martes, 22 de mayo de 2012

SASJA JANSSEN [6.898]



Sasja Janssen 

(Venlo, Holanda,  1968)  Poeta y novelista.  Ha publicado  las novelas  De kamerling (Editorial Querido, 2001) y Teresa zegt (Editorial Querido , 2005). Tras la muerte de su padre, Janssen se ha dedicado a escribir principalmente poesía.  Ha publicado Papaver (Querido, 2007)   y  Wie wij schuilen (, Querido, 2010).    Publica regularmente su poesía y sus cuentos  en las revistas De Revisor, Tirade, Raster and Het Liegend Konijn.  
Vive en Amsterdam con su esposo y su hijo.


Conjunto vacío

Sólo consigo mantener mi conjunto vacío
acopiando, claro que intento forjar el conjunto
de todos los conjuntos, es lo que me dicen
como si no supiera lo que es el vacío, me encanta la absolución
pero ya basta

Nadie quiere cambiarme por cero, pero me atengo a
las reglas, ¿podrían dejar que me ahogue cuando se me antoje?
Quiero estar entre los que se cambian
por una tarifa vacía, el sastre que se mide sus propios
trajes, un dentista que se extrae las muelas

Despoja cada día tu mente de los conjuntos
que penetran con sigilo en ella cual hormigas
no les falta razón, las hormigas
son así, sobre todo las empedernidas
pero con nada poco tiene que ver


(título original: Lege verzameling; extraído de Papaver [Amapola], editorial Querido, Ámsterdam, 2007)
© traducción española: Diego Puls 2011 (para el VIII Festival Internacional de Poesía de Granada, Nicaragua, 2012)


Abandono

Nos abandonamos. Sin devolvernos, faltaría más.
Queda algo de leche de perra en la nevera, no
lo olvides, somos tanta lástima y nos colgamos del
día verde oscuro.

Si no sobra nada, luego no lo lamentamos.
Ah, y mira también en el arcón, una vez había dentro
un ciervo. Vivo, la leche de perra no le agrada, sólo
nosotros sabemos lo sana que es, un ciervo cómo va a saber.
Dile que ignoramos qué le gusta comer para
vivir, así no será culpa nuestra.

Algunos pensarán que habitamos en las columnas de los
árboles, quien así piense ha leído muchas novelas.
Es absolutamente anacrónico.
Y sí, volveremos sin nosotros.
Adiós cielo enlutado de cipreses. Adiós ciprés celeste.

(título original: Verlaat; extraído de Wie wij schuilen [A quienes guarecemos], editorial Querido, Ámsterdam, 2010)
© traducción española: Diego Puls 2011 (para el VIII Festival Internacional de Poesía de Granada, Nicaragua, 2012)



Hombruna

Ayer casi se habían acabado los parientes, estábamos nosotros, pero hoy ya no.
Primero hubo tormenta de nísperos, luego vino la lluvia que nos cubrió cansina.
Todavía pensamos días de estío, también se vaciaron.

Con una maleta caminé por prados torcidos, los negros caballos te reflejaban
en su piel. Un porquero me cuidó hasta la penumbra matinal y me fugué
adonde tú nos habías empolvado. Allí comí de saltamontes su carne verde.

Cuando ya no recordaba cómo nos llamaban, me enterré junto a padres ajenos
de todos fui quien más supo esconder la respiración. Igual me despertó una hora
temprana, y acarreé mi maleta llena de pequeñas pertenencias una y otra vez.

(título original: Mannin; extraído de Wie wij schuilen [A quienes guarecemos], editorial Querido, Ámsterdam, 2010)
© traducción española: Diego Puls 2011 (para el VIII Festival Internacional de Poesía de Granada, Nicaragua, 2012)



Suburbana desatada

Voy a elegir mi propia muerte, soy suburbana,
no provinciana.
Ando por la terraza en mis shorts de lencería, asoman ojos
por todas partes, en mis piernas, mi vientre y mis shorts son tan escuetos
suaves y tan color champán, en este barrio con muelles de madera
sin agua, donde crecen piernas de chicas en las fachadas.

Conozco una golondrina que empeña plumas a cambio de mis notas,
las deposita en mis pies, yo las guardo para cuando llega el sueño.
Veo a un hombre colgado un recuerdo empinado
sobre su mujer, su retoño el dobladillo que ella le sonsaca.
Desde la esquina señala mis pezones.
Giro mi andar.
Soy un organismo terrible selectivo.
Soy azul real.
Me yergo en belleza salvaje.

(título original: Wilde vinex; extraído de Wie wij schuilen [A quienes guarecemos], editorial Querido, Ámsterdam, 2010)
© traducción española: Diego Puls 2011 (para el VIII Festival Internacional de Poesía de Granada, Nicaragua, 2012)


El taciturno

Quiero intentarlo una vez en agua entre piedras musgosas resbaladizas
envolturas acuáticas rodeándome la cintura
De una silla negra de Thonet, la cuerda
por el tragaluz de cocina, mi arrepentimiento culinario
Clásico en la bañera, el filo en la muñeca, vestido para
matar, mi muerte no huele mal
Un tren mejor no, tan masculino, no lo suficientemente modesto

Me gustaría matar tres veces
A un niño, un adulto, una bestia
Con cuchillo, pistola, dedos delgados inocentes
Mas recomiendan no rebasar los límites
de una bañera, una silla, un vestido abombado
mi cuello proscrito

(título original: De twijfelaar; extraído de Papaver [Amapola], editorial Querido, Ámsterdam, 2007)
© traducción española: Diego Puls 2011 (para el VIII Festival Internacional de Poesía de Granada, Nicaragua, 2012)



fabúlame


Recuerdo la vida que no acaba

Recuerdo las vueltas por la extensa nieve azul celeste
Recuerdo los cerditos muertos a la vera del camino
durmiendo dulcemente, aún hablaban
Recuerdo mi primer amor que me dejó
Recuerdo a mi madre, a veces le toca felicidad
Recuerdo mi caída de la bici como una figurita
sobre un viaducto en la helada
Recuerdo a mi marido con omóplatos como alas
Recuerdo una procesión en el pueblo primaveral con cintas
en los árboles, los vestiditos blancos falsos el sol cortante
recuérdame
Recuerdo a mi hijo nonato
Recuerdo la ciudad, sus suburbios, el edificio de la saltadora invitada
donde yo estudiaba
Recuerdo mi violación en un apartamento calefaccionado en Roma
Recuerdo al estudiante de arquitectura, sobrevivió sin mí
pero me quedé con él
Recuerdo a mis amores, que me envolvían como un planetoide
Recuerdo el bar azur donde no debía servirle más de diez
espressos a un autor, aunque él no contara conmigo
Recuerdo el canto elevado con una niña entre los prados
tenía el pelo adusto como yo, conocíamos nuestro inicio
anda
Recuerdo la noche crepitante en la que hicimos un hijo
Recuerdo que mañanas oscuras se atascaban con estrellas tercas
Recuerdo mis anhelos como una vid
Recuerdo a mi padre, debía morir pero tenía últimas palabras
Recuerdo que mi marido y yo amábamos al mar
Recuerdo las islas, que escarbábamos como perros
Recuerdo a mi hermana gemela, juntábamos nuestras lenguas
Recuerdo mi cabello largo desgastándose por los asientos en habitaciones
sillas tranvías trenes camas manos
vamos recuérdame
Recuerdo las caras botellas de vino que me compró mi marido, para él
el jamón con pata, hizo de mí un soldadito sin arrepentimiento
Recuerdo la llegada de mis libros, no fueron partos
siempre habían estado
Recuerdo a mi hijo, sus manos sus uñas romas, por qué lloro
Recuerdo mi temor nocturno, noches seguidas, no azul noche
sino naranja vivo
Recuerdo a mi madre, se casó en secreto
Recuerdo al poeta porque me hizo oír las dunas, a veces
imposible el cielo, nos enamoramos y enloquecimos uno a otro
Recuerdo la luz, plata pez plomo fina gris etérea verde
anda hazlo
Recuerdo la división de cuerpo, no de cuerpo y alma
Recuerdo al profesor de lengua, fui una muñeca en su cama
no su primavera en Fialta
Recuerdo al director de cine que me abraza en el papel y en la realidad
como nadie, porque en el papel me abraza como solo
un director de cine sabe hacerlo
Recuerdo el perfume Stendhal que no podía pagar y me caí al suelo
en el cuarto de baño tras lo cual me acosté desnuda en él
Recuerdo las casas donde viví, me arrebataron algo
y no me quieren de vuelta
Recuerdo el consuelo de Paustovski, que me habla cuando se acuesta
a mi lado pero a él no puedo consolarlo porque es polvo
Recuerdo mis poemas, nadie los entiende
Recuerdo fabulosamente fabúlame

Versión de Diego Puls, 2013



fabel mij



Ik herinner me het leven dat niet afkomt

Ik herinner me de tochten door de lichtblauwe wijde sneeuw
Ik herinner me de dode varkentjes langs de kant van de weg
zoet slapend, ze spraken nog
Ik herinner me mijn eerste liefde die mij verliet
Ik herinner me mijn moeder, ze kent soms geluk
Ik herinner me het vallen van mijn fiets als een figuurtje
op een viaduct in de vorst
Ik herinner me mijn man met schouderbladen als vleugels
Ik herinner me een processie in het lentedorp met linten 
aan de bomen, de jurkjes vals wit in de scherpe zon
herinner mij
Ik herinner me mijn ongeboren kind
Ik herinner me de stad, haar buitenwijken, het gastspringstergebouw
waarin ik studeerde
Ik herinner me mijn verkrachting in een verwarmingshete flat in Rome
Ik herinner me de student architectuur, hij overleefde zonder mij
maar ik bleef bij hem
Ik herinner me mijn liefdes, die me omvatten als een kleine planeet
Ik herinner me het azuurblauwe café waar ik een schrijver niet meer
dan tien espresso’s mocht schenken, maar hij telde zelf niet mee
Ik herinner me het hoge zingen met een meisje tussen de weilanden 
ze had stuurs haar net als ik, we wisten wat ons begin was
toe
Ik herinner me de knisperende nacht waarin wij een zoon maakten
Ik herinner me dat donkere ochtenden bleven steken met dwarse sterren
Ik herinner me mijn verlangen als een wingerd
Ik herinner me mijn vader, hij moest dood maar had laatste woorden
Ik herinner me dat mijn man en ik de zee minden
Ik herinner me de eilanden, die we uitgroeven als honden
Ik herinner me mijn tweelingzus, we deden onze tongen tegen elkaar
Ik herinner me mijn lange haar dat sleet door zittingen in kamers
stoelen trams treinen bedden handen
herinner mij toch
Ik herinner me de dure flessen wijn die mijn man voor me kocht, voor
hem de ham met een poot, het maakte van mij een soldaatje zonder spijt 
Ik herinner me de komst van mijn boeken, het waren geen geboortes
ze waren er altijd al geweest
Ik herinner me mijn zoon, zijn handen zijn botte nagels, waarom ik huil
Ik herinner me mijn nachtangst, nachten achtereen, niet nachtblauw
maar heloranje 
Ik herinner me mijn moeder, ze trouwde stiekem
Ik herinner me de dichter omdat hij me de duinen liet horen, soms 
onmogelijk de hemel, we maakten elkaar verliefd en gek
Ik herinner me het licht, vissenzilver lood dun grijs etherisch groen
doe dan
Ik herinner me de splitsing van lichaam, niet van lichaam en geest
Ik herinner me de leraar Nederlands, ik was een pop in zijn bed
niet zijn lente in Fialta
Ik herinner me de filmmaker die me omhelst op papier en in het echt 
als geen ander, omdat hij me op papier omhelst zoals alleen 
een filmmaker dat kan
Ik herinner me het Stendhalparfum dat ik niet kon betalen en op de vloer 
van de badkamer viel waarna ik er naakt in ben gaan liggen 
Ik herinner me de huizen waarin ik woonde, ze hebben iets van me afgepakt
en willen me niet terug
Ik herinner me de troost van Paustovskij, die tegen me praat als hij naast me 
ligt maar hem kan ik niet troosten want hij is stof 
Ik herinner me mijn gedichten, niemand begrijpt ze
Ik herinner mij fabelachtig fabel mij

© Sasja Janssen, Amsterdam, 2012






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