papiri (1937), conoce a Silvano Sernesi (1941) y regresa definitivamente a España en 1943 para desempeñar el cargo de profesor de Dibujo Artístico en la Escuela de Artes y Oficios y el de profesor de Pedagogía del Dibujo en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. También comienza a frecuentar las tertulias de los cafés, especialmente el Café Pombo.
En 1944 crea, junto con Carlos Edmundo de Ory y Silvano Sernesi, el Postismo, movimiento estético que pretendía ser una alternativa a la Poesía desarraigada y arraigada de entonces y que pretendía asimilar el conjunto de las estéticas de vanguardia que habían frutificado antes de la Guerra Civil, de lo cual su nombre, cuyo significado primitivo era "el ismo que viene después de todos los ismos". Funda con sus compañeros la revista Postismo, cuyo primer número corresponde al 31 de enero de 1945 y que será suspendida al poco tiempo por las autoridades del Régimen, encarnadas en el Director General de Información y Turismo, Arias Salgado, y el Director de Prensa, Juan Aparicio. La revista reaparecerá unos meses después, en abril, con el nombre de La Cerbatana, corriendo una suerte similar.

Durante este año y el siguiente escribe numerosos poemas y relatos, realiza exposiciones, imparte conferencias, colabora en revistas, publica artículos...

Una vez olvidado el Postismo, a lo largo de la década de los cincuenta, escribe su libro de poemas Cartas de Noche. Fallece el 16 de marzo de 1964 en su casa de Madrid, unos días después de terminar su novela El pájaro en la nieve.

Obra

Akebedonys 1930 (1935) (teatro).
La pluriingüe lengua (1945) (sonetos).
La lámpara (1945) (teatro).
Tetralogía (1949-1950) (poemas).
Cartas de Noche (1950-1960) (poemas).
Música celestial (1947-1958) (poemas).
El pájaro en la nieve (1964) (novela).



SONETO 

Tus ojos son dos lámparas de aurora, 
tus miradas, saetas relucientes;
 tus pestañas, alud; resplandecientes 
Tus cejas son de amor, Altisidora 

 Oro son tus cabellos; y hasta Flora 
te envidia las mejillas; por tus dientes 
se oscurece la nieve; tus ardientes 
rayos mides con Febo retadora 

 Tus pechos son rosales, y tus brazos 
entonces serán yedra enredadera, 
anclas y arpones, y tus dedos, lazos 

 Ansí, ¿qué seré yo? ¡Tu escupidera! 
y tú serás mi sol; yo, tu negrura; 
mi amor, tu rir; tu rir, mi holgura... 

 (y porque dura) 
mi amor, morir; te amar, locura.

Antología de Poesía Amorosa Contemporánea
Recopilación de Carmen Conde
Editorial Bruguera, Barcelona, 1969


SONETOS DE LA PLURILINGÜE LENGÜA

Estarme quieto, recoger el loto
de mi lengua sencilla y que es pareja
a casa sin cimientos y sin teja
por lo que en sí de viuda ya le noto;

estarme quieto, sosegarme inmoto,
desaparejar lo antiguo que apareja
mi pensamiento aquí entre ceja y ceja
hasta alcanzar la fuerza del gimnoto;

llegarme al fondo junto a la murena
entre madréporas, tubíporas y actinias;
subirme luego donde el argonauta

con las algas se cruza y la sirena,
y al fin volver del mar a las insinias
de noctilucas y el nautilo pauta.


*



Y quise ser de leche y de cebada,
y quise mis desdenes y desvanes
vaciar de mastodontes y alacranes,
y quise mi pupila y esta dada

hora, que es para mí por desvelada,
limpiar de comezón; ¡tan son mis canes
hartos de pluriloquios que devanes,
oh astro mar, en esta mi morada!

Y ya llegando al fin de lo certero
en este mar que a nupcias me condena
yo quise ser de noche y de astrolabio...

Quise ser lo que quise porque quiero,
que el querer, el querer, el querer llena
y yo solo conmigo gozo y rabio.



*



Cuando aún el sueño en el talón nos pisa,
salidos de la noche a la extrañada
claridad matinal, no somos nada,
sino vagas fantásimas sin prisa.

Y a tenerla nos llama y nos avisa
el salto de la noche entrecortada,
el amor y el temblor, y la mirada
que sale de nosotros circuncisa.

Nada nos brinda a la inigual contienda
diuturna del trabajo y del acoso
más cerca del morir que del querer.

Allá vamos, deshechos, por la senda
del día, y ay, tan faltos de reposo
que éste de hoy parécenos de ayer. 



*




Será mi blanca tumba de madera,
será de siemprevivas y de orujo,
cordial en su acogida y verde lujo
de jaula, lonja, loca enredadera.

Será mi gayo túmulo escalera,
y en su huerto seráfico cartujo
mi cadáver será, sin más tapujo,
perdido lo mortal que antes vistiera.

Así deséolo yo que sean la caja,
el hoyo, el césped y la baratija
que ponen a los muertos los no muertos.

Digo que serán flores mi mortaja
porque entre los jardines que yo elija,
igual perfumarán mis ojos tuertos.




*



Lama, laúd, polilabial ginesta,
¡qué lindas son las hierbas de la noche!
¡qué limpias van saliendo sin reproche
las palabras novísimas de fiesta!

Las palabras castísimas que aquesta
boca pronunciar puede en un derroche
de mi alegría. Uncido el coche
del disparate, disparo mi ballesta.

¡Mas cuál es disparate tan redondo
si me llena de lunas y de aromas,
si de paisajes lléname y de gemas!

No, corazón, no tiembles y no temas,
que aquí muchas hay luces, y las lomas
se te dan lisas de la cresta al fondo...



*



Rueda el ojo de Dios, todo se apaga:
el lirio, la calandria, todo en furia,
calenturiento, líquida lujuria
del Ojo espectador que juzga y paga.

La lisonja del mal, la que se traga
los bienes del Can Grande y de la Curia,
se esconde bajo el polvo por penuria,
estrecha su pasión más quirofaga.

Y nosotros los dos, hechos de cruces,
nos hablamos a tientas en la noche
de los sentidos, nos miramos bajo.

Y bajo nos tocamos. Tú produces
luces en mi memoria. A troche y moche,
deslízote en la mano un renacuajo.




*


a Carlos Edmundo de Ory

¡Oh, buen amigo, aquel antiguo Carlos,
dónde se van los años, con la quema,
floridos, de nosotros, diadema,
tan prietos, tan huidos, recordarlos!

¡Oh, recordarlos!...Sin amor amarlos,
sin flor, sin luz, sin madre, hasta la extrema
vez que me hiciste presagiar poema,
cuando los cante, años atrás, cantarlos.

Y tras cantarlos, sin pensar, decirlos;
cuando yo recordaba tus arpegios
tus de niños ambiguos artilugios;

tus espejos, tus graves sortilegios,
esperando encontrarte subterfugios;
de ruiseñores, perlas, mirlos...

[Publicado por El Toro de Barro]


Eduardo Chicharro es uno de los poetas más subestimados de la poética española. Creador del postismo, es un revolucionario vanguardista con herencia del surrealismo y el dadaísmo que busca en sus textos de posguerra un espacio experimental para la imaginación evasiva de la realidad.

Destaca por el ritmo musical, el humor, el absurdo, el nonsense, el juego de palabras y la fuerza expresiva en donde importa más la forma que el fondo. Esta corriente también fue desarrollada por autores como Carlos Edmundo de Ory, Ángel Crespo, Gregorio Prieto y Gloria Fuertes.

Esta carta a otro de los nombres fundamentales del postismo, Carlos Edmundo de Ory, es un ejemplo de su escritura:


CARTA DE NOCHE A CARLOS

Carlos yo te escribo trece trenes
trinos trece te estremece
y te envío mecedoras
a tu casa.
Que tu casa es una cosa
que no pasa.
En el filo sutilísimo te escribo
del estribo.
Puesto el pie en el mismo digo
como sigo por el hilo de tu higo
en el higo sutilísimo que sigo.
De mi casa a la tu casa sigo sigo
enviando mecedoras rutilantes.
Por la noche duermo, sueño, como, orino,
sueño papa manos pone tuyos hombros
cara tiene nívea cera transparente
gesto ambiguo de sus labios mucho temo
pasan cabras por sus ojos, dame leche
y en un coche por la estrecha remolacha
por los siglos de los siglos que me orino.
Pasan ciervos por mis ojos
luchan truchas en mi lecho
por debajo pasa el grajo, por la orilla la abubilla.
Que mis huesos son de corcho sueño a veces
y las heces que vomito son como oro.
Un gigante se aparece cada noche
y me dice cada cosa cada cosa,
cada cosa que no entiendo va y me dice.
No me llama por mi nombre el gigante ese
ni me tira de la oreja.
Te pregunto Carlos ahora por qué escribo
y te envío mecedoras.
Si te cuento lo que sueño no entristezco
a ningún amigo bueno que me escucha
por lo menos así pienso entumecido
ya a las puertas de esta noche.
¿Qué me espera?¿Quién se agita en la penumbra
que los párpados me cierra suavemente?
He aquí pues que vuelvo al sueño como un guante
del conejo que hay delante de mi fuente.
Guardo un trozo de casulla del gigante
pongo botas quito manías culego abrigos
traigo trapos y amontono las almohadas.
En un hoyo me cobijo, me hago el muerto
y en espera de que el sueño llegue aúllo.
Vuelve el viento, la casulla, la osamenta,
el gigante, el calcetín y la abubilla.
Mientras tanto, Carlos, rápido te envío mecedoras.
¿Las entiendes? ¿Tú las ves que te las mando?
Si entre tanto te lo cuento estate atento
al bicho ese que se sube por las barbas
es un tanto alocadillo y come mucho.
Al abrigo de la noria está la liebre
el molino escupe hilera de cipreses
el anciano da patadas al pesebre
el obispo zurce el culo de la avispa
y en el mango de la escoba vive el piojo.
¿No ves Carlos por la noche tú también
un portero con al hombro una escopeta?
¿Tiene una hija ese portero tú también?,
con la mano me hace señas y me enseña
una cosa mucilaginosa. ¿A ti no?
¿He de decir que me canso, que de cansar estoy vivo?
¿O he de decir que me vivo, que de vivir estoy canso?
Le me I write you, my dear.
Digo que me digas que digo
a estas cuatro paredes mi pena
mi congoja de hombre destartalado.
¿Soy yo cura, ámbito habito
o es el hábito del obispo
que hace al monje o no lo hace?
Sigo enviándote mecedoras,
cuídalas, límpialas, pómpalas,
góndolas, lámparas, ordéñalas,
albérgalas en tu pecho
que el sultán viejo lo dice:
si el refrán mata a la rata
pon tu casa enjabelgada
que a decir viene lo mismo.



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