domingo, 8 de abril de 2012

6431.- NILGÜN MARMARA



Nilgün Marmara 

 (1958-1987) fue una poetisa turca. Nació en 1958 en Estambul y fue antigua alumna del Kadıköy Maarif Koleji (antiguo Kadıköy Anadolu Lisesi inaugurado en 1955 en la parte asiática de la ciudad de Estambul), se licenció posteriormente por la Facultad de Literatura y Lengua inglesa de la Universidad Boğaziçi (Universidad del Bósforo). Una admiradora apasionada de Sylvia Plath (poetisa, prosista y ensayista estadounidense fallecida en 1963), también estuvo profundamente influenciada por poetas turcos como Küçük İskender, Lale Müldür, Orhan Alkaya, Cezmi Ersöz, Ece Ayhan, Gülseli İnal y Serdar Aydın. Publicó su obra poética en diversas revistas literarias, destacando por encima de todas las colecciones de poesía Daktiloya Çekilmiş Şiirler («Poemas Mecanografiados», 1980) y Metinler («Textos», en 1990, obra póstuma a la postre). Otra de sus obras, Kirmizi-Kahverengi Defter («Cuaderno Rojo-marrón», 1993), fue compilado por Gülseli İnal a partir de las notas de la poetisa y de su diario Esta excelente poetisa destaca por su frágil poesía que oscila entre el sueño y la realidad.

Se suicidó cuando tenía tan sólo 29 años de edad, un 13 de octubre de 1987. He aquí uno de sus más célebres poemas , «Kusum ve Ben», (Mi pajaro y yo) de la colección Kirmizi-Kahverengi Defter (Estambul: Telos Yayincilik, pág. 73) editada por Gülseli İnal en 1993, como he citado anteriormente.






Kuşum ve Ben
Kuşum ve ben bir aynada
uyuyoruz, kafesimiz yatağımız
yüzlerimiz eşlerine baka baka
sonsuz kar altında uyuyoruz
kuşum ve ben.
Eşim ve ben kızıl bir bağla
bağlıyız birbirimize
Çözülürse yoksulluk sevinir
Aynamızın içinde tek bu bağ…
Kızıl kıskanç eşim kuşum ve ben






Mi pájaro y yo estamos apresuradamente dormidos
reflejados en un espejo, nuestra jaula es nuestra cama
nuestros rostros cara a cara aquel el uno con el otro
dormimos bajo la nieve eternamente que cae
mi pájaro y yo.
Una cinta carmesí nos liga – mi compañero y yo
indeleblemente juntos.
La miseria se deleitaría con su separación.
En nuestro espejo no hay nada más allá de esta obligación…
Este lazo carmesí entre nosotros 
— mi compañero mi pájaro y yo…









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