miércoles, 18 de julio de 2012

PAOLA CADENA PARDO [7.279] Poeta de Colombia



Paola Cadena Pardo 

Nacida el 28 de Marzo de 1983 en Bogotá Colombia, es Licenciada en Español e Inglés de la Universidad Pedagógica Nacional, ha realizado estudios de poesía contemporánea en el Taller de creación poética de la UPN, ha publicado poemas en diversas revistas de la ciudad como la Revista de Poesía Ulrika, la revista literaria Rara Avis y en la revista literaria bilingüe Dreams de la Universidad Pedagógica. Además, ha participado como poeta invitada en eventos como el Festival Internacional de Poesía de Bogotá, en los Juegos Florales de Caldas realizados en la ciudad de Manizales y en las Lunadas Poéticas de la organización literaria Corpoulrika. 
Ha publicado el poemario Hotel (2008) y Cinema (2012). Poemas suyos han aparecido en diversas revistas y antologías de Colombia, España y México. Además, ha participado en varios encuentros como el Festival Internacional de Poesía de Bogotá, Poesía en Abril de Chicago, entre otros. Finalista del VI Certámen Internacional de Poesía Martín García Ramos, 2007. 


Habitación 303

LO QUE DIRÍA NICANOR PARRA LUEGO DE HOSPEDARSE AQUÍ
Mañana sabremos que la poesía no existe
Y todo habrá sido una pérdida del tiempo que se hizo palabra
La manía ingenua de creer que un árbol se parece a un poema
Y creer que ser poeta es ser algo
Cuando todo ya es nada
Mañana sabremos que es tiempo de llorar en letras
Por la palabra misma que ya no nace
bajo ninguna combinación
Como la mujer que ya no se encuentra
Ni en todos los trajes posibles
Ni en todos los escándalos
Ni en todas las lágrimas







EN EL PALOMAR DEL HOTEL

A Jorge Ospina

I

Las palomas no se levantaron de buen ánimo
me vieron llorando esta mañana y creyeron que llovería
yo no quise decirles que no era la lluvia
sino que eras tú con tus misterios de alas
que a veces deciden marcharse.
Las palomas insisten en secar las nubes con trapero
y yo les digo que el problema no son las nubes
que más bien deberían barrer mi alma
y dejarla lista por si esta noche
deseas venir a visitarla


II

Impregnada a lluvia como estoy
No podría entrar en tu casa
Mis cabellos parecen hilachas húmedas
Y mis ojos están mojados
Hice llorar el día pero no fue mi culpa
Juro que tan sólo buscaba tu casa
Y una paloma se cruzó en mi camino
Construyó su nido en mis manos
Y nunca salieron alas
¿Cómo le enseño a volar a este pájaro mutilado?
¿Cómo le digo que el cielo no existe?
¿Que duerma en mi pecho y sueñe con nubes?
Tengo miedo de ser la paloma
En otros tiempos las aves volaban
Ahora parezco una gallina
picoteando recuerdos
Sin levantar la cabeza ni mirar hacia el cielo







POEMA QUE SOSTIENE UNA PARTE DEL TECHO 
DEL HOTEL QUE ESTÁ POR CAER

Una suerte de poética
El hotel es la vida
y la poesía esta extraña columna que me aleja del cielo y me saca de la tumba
No son las palabras precisamente la poesía
sino más bien la palabra
que es todas y es ninguna porque no puede asirse a sí misma
no es la palabra de Dios     ni mi palabra tampoco
es una caja cerrada donde las aves vuelan
un cielo inmenso donde se arrastran los pájaros
La poesía no tiene porque ser algo
el hombre inventa su propio manicomio
desde el cual cree entender todo
el color de los otros
el aliento del perro
pero no hay vasos comunicantes entre un desvarío y el otro
Entonces
dejemos que algunos cuantos
se encierren en las letras
creyendo que son amantes
o dioses
o murciélagos
que más da…
cada loco con su cuento
o lo que es lo mismo
cada poeta con su dolor







PLACA EN HONOR AL FUNDADOR DEL HOTEL

Cada hombre es un hotel de paso
tiene habitaciones en sus manos y en su vientre
y la mejor suite siempre está en los ojos
aunque a veces sean opacos y callados.
Todo hombre tiene un bar en su garganta
y un corredor largo y oscuro
desde el alma hasta la razón.
A sus espacios diminutos llegan hombres y mujeres
con velas encendidas
o linternas desgastadas
Un día el hombre muere
y entonces llegan los gusanos
comen y beben
y luego se marchan sin pagar la cuenta.






3:00 a.m.

La oscuridad se escapó de la nubes esta mañana
y anda revoloteando en mi cuarto para esconderse en un cajón
—todos están llenos y se sentó en mis piernas—
entonces busca el suicidio en una bombilla
pero sólo encuentra velas y el fuego se quedó dormido en el agua de un vaso.
La oscuridad se llama Matilda y mató mi sombra
Ahora sí estoy sola
no tengo sombra y enterré la voz en un grito
—buenas tardes— le digo a la tarde y no contesta
ha de estar disgustada por tanta lluvia que le encargó Dios
y tanto pájaro que se murió en su boca
ya no sé que esto       creo que me caí del aire
buscaba un poco de llanto pero tropecé con unos dientes
y me obligaron a reír
no crean que estoy alegre
es culpa de los dientes y de mis ojos necios
que se cerraron ayer y perdieron las llaves en las hojas de ese libro
La verdad no sé que digo y estoy cayendo en ese hueco
¡llamen a Dios por favor!
¡cierren la ducha!
El agua está fría
Dios está dormido
Y yo no puedo más…







Hay días en que todo duele

Hasta este lento caminar de los minutos
duele en la superficie del reloj
—Yo no sé cómo siente el reloj
pero estoy segura de que duele—
Tan segura como lo estoy
de que esta canción significa tristeza y suena a todas horas
aún cuando todo está en el más absoluto silencio
Sólo digo estupideces porque tengo el alma muerta
Comprendan que ya no estoy aquí
me marche al lugar de los imposibles
y vivo allí             soñando cosas
viviendo nada
enroscada en los días como un gusano
que se pone hojas de eucalipto como alas
tratando de olvidar que no es oruga             sino lombriz
Te fuiste hace tanto que ya olvidé que te fuiste
y siempre creo que estas aquí
esperando a que yo te abrace para desaparecer de nuevo
pero siempre ahí
inamovible
Y ese estar como un vacío     como un eco
te hace eterno
Por qué la vida me ha ido dejando poco a poco
sin matarme
por qué no sé cómo se escribe esto que siento
y sólo digo estupideces porque me marché al lugar de los imposibles…





Hay una indigente gritando en medio de la autopista

Yo cruzo la esquina e intento ignorarla
pero sus ropas volando por las aceras
sus senos perdidos entre la mugre
y sus dientes manchados de palabras sucias
desvían mis ojos y me hacen mirarla
Es una mujer sin otro nombre que su rostro
sin la edad que cuenta años y muertes
Una mujer gritando frases que se parecen a mi destino
esta mujer me dice que me siente a esperar la lluvia
que compre un paraguas y tape el cielo con las manos
que corra sin mirar atrás porque me persigue el tiempo
que escriba versos que siempre olvido
y luego se escriben solos en el aire
La vida es una indigente gritando sola en medio de la autopista
Yo pensé que me gritaba a mí
Pero al parecer está hablando con Dios
Planean juntos el día para mi muerte…







Me casaría contigo sino fuera
porque tú no quieres hacerlo conmigo
Luis Miguel Madrid

Desearía casarme contigo
Construir una cama y acostar los olores
Parir un poema que fuera tu hijo
Y velar juntos su sueño en noches enfermas
Desearía casarme contigo
Pero el cura se rompió las piernas
Y se quedó mudo
La iglesia se calló a pedazos
Y los días ya no tienen fecha
La fiesta se echó a perder
Y el trago está adulterado
Sólo tendríamos una salida absurda
E improvista:
Casarnos en la próxima esquina
Con un perro por sacerdote
Y un poste por testigo…
Por eso
Dejé mi última carta en un buzón del aire
no sé si era tu casa ese nido extraviado
pero el árbol no corto su rama y soportó el peso de tantos papeles
tal vez ahora estén en tus manos
o en el cajón menos concurrido de tus horas
pero un día el papel y las canciones te hablarán de muerte
y justamente ese día yo no estaré muerta








Ah! Tanta ciudad que llevo dentro me pesa entre las manos
las ventanas del cielo se empañan con el smoke de los días
y la aceras limitan con el tiempo corriendo entre autobuses
mi casa navega entre este mar de canciones
y todas suenan al tiempo y no se escuchan entre si
hay un cepillo de dientes
una olla
y una cama que son míos
y me asomo a la ventana para entender que el cristal es un límite
-la frontera con mundos iguales que desconozco pero existen-
Los caballos arrastran la miseria de los hombres
frases partidas en bolsas de basura
y cartones cansados de empacar los sueños
y reciclarlos para vender promesas a niños que nacen
sin saber la oscuridad ni el silencio
Todo se mueve y sube y baja
mis pies se quedan quietos
pero los caminos se empeñan en seguir girando a sus espaldas
Un indigente baila en una esquina
feliz porque está muerto y ya no existe
El semáforo trenza los colores
y ya no se sabe si podemos seguir a estrellarnos con el día
o parar un instante mientras las sillas de los parques deciden caminar
huyendo de las parejas que reinventan el idioma con besos
de todos los estilos, longitudes y frecuencias
Las monedas caen sobre los vasos rotos
y la vida del mendigo sigue estando envasada
El poste sigue siendo sanitario
La parada del autobús siempre será otro plazo
Las canciones de los bares sacan a bailar la noche
y el señor teniente la envía de nuevo a su cama
para que no ocasione disturbios y aprenda a respetar el día
Las calles huelen a hombres de todos los colores y todos los estados
algunos medio muertos
tal vez medio cansados
La ciudad es este mapa que llevo en las manos
y este dolor que cargo en el pecho







CARRUSEL

Duele saber que las palabras se van manchando con el sudor del tiempo mientras intento limpiarlas con mi llanto. No conseguí que Dios detuviera este aparato que marea el alma y aprieta las piernas. ¡Déjenme en paz! No quiero cocinar pasos en ollas frías, tengo miedo. Mi bolsillo se rompió y se escaparon los años y el frío se filtra por ese roto que dejó descubierto justamente el pecho. Cierro los ojos y duele, lo que tengo por ver está dentro y no puedo huirle ¿cómo se cierran los ojos del alma? ¿Cómo se olvida que he olvidado y ahora todo regresa cuando ya no existe? . Este maldito aparato sigue girando aunque quiera sentarme y esperar a que el cielo decida bajar o lanzar escaleras que cuelguen de las nubes. Ayer descubrí que hoy moriría, entones al despertar bailé un Valse para despedir el movimiento, entré en ayuno para despedir el hambre, dibujé un desierto y la sed me abrazó, apagué la luz y encendí la tristeza, parí una sonrisa y me saqué los dientes, expliqué a las canciones que el aire moriría en unos cuantos minutos, puse las lágrimas en una copa y brindé con un búho ebrio, recorté papeles y escribí una carta muda. ¡Ah! he muerto tantas veces y ahora nuevamente empiezo a girar.
Publicó su primer libro  titulado Hotel en el 2008 con la editorial Ulrika, y su segundo poemario Cinema en Venezuela con Bid&co (2011).






La resaca es la ventana que me muestra el mundo en mañanas 
como esta donde todo huele a licor viejo
y el cuerpo es un temblor sin ritmo
como perdido en una música triste
La vida se te va en cada copa
y todo amanece muerto o en estado de coma
Esa sensación de soledad que no curan las voces
ese frío que penetra todos los recintos
y todas las horas
La vida es una copa de licor anisado
que me embriaga casi a diario
y casi a diario me mata


Paola Cadena



El árbol de sauce

Somos capaces en ocasiones de manosear paraísos que no vemos
pero creemos reales porque hablan
como si el hablar no fuera desde siempre una mentira
escribir papeles en puntillas que dicen la oscuridad
Un ruego puede ser también una sentencia
Un árbol puede ser un extravío
Siempre hay una mejor forma de perder en la vida
una más dolorosa
con los postigos encendidos para ver los cielos sin nubes
el tiempo deshuesado y canijo
la esperanza hecha follaje en vez de flor
La belleza tiene sus rostros más amargos en la mujer de otros
en el hombre que ya no es nuestro y que como ausencia poseemos
y los ojos son campanas que empezaron a sonar lluvia
a llover ruidos inteligibles y pérdidas sonoras
¿qué sabemos nosotros de luz y de oscuridad
si apenas hemos sido penumbra con una única vela encendida
en el vagón más apartado y terco de los hombres?






Los amantes del círculo polar

¿A dónde corren las niñas?
nadie nos enseñó que las cosas se pueden decir en dos direcciones
que la línea no siempre es línea y la vida es una casualidad
que se sucede a sí misma y nos sostiene con imposibles
la tristeza de lo que  no sucede
sino en la muerte
de lo que no abandona nunca su estado de presentimiento
y que es tan real como la fantasía de un silencio en medio de los gritos
Hay un sol que sale a la media noche
y el amor es un incesto sin inventarse
dos personas que se cruzan en las plazas para no encontrarse
El sexo es una forma de ser valiente
cuando se salta por la ventana para estar desnudo
para olvidar el juego y jugar sin infancia
Hay que regalar corazones rojos para que duelan
y matar una madre
para que las moscas nos hablen de partidas
de dolores ensimismados
de trayectos hacia el abismo
que no es abismo sino otra forma de dolor más hondo y más blanco
No hay otros ojos para ver este mundo
que veo con los míos
y que es entonces una mentira que yo inventé
para atar mis casualidades
¿Cómo se duerme detrás de otros párpados?
¿A dónde corren las niñas?





Amelie

El mundo se rompe con moscas y ocarinas
copas vacías picoteando el viento
y nacimientos rítmicos como un vals
Si asimilo que nada es cierto empezaré a creer
Cada hombre es un dibujo exagerado los he visto
la caricatura de un círculo imposible
pero también me enseñaron a estar sola
por eso sé inventar voces
y gritos
y llantos
Por eso aprendí a manchar las tardes de rojo
y las noches se me hicieron verdes
¡He destruido el mundo!
ahora sólo queda un recinto
mi venganza personal y las campanas
En ellas los hombres escriben orejas desmoronadas
me gustan esas cosas que no se dicen
que están perdidas en el silencio
Me gustan los hombres que hablan sin lengua
que inventan un llamado diferente al beso
es cierto                    me empeño en el absurdo
distraigo la muerte con una cajita de música
y apago las luces detrás de la puerta
Escuchar es advertir que el mundo existe
y callo
La escritura sobre el aire es la única que prevalece
por eso la música no se ve
Te amo porque supiste abandonar el mundo
creer en todo aquello que es manicomio
sanatorio interno y hermoso
¿Sabes que existen rostros inasibles?
yo llevo años construyendo uno
dibujando el imposible de una pantalla encendida
buscando
partiendo mis huesos para creer en delicias
¿Por qué me gustan los cofres? Preguntas
me escondí en un cofre de yeso azulado
-ábreme-
La vida se está escurriendo
es pertinente perder la cordura
escuchar un acordeón
cambiar de ojos o de pasos
abrir el pecho a dos manos rojas
un bandoneón y un piano
-todo indica que el mundo se está escurriendo y no es en mis manos-
Yo soy sólo una niña                       en mis ojos
pero tengo senos pronunciados
y un latir interno de prisas culposas
Si golpean a la puerta
es la realidad y viene fría
no quiero abrir
¿Deseas conocerme?
Siempre me escribo en la página 51




Mariposa de bar

Como si la pantalla fuera una casa que pretende sacarnos
y el muladar de las cervezas se desperdiciara en los sillones
he luchado con la mujer por quedarnos juntas en la mariposa
en el bar que vuela y puede ser mosca
en ese otro lugar que no es este y está aquí
para recordar que las copas son la razón válida de un latido
¿Cómo mantener el mundo abierto?
Cualquiera puede no ser alcohólico
y olvidarse de los llantos y el sinsentido
olvidar que las madrugadas son calzones rotos
y navajas desperdiciadas en pechos que ya están muertos
pero que no olvidaron el color de la sangre
Cualquiera puede no ser alcohólico.
No tener celos
No despellejar el mundo
-A cualquiera le puede faltar humedad -
-humanidad -
Pensar en lo que quiero ser
es decidir no ser nada
y encontrar razones para estar triste sin estarlo
y renegar de todo aquello que no pude soltar
por cobardía
por ambición
por idiotez
No me pesa lo que no tengo
sino todo aquello que decidí tener
porque el vacío es un honor más doloroso
más valiente
la sangre          la botella           el espejo
la mujer que vence a la mujer
y el anciano que se amarra el brazo para evitar un temblor sobrio
la prostituta vieja
la mujer huraña
el hombre que paga por estar triste
el ángel de la muerte que no mata a los ebrios
que sólo los asusta y canta ambulancias
todo
todo
todo aquello que nunca pude ni podré ser




Rompiendo las olas

La desnudez es un par de ojos sumamente abiertos
Una sonrisa de niña que no se sabe aún mujer pero quiere intentarlo
aunque los senos erectos le cuesten la vida
y la penetración se torne el juego de una iglesia sin campanas
Soy mujer y salgo a volar en mi caída
no aprendí a volar de otra forma diferente a los abismos
porque soy Dios y me castigo
Ser buena es una forma del dolor
como el pecado es a la vez un sacrificio
¿El amor?
el más pecaminoso de los martirios
Si te quiero podrías disgustarte
mi amor desagrada  a los hombres
les incomodan mis ojos abiertos a su cielo
y debo buscarlos entonces en otros cuerpos que me dan asco
-pero nadie le creerá a una puta-
mi amor no existe más que en mi llanto.
La bondad es una enfermedad cuya única cura está en la muerte




Las flores del cerezo

La vejez como un don de la memoria
regala el olvido como el silencio mayor
Olvidar para asomarse en otros ojos
y ver que la muerte es una mosca que no debe matarse
Una mosca que zumba de reojo en los días
y que se anuncia como la sentencia de un sueño
El desconocido de mi vientre se llama hijo
asistirá a mi entierro    pero no entenderá la tierra ni la muerte
no entenderá los años ni los fríos.
Sé cómo se muere cuando es necesario un baile
morir para que estés muriendo libremente
para que seas un hombre vestido de dama
un matrimonio sin cuerpo
que busca a Dios en un monte
Dios se llama Fuji
es un señor tímido que abrió sus ventanas
quiere vernos bailar el paso de su silencio blanco
La danza del Bhuto es un llamado
porque todos tenemos una sombra
un dolor y una búsqueda
Perseguir mi sombra
es una forma de bailar
Morir frente a un monte blanco
es una forma de estar vivo
La niña colgó mi nombre en su pecho
y luce mi sombrero como una lágrima
Así se van los ancianos
así los niños aseguran su muerte
su fatiga
su futuro de ya no estar
El amor es algo así como desentender el mundo
La mujer muere para que el hombre
con sus faldas puestas
baile en su ser.





Persona

¿Ya vio a la señora Alma? Enfermera
Sólo afirmó que quería reír
y murió
Alma es como mi Alma
que habla sola
como pretendiendo que yo escuche
cuando cada palabra me es otra forma del silencio
Mi Alma recoge las mugres de mi patio
limpia la memoria y encuentran carnes muertas
Alma acaricia las entrañas del miedo
y se escapa
pero siempre la encuentro
-está leyendo mi alma sola-
y quiere que le hable para confirmar que existo
He enloquecido a mi pobre Alma
sangran sus narices
como sangran las mujeres en su precio por estar vivas
Ella me pide perdón
pero No debió mostrárseme
y besa la tierra con su llanto
pero la luz de mi seno izquierdo dice que es mejor vivir sin alma
Mi alma se mezcla con el hombre que amo
pero él está ciego
no ve que es mi alma       que no soy yo
que me mató el silencio
A veces soy ella y a veces no soy
pero decimos lo mismo
el mismo dolor en las mismas palabras
Ella no quiere existir en mi nombre
ella sabe amar
yo sólo puedo silencio
¿Cuál es mi rostro?
¿Cuál es mi alma?
¿Dónde la mujer?






Villa del perro

Si desaparecieran las paredes las puertas y las ventanas
¿Cómo terminaría la soledad infiltrada donde no hay cobijo?
¿Dónde el lugar exacto para encubrir las miserias?
Las calles son un decir de frío             y el hogar
un muro falso que no cura al viento
.
Cuando se callan los ojos         el ruido de los colores se ha hecho súplica
el negro ofrece un placer bondadoso
y el blanco se hace máquina de fabricar angustias
El festín del dolor tiene llanto de mujer
y  es la penetración de un hombre que no desnuda más que el sexo
Cada dedo es porcelana marchita
que se quiebra por el martillo desatinado de los días
y deja la mano incapaz de asir la vida  el amor  la muerte
Cuando los ojos deciden aplomar la lengua         dejarla muda
los zapatos gritan sus pasos
y las moscas cantan con sus alas la fetidez de su existencia
el hielo al quebrarse llora su frío
y las puertas no se abren sino gimen
con el placer de una dama
Si sólo existe una villa y un perro
tal vez su ladrido sea el llanto único y más frecuente de Dios






Eterno resplandor de una mente en blanco

El amor es un árbol rojo
no conoce el verano
y nunca llueve sobre sus brazos
creo tener yo todos los nidos
-me llegan pájaros desde cielos que no conozco-
Si no te casas conmigo
por lo menos podrías llamarme
para que no te mire como a un extraño con nombre
para que no me duela el sexo
como un pecado sin alabanza
Ve a casa de vez en cuando a recoger las memorias
no quiero olvidarte
con tu olvido basta para derrumbar el aire
y en tu infancia de llantos           podría acaso ser tu madre
y no dejarte morir de hambre y de malos sueños
Cuando despierto del olvido
Te reencuentro
Siempre
Nunca
El mismo
El otro





La escafandra y la mariposa

Podría ser que las mariposas vuelen en los cadáveres que no han muerto
y que el cuerpo
sea  un cementerio
donde quedaron sepultados todos los roces
donde murió la vida             sin que muera el hombre
donde las agujas atraviesan los párpados para cerrar la puerta del lado derecho
y dejar que el alma vea sólo la siniestra del mundo
Mueres detrás de tus ojos y apenas puedes cerrarlos
el parpadeo como un temblor
para afirmar  o negar tu propia existencia
No deseo ser la escafandra
pero igual despierto en una cárcel
Yo no escribo con otras manos
pero es lo único que puedo hacer
ante la terrible quietud de los días
ante la imposibilidad de ser fuera de este pecho y sus rumores nostálgicos
ante la imposibilidad de que mis pasos se escapen de mis pies
y mis besos no sean sólo de mis labios
No soy la escafandra pero sigo siendo cárcel
mi rostro es la cortina de licores rojizos
Tengo mariposas
pero están encerradas en un silencio sin vuelo



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