jueves, 9 de septiembre de 2010

ERSI SOTIROPOULOU [964]


Ersi Sotiropoulou 

Ersi Sotiropoulou es una poeta y novelista nacida en Patras, Grecia, en 1953. Licenciada en Filosofía de la Universidad de Florencia y Master en Antropología Cultural, de la misma universidad. Ha realizado recitales y conferencias en diversas universidades y teatros de Estados Unidos y de Europa y ha participado en diversas exposiciones de poesía concreta y visual. Premio Nacional de Poesía en su país.

Desde 1980, ha escrito y publicado poesía y, sobre todo, narrativa (novela, novela corta, relato). También ha escrito guiones para el cine y ha cultivado la poesía visual. Sus obras se han traducido a varios idiomas, entre ellos el sueco, el italiano, el inglés, el francés, el alemán y el castellano.

En 2000, fue galardonada en Grecia con el Premio Nacional de Novela por Ζιγκ-ζαγκ στις νεραντζιές —publicado en España como Zigzag entre naranjos amargos (traducción de Julia Osuna Aguilar y otros, Madrid, 341 Editores, 2008)—; por la misma obra ganó también el mismo año en la misma categoría el prestigioso premio de la revista Diavaso. En 2012,
ganó de nuevo el Premio Nacional, esta vez en la categoría de relato, por Να νιώθεις μπλε, να ντύνεσαι κόκκινα (Siente azul, viste de rojo).

Las historias y la lengua de Sotiropoulos contribuyen a la quiebra del paradigma dominante en la literatura griega hasta los años 80 del siglo xx; van más allá de los discursos identitarios autocomplacientes y exploran de una nueva manera la sexualidad, el viaje y la infancia. "Atardecer en Patras" es uno de los poemas recogidos en Fuga, selección de la poesía de Ersi Sotiropoulos que publicará próximamente
la editorial Luces de Gálibo.

Un tribunal griego resolvió que se retire de las bibliotecas escolares la novela Zigzag entre naranjos amargos (Premio Nacional de Narrativa 2000), como resultado de la demanda cursada por el político de extrema derecha Constantinos A. Plevris contra el Ministerio de Educación de Grecia.

La decisión del tribunal, basada en la opinión del juez, según el cual el libro «contiene pasajes claramente pornográficos y vulgares», es una muestra de conservadurismo extremo, que los intelectuales griegos interpretan como un ataque sin precedentes contra la razón, la libertad de expresión y la independencia de la creación artística y la educación. Se ha denunciado la intervención de la justicia para retirar de las bibliotecas escolares la novela de Ersi Sotiropoulou, como un acto de censura y de intromisión en el proceso literario y educativo. La “justicia”, penalizando el arte de la palabra, nos devuelve a la Edad Media.»



LA ÉPOCA DE LA INCUBACIÓN

La Perséfone que caminó sobre algas muertas
sin fe con fe
sin tristeza porque todo vuelve.
Aliento más allá de la vida
vida más allá del espasmo.
Y el cuerpo alguna vez puede recordar
con el granizo matutino llega la memoria.
Amor de la luz yerma
despiertas rosas tempranas
ramas húmedas
que vibran como aludes.


           
QUÉ ME DIJO T. S. ELIOT

Un coche rojo me rapta
calles enloquecidas plazas De Chirico
un resplandor y luego nada
de vez en cuando un beso
máquinas flipper semáforos ciegos tensiómetros
los modernos quijotes ríen
tocan asesinan postales
miran se suicidan picnic lo bello y bueno.
Mengua la mano en el guante
el aliento humano en el saludo.

El caramelo deshaciéndose en la boca
me da gran seguridad
compadezco en cuerpo y alma
Pero esta Gioconda de potentes megáfonos
sube a la sangre memoria de tam-tam
entre los bambúes en las colonias
tan ajena tan falsa
una bolsa de caramelos
Una pueblerina tal vez nunca se sabe
se cambiaron de ropa
una falda estampada y un pañuelo sucio
y por el otro lado tantas sedas incienso y mirra
y el color de su patria rosso veneziano
sobre la arena para el viento que pasará
y en los pueblos en las fábricas en los barrios
la poesía sale a las calles
si la poesía saliera a las calles
Viva Marx, Viva Lenin, etcétera
cien cabrones hambrientos hurgarían
su no cuerpo lleno
mil pies encima de su notable boca.

Sin embargo amiga mía nunca se sabe
cuándo golpeará el asesino
y vivimos la pesadilla del inspector Harris
mascando tostadas llenos de culpa
Platón y jazz sin elección
más tarde en la página 233 termina el tormento
un poco de agua tibia y después sueño violeta
hasta que cierto inspector Johnson
se niega a revelar al culpable
la noche se demora amanece sin cesar
el agua no calienta pierdes la bata
y el lechero llega vestido de jinete.

Al borde del mar varar el cuerpo
al borde del mar convocar a las ninfas
paisaje marino
aguas sin mañana lodo latas de conserva
y tu cerebro un manojo de llaves
línea de agua en las ondas del cerebro
línea del borde venga no temas
cómo podemos repetir las mismas cosas
intentando escribir un poema
cómo podemos no vacilar
intentando escribir un poema
En ayunas se sube más fácilmente a la cabeza
intentando escribir un poema    
La vida se ha vuelto una estafa
intentando escribir un poema     
La juventud ha cambiado hoy radicalmente
intentando escribir un poema     
Se han convertido en apéndice de la burguesía
intentando escribir un poema     
Todo lo ha conseguido con su propio sudor
intentando escribir un poema     
Ya tiene treinta años y no sienta cabeza
intentando escribir un poema     
Una mujer es siempre una mujer     
intentando escribir un poema     
Debes pensar en el futuro
intentando escribir un poema     
El hombre en la cama es una bestia
intentando escribir un poema    
Piénsalo bien antes de casarte
intentando escribir un poema     
La mujer debe cuidar su aspecto
intentando escribir un poema    
La sociedad es perversa
intentando escribir un poema     
Estaban hechos el uno para el otro
intentando escribir un poema     
El pobre es rumboso
intentando escribir un poema     
cuando alguien de Crotona
intentando escribir 
de la Magna Grecia susurra
intentando
Camino hacia la muerte sin más compañía 
que mi música
intentando Atridas y Polytope
y Ulises que no lo he leído
santuario y cien años de soledad
de Colombia sin pasaporte
leyendo libros viviendo conmigo con ellos
una vida ajena mía caída colectiva
desconocidas combinaciones amenazan nuestra felicidad
intentando escribir no un poema
es un lugar amargo lleno de barcas
sillas que esperan a los hombres
dados que esperan a los dioses
sin no hay mal que por bien no venga
ni haz el bien
solo salir ir a golpearme la cabeza
contra una pared
rompiendo cristales fuera de mí
cuerpo y sangre festejando
esta primera muerte de la Geometría. 


A SAFO AL TERMINAR JULIO

neblina
llueve
(tierra roja de trigo)

junto al reloj de sol
con centellas doradas
cuerpo

a la sombra del negro obelisco
en el hombre J. B.
cuerpo
cuerpo
(túrbidos chorros de agua comprimidos)



AL VOLVER A LEER A G. ORWELL

Mojándose la frente por la mañana
Nereida
en 1984
después de tanto trabajo pintoresco
1999 a las 10 de la mañana 20 de mayo
la llegada de una multitud en el blanco
negros como ojeras
párpados hinchados con ruido de cáscaras
y música egipcia     tambores infantiles
cornamusas
bombos
organitos
los llorosos retornos de la voz
el gorgoteo del café en la cocina
el cazo de la leche
el interruptor de la luz
la cucharilla del azúcar.

Un momento insospechado (nel mezzo del camin di nostra vita)

Mirando hacia adelante
tu breve ruta entre la multitud
tantos edificios  generadores eléctricos  tantos talleres
parques cadáveres
lavándose la cara
en 1984

una mañana
verá ante sí

Nereida
tu túnica corta
tu cuerpo cálido como calor.



EPIFANÍA

esto es un poema
porque
(y otras seis latosas conjunciones)
ahora
(y antes y después)
tu cuerpo 
(no solo tu cuerpo sino tú y las termitas rosa de tus labios y los diez vivaces y entrenados hipocampos en tus manos que desgranan la blancura de la arena y la volcánica superficie de tu pecho y la arribada de solitarias chalupas de vapor al bajo vientre y tu cuerpo entero varado en la playa o erguido deslizándose en las olas iluminado e inasequible) 
está
un mediodía en Corfú
está
de improvisto en una playa
(no solo en Corfú sino aquí y allá)
Está
tan lejos de las luminosas calas de Corfú
tan lejos de los dorados ombligos de las aguas
lejos del mar
extraño a las olas
en el momento en que yo ejecuto la misma agotadora vetusta
acción repetida desde siglos 
sobre el papel sobre tu cuerpo.



OTRA COSA

Busca otra cosa
no una caricia 
o una mano
Necesita otra cosa
no un río como
el que sueña la almohada
Otra cosa
un Peneo un Meandro
con el lecho sembrado de cadáveres
Corre corre corre
mi sangre



Noches blancas en el Vaticano

Soy esclava del amor. Esto me mantiene despierta. Cuando empezó el último verano, me preparaba para ir de vacaciones. Era un viernes 22 de julio, y no pegué el ojo hasta el lunes a medio día. Cada dos noches, durante la ola de calor, fueron de insomnio. Cancelé las vacaciones y mis amigos se lavaron las manos conmigo. Sin saberlo Eros devoraba la fatiga. Desapareció el sueño. Llegué al punto de dormir 10 horas semanales. Nunca me había sentido mejor.

Después de Ferragosto, salí a las calles. Tan pronto como se encendieron las primeras luces por las orillas del Tiber, el frenesí erótico me arrastró de la cama. Me dirigía a Trastevere, caminando sin rumbo por los callejones durante horas, aburrida hasta morir. Volvía por el puente Garibaldi, pasaba por el ghetto, bebía café en la Piazza Navona, y me iba, jurando no volver a pisarla jamás. No volví. Cada lugar me ahuyentaba, para cada noche inventé un itinerario. Eros me perseguía cuesta arriba por la Trinita di Monti y a la vez me arrojaba cuesta abajo hacia la columna de Traján. Sin aliento cambié de acera. Volví al Tiber. Sin haber dormido corrí hasta Ara Pacis, hasta los baños de Caracalla.     

Con el otoño la situación se empeoró. El insomnio era invencible, las calles de Roma no podían contener mi amor. Así que me mudé al Vaticano. Alquilé un apartamento de dos piezas cerca de una plaza llamada la Santa María delle Grazie alle Fornaci. Desde una de las ventanas se ve San Pedro. Es noviembre y mi vida avanza contra el sueño.

Vivo en el Vaticano. En el edificio, la mayoría de los inquilinos son taxistas. Ahora no duermo en toda la noche. Me siento en la cama en la oscuridad, mirando fijamente el pasillo iluminado, y cuento besos. Uno, dos, tres, diez… veinte besos. Besos, besos, necesito más besos… Nunca son suficientes. Algunos se pierden por las paredes. Otros corren por todas partes o se pegan al bombillo del corredor. Vuelvan besos, vuelvan a mí… Uno de ellos se esconde tras la puerta del baño. Respiro corto y rápido. Mis labios están secos. Hace frío. En la mudanza olvidé las cobijas. De espaldas a la pared, me envuelvo en la sábana como una momia y espero. Uno por uno llegan a mis brazos, desvaneciéndose. Besos, besos, no puedo tener los suficientes. Cuando las campanas de San Pedro anuncian los maitines, estoy todavía aquí, congelada y contado. Mil, mil doscientos besos… Nunca son suficientes. Todos vuelven al final y se tiran impetuosamente sobre mí. 
Una noche puede tener hasta tres mil besos.

Los domingos, después del partido, hay menos besos. Si pitan penalti, tengo tiempo de contar hasta veinticinco. Los taxistas aman el fútbol. Cuando me molesta la ciática, en estas tardes de llovizna fina e invisible que se impregnan de la humedad del Tiber y se pegan a la piel, salgo cojeando hacia el bar del Cardinal Lualdi. Un café, un vaso de agua, un pan dulce, farfullo y caigo exhausta a la silla. El mesero ya se ha ido, conoce mi pedido de memoria. Se acabó. Me inunda la impaciencia, se me destrozan los nervios. Quiero volver a la casa a contar besos. Antes de que llegue lo pedido, dejo caer unas monedas en la mesa y me levanto con dificultad. Corro, corro, en medio del aguacero. ¿Qué tan rápido puede correr una inválida?

Los demás días son como hoy. Me quedo en la casa. ¿Para qué salir? Ya no me duele el pie. El tiempo pasa y pienso qué dulce es mi esclavitud y cuánto me gustan los besos. Espero hasta que calle el presentador de televisión. A las once en punto los vecinos apagan sus televisores. A media noche empiezo a contar. Todo está en calma. No hay sonido alguno. El agua fluye en la bañera. De vez en cuando zumba la nevera. Te extraño, te deseo. Extraño los besos. Muchos, aún más, incontables besos. Carraspeo en la oscuridad. El agua ha llenado la bañera.



Cinta

Esta chica
sería capaz
si quisiera 
leche de ébano
tigresas doradas
flores
de volar
si bailara 
animales cálidos
en el túnel estrellado
de soñar 
si durmiera
3 bajo cero estufa extractor lavadora 
lavaplatos balde mesa teléfono silla.



La otra es Sylvia

El dedo gordo de su pie 
como un pequeño Farouk 
se hincha 
al pensar en la muerte. 
Qué viento es éste
¿el aire en las raíces de la estacada?
¿Quién es este hombre 
poniéndose el vestido 
ante el espejo
escondido en el rincón 
esperando?
¡Ay! vieja Europa 
¡Ay! mi ornamento
El se come las uñas hasta el miedo 
Ella teme. 
No lo hará.



Celebración

El regreso de Mary a la casa te creciste 
se rió puso café
está más gorda. 
Miro los mocos de Semana Santa.
La tarde   las compras    la peluquería
el teatro   se ríe   se suelta el cabello 
Esta cosa en mis zapatos. 
En la noche
Su cuerpo dulce 
Su cálido cuerpo 
como un seno
o el hogar.

Ella cambia las lámparas de lugar. 
Yo traigo las velas.



Mach No.

El transiberiano siempre me trastornaba 
Con cerebro verde escala la colina
blanco sobre blanco un desastre negro
Al despertar busca a sus amigos
penetra  en ti Vladivostok 
En los salones de café con voz amarilla
En los senos de Eleni nacen 
flores de otros mundos 
pétalos desconocidos
En la playa un espíritu brillante y despreocupado 
se desnuda y canta 
donde la flema de las olas 
cubre la voz de la Sirena 
En lugares que acogen al tacto y al olfato 
el paseo nocturno
sacudiendo el polvo de la avenida Prufrock 
me acordé de ti amigo mío 
Me acuesto ahora con insectos 
sin jardines para besar
o colinas para los insectos
Cinco estadios dijo la Sibila 
te darán en la cara 
            si aprendes a contar
hombre, este tipo en un idiota 
No es para tanto, querida, no te preocupes 
lenta lenta se viene la estepa.

Me arrepiento ahora 
Las manchas negras del Mediterráneo 
la estatua envejecida que me encuentro 
en la calle
mientras en la mañana, tic tac, 
me despiertan los huesos 
No quiero tanta amistad. 

Este deseo musical de poliéster 
hace cinco años la misma mirada 
me detuvo en la calle 
lastimada por el sol sin párpados 
extremadamente triste
preguntaba acerca de algo 
no escuchaba 
coceaba

y se cubrió de polvo.



Hipótesis sobre la prosperidad 
de un llano sin fin

La ciudad enteramente Cana-Malon. 
Los ríos los cultivos 
Los bueyes los almacenes de trigo.

La ciudad de Tractatus en los límites del pueblo Cana-Malon. 
El pueblo ESE con su afluencia incesante. 
Los límites de los tres pueblos a 200 años de distancia. 
La tierra quemada que los cerca.

(según lo que se dice) 
El taladrador primordial. 
Su cabeza erótica. 
Los despojos.

La admiración y el terror hacen sus compras en los mercados 
                                            [de los pueblos]

una pausa. 
(unos puntos más tarde)
El distrito Hígado. 
Miles de volúmenes de Historia.



Manzana = Muerte
                     ---------
                     Muerte

“Es un descenso de la cruz.”
“Qué está pasando?”
“Los conocí el año pasado”
“¿A alguno de ellos?”
“Muchachos estupendos”
“¿Cómo son?”



La palabra amén después de la palabra absolver. 
La palabra manzana sobre la palabra pera. 
En otro tiempo: muerte
                         ---------
                          manzana

Dimos sobre Alekos. 
Zumban como si en una botella 
fuera. 
Dimos sobre María.
Dimos sobre Yannis.
Mejor aún                                           Desde que se concluyó
bello                                                   el año escolar solíamos ir
como un cuerpo.                                a acampar en los bosques de pino y
                                                           el joven instructor Franz K. 
                                                           era una maldita confusión. 
                                                           Por esta época:
                                                           muerte = manzana
                                                                           -----------
                                                                           manzana


El juego de coser

Lanzan un anzuelo.
La vieja ola
volverá remolineando
para desplomarse
se desparramará
como un azafrán. 
¿Qué piedras preciosas brillan en el vientre de algodón?
¿Qué coronas y cuerpos 
relucientes?
Alguien atrapa al pez
rápido lo lanza al fuego. 
¿Es ésta la forma esencial? 
¿Qué es lo que están filtrando?
Un golpe sordo 
y los 70´s via col furore.           



El sabor a miss Luculus

Amor vertical. 
Los intestinos, ¿estarán en la mira?

Tric Trac su órgano masculino
tric trac 
como si estuviera diciendo fuera de nosotros

(mientras tanto en la casa vecina
se desenvuelve un cierto ir a la cama están escogiendo las sábanas

mientras la vida prepara flores de oro                        llueven trigales
de la tierra hacia arriba en la terrible oscuridad
despiertan sus cuellos angélicos)
                                                                       y vuelven a respirar

Sssshh! Su órgano masculino
Ya volvieron a empezar

¡Ay! ¡Qué dicha!



Tres pasos para el Nunzio


Uno

Era una joven encantadora, parecía tener dinero, mas no amigos. Pasaba el tiempo en la casa. Si de pronto alguien la miraba con un toque de compasión (es una pena, una niña como ella, debe tener una vida muy tediosa), devolvía la mirada con asombro, honestamente no sabía qué querían decir. Un día en la calle, se encontró con el nuevo guardia del parque – él iba a empezar el turno. Se enamoró locamente de ella. Como la joven lo trataba con afecto, empezó a soñar con un futuro compartido, un hogar, un matrimonio, dos, tal vez tres hijos, un final feliz. Con el tiempo, se dio cuenta de que la joven respondía a su afecto y hasta la euforia, porque padecía una generalizada falta de interés. Estaba con él porque estaba ausente. Se sentía tan bien estando sola que hubiera convivido con cualquiera, y más aún con el guardia, que era dulce y considerado.


Dos

“El arte es el resultado de una combustión incompleta”, dijo alguien, y todos asintieron convencidos. El recital de poesía había sido todo un suceso, aunque era lunes, día poco indicado para este tipo de eventos. La galería se encontraba en el centro de la ciudad, asistió mucha gente conocida, y en el bufet sirvieron bebidas auténticas, nada de vino barato disfrazado de vino de los campos. El poeta que presentaron esta noche se sentía enormemente halagado. De pronto hasta me suicido, pensaba, y se le subía el júbilo al pensarlo. Una aficionada se le acercó y le pidió que le firmara su nuevo libro. Sus senos se veían firmes y frescos a través de su blusa transparente, aunque algo torcidos. Con solo llamarla, vendría como un cachorro, pensaba mientras le sonreía. La muchacha se deshacía en elogios de su trabajo, y entre otras cosas mencionó algo de la combustión incompleta. El poeta se deprimió instantáneamente. ¡Ojalá hubiera sido el primero en pronunciar esta frase! Ahora estaba demasiado ebrio, ya ni siquiera entendía el sentido de la frase. Lo que queda cuando no se completa una combustión, se reiteraba a sí mismo. Si se completara, entonces, no habría poesía –en otras palabras es una especie de detritus.


Tres

“¿Crees que en realidad los antiguos griegos se fijaban en Heráclitus?” Mi esposa y yo estábamos sentados frente a otra pareja, tomando cerveza. Ellos se acariciaban, así que no le ponían mucha atención a la conversación.

“A los antiguos griegos les importaba un bledo el todo fluye. Esto es lo que nos preocupa a nosotros, si es que algo nos preocupa”, añadí, y miré a mi esposa esperando su aprobación.

“No se  me había ocurrido antes, pero ahora que lo mencionas, tienes razón, los antiguos griegos eran prácticos, con los pies en la tierra,” dijo. “Pero ten cuidado cuando te muevas, es el tercer par de medias que compro en una semana.”

“Apuesto que nadie comprende a los antiguos griegos en realidad,” dijo el hombre del frente. Era un colega, primera vez que lo invitábamos a la casa. “Los antiguos griegos sabían disfrutar de la vida.”

Nos tomamos algunas cervezas más. Los despedimos en la puerta mientras la noche descendía suavemente por las colinas.


Por una mujer anónima

Debo levantarme 
debo terminar este poema
mi ojo como una bala diligente dará en la plaza.

Debo apretar el paso
hacia las carnicerías para podar 
para afilar el pasto del lecho conyugal.

Debo apresurarme
para tomar a mi hijo en mis brazos como un pepino tímido
para echar la cabeza hacia atrás 
para enviar sonrisas              
para saludar 
con tijeras al cesto de costura 
donde, junto a los alfileres, 
los padres ponen trampas 
Y debo sonreír, sonreír
con el cuerpo lleno de pliegues y el vestido pesado.


Tres noches seguidas

Tu rostro
  rostro
  rostro
                        que
                        la espuma de madera 
            lleva todavía a las costas de Jason
                        sobre la hierba
¿es el sol?
¿Es la cesta del tío John llena de uvas?
¿Es la cama del tío John llena de avispas?
                        todavía
el hermano de la gaviota abandonando la casa
hacia un cerco en los Grandes Lagos 
envió un mensaje
                        y
                                               por lo menos 
en las tierras de Jason
tu rostro
                        es
                        una quebrada segura
que se esconde se dirige
hacia la faz de la cubeta
                        es
                        una quebrada segura
que se esconde se dirige 
hacia la faz de la cubeta 
                        es
            un invierno 
            que al avanzar 
            el ejército
            se vuelve hielo
            en la mañana
            al despertar. 
  


La Épsilon de R

La S de si
el océano
debe estar 
en su caja
mientras duermes

no
n de nunca
o mañana que es igual en la sombra
                 que está en el sueño
                 que lleva un abrigo
                 y cae en pedazos

pero
ú-n-i-c-o
a de agua
r de muerte

pero
el dolor sin fin 
omega de épsilon 
dos omicron de épsilon

Entonces 
podría  
ser 
casi
una 
r
porque 
es 
todo
un
alfabeto sobre la ola

En la mirada de la tempestad



Pregunte sobre Sócrates dijo Marilyn

Eres el generalísimo perro
La más grande más terrible espantosa oscura 
Sensación del grandísimo cuadro. 
Algo inclinado 
o
recostado
La parte viva
y  
algo blando y muerto    
¿dejará el fondo?
¿o se volteará la sala
como la punta de una cuchara?
¿Cómo será el cuadro general de la situación?
¿Vas a hacer más preguntas?

Empiezan a crecer sobre un fondo azul
las más grandes más amarillas más negras 
las más numerosas mariposas.

Traducciones de Claire Pye
http://www.festivaldepoesiademedellin.org/es/Revista/ultimas_ediciones/84_85/sotiropoulos.html




Atardecer en Patras
(Traducción de Vicente Fernández González)


ATARDECER EN PATRAS

No se lo digáis a ella. No.
Una tarde de Babel
y un estilo liberty en las tazas enterradas
el lloriqueo de la poesía.
Venía. ¡Más bajo! Se va a despertar el niño.
Asquerosas cinco a siete como todas las demás.
Una bandada de abejarucos le chupeteaba
el cráneo con sed bebiendo con hambre.
Para. No voy a poder.
Delgadas cáscaras de melón rodeaban la ciudad
un chitón de dodecasílabos
vomitando visiones
voz del que clama en el desierto
de la visión el pico terrenal
en aguas prohibidas
silencia su sed: por los siglos de los siglos.
¿Y si no quiero ver? Amén.
De todo lo visible y lo invisible padre
aposéntate
de bucles dorados trono de mierda.

Ahora es hora.
Porque Stephen Dedalus
no volverá a agacharse junto a ti
inclinando un cuello amilanado
sobre tus manchas celestiales
sembrando una mirada de olas
embalsamada en los cinco confines de la tierra.
El Silencio es oro.
Podría amarlo
si no fuera vuestro. Tal vez. Demasiado tarde.

Ahora es hora.
Porque la barca verde ha abandonado la ciudad
sin duelo ya sin Perséfone
ni un solo muerto afónica ciudad de vocales
barca consonante traspasa el horizonte
el confín del horizonte
una blanca vela negra esquizofrenia no escrita
más allá de las nubes y sus borborigmos
sobre ellas en ellas al final al final
ondeando palabras.

Difusa sabiduría no sabes de dónde
liviano nadador que se hunde y se hunde en los mocos del mar
se mete y sale se mete saca
a la playa sus dudas de piel de concha.
A perpetuidad
Las asociaciones locales me devoran
filantrópicas damas divinas rapaces
acompañando hasta la puerta mi yelmo
y mi coraza todo pústulas sangrientas
Con tu escudo o sobre él
Tender is the night.
En las superficiales aguas de su mente
encuéntralo encuentra el anillo
elefantes marinos al escuchar encarnado
descarnados gritos lo doblan en dos
felahs enfermos y carroñas
en dibujos infantiles.

Tender is the night.
Por la noche pienso
que el día ha ido bien en la bóveda granosa
he vuelto a llenar el buche
hecho ya sustancia divina indivisible uno
obras canteras ordenadores
mengano perengano el granizo de la vida.
Cuando las fulanas de los astros
nos malvenden un licor moneda de plata
romanticismo
ella coronada querríamos un me encanta.
Cuando Robin el Che Bebe del mismo vaso
Stephen Dedalus y la abuela de Caperucita Roja
meten mano trasnochan sueñan
Sacrosantos insomnes
soltando trece joder y mil
vírgenes santas
20000 leguas profundidad sin fin

bocas de níquel cantan al fondo Jericó
y el último poeta
velloso risa tragando botones
expirando en el transiberiano
una idea verdaderamente graciosa
apagando fuegos se reavivan
Ella se inclina bébete su pluscuamperfecto cáliz
bebe del mismo vaso. Quizá.

Coscienza arrastrando una enagua
de apuestas
te pierdes en los vapores de un cuarteto.





ΑΠΟΓΕΥΜΑ ΣΤΗΝ ΠΑΤΡΑ

μη της τοΓπήτε. Όχι.
Ένα απόγευμα από τη Βαβυλωνία
και μια ευγένεια λίμπερτυ στα θαμμένα φλιτζάνια
το μυξοκλάψιμο της ποίησης.
Ερχόταν. Σιγά! Το μωρό θα ξυπνήσει.
Συχαμερές πέντε μ’εφτά σαν όλες τις άλλες.
Ένα κοπάδι μελισσουργών πιπίλιζε
το κρανίο της διψώντας πίνοντας πεινώντας.
Πάψε. Δεν θα μπορέσω.
Λεπτές πεπονόφλουδες έζωναν την πόλη
ένα σκάσε από δωδεκασύλλαβους
ξερνώντας οράματα
φωνή βοώντος εν τη ερήμω
της όρασης το επίγειο ράμφος
μέσα σε ύδατα απαγορευμένα
σωπαίνει τη δίψα του: εις τους αιώνας των αιώνων.
Κι αν δεν θελήσω να δω; Αμήν.
Ορατών τε κι αοράτων πατέρα
θρονιάσου
από χρυσάφινες μπούκλες θρόνος σκατένιος.

Τώρα είναι ώρα.
Γιατί ο Στέφεν Δαίδαλος
δεν θα σκύψει πάλι κοντά σου
γέρνοντας ένα λαιμό αλαφιασμένο
πάνω στους επουράνιους λεκέδες σου
σπέρνοντας ένα βλέμμα κύματα
βαλσαμωμένο στα πέντε τέρματα της γης.
η Σιωπή είναι χρυσός.
Θα μπορούσα να την αγαπήσω
αν δεν ήταν δική σας. Ίσως. Πολύ αργά.

Τώρα είναι ώρα.
Γιατί η πράσινη βάρκα έχει αφήσει την πόλη
ήδη χωρίς πένθος χωρίς Περσεφόνη
ούτε ένα νεκρό άφωνη πόλη φωνηέντων
η βάρκα σύμφωνον διασχίζει τον ορίζοντα
το τέλος του ορίζοντα
ένα λευκό πανί μαύρο σχιζοφρένεια άγραφο
πέρα απ’τα σύννεφα και τα γουργουρητά τους
πάνω τους μέσα τους στο τέρμα στο τέρμα
κυματίζοντας λέξεις.

Σοφία διαχύτη που δε ξέρεις από πού ξεπηδάει
κολυμβητής ελαφρός που βυθίζεται ολοένα
στη μύξα της θάλασσας
βουτάει και βγαίνει βουτάει βγάζει
πάνω στην ξέρα τις οστρακόδερμες αμφιβολίες του.
Αενάως
Οι τοπικοί σύλλογοι τρώνε τις σάρκες μου
φιλάνθρωπες κυρίες όρνια θεία
ξεπροβοδίζοντας την περικεφαλαία
και το θώρακά μου όλο μπιμπίκια αιμάτινα
Ή ταν ή επί τας
Tender is the night.
Στα ρηχά νερά του μυαλού της
βρες το βρες το το δαχτυλίδι
θαλάσσιοι ελέφαντες ακούγοντας κόκκινο
κόκκαλα κραυγών το διπλώνουν στα δύο
άρρωστοι φελλάχοι και ψοφίμια
μέσα από παιδικές ιχνογραφίες.

Tender is the night.
Το βράδι σκέφτομαι πως
η μέρα πήγε καλά στο σπυριασμένο θόλο
το τομάρι μου γέμισε πάλι
έχει γίνει θεία ουσία αδιαίρετο ένα
γιαπιά νταμάρια υπολογιστές
όστις –οπουλος το χαλάζι της ζωής.
Όταν οι κοκότες των άστρων
μας ξεπουλάνε ένα λικέρ αργύριο ρομαντισμό
αυτή εστεμμένη θα θέλαμε ένα πολύ μου αρέσει.
Όταν ο Ρομπέν ο Τσε Πιές απ’το ίδιο ποτήρι
ο Στέφεν Δαίδαλος κι η γιαγιά της
Κοκκινοσκουφίτσας
βάζουν χέρι ξενυχτάνε ονειρεύονται
Ιεροί χωρίς ύπνο
σπέρνοντας δεκατρία γαμώτο και χίλιες
χριστοπαναγίες
20.000 λεύγες ο ατέρμων βυθός

τραγουδάν νίκελ στόματα στο βάθος η Ιερριχώ
κι ο τελευταίος από τους ποιητές
τριχωτός γέλια καταπίνοντας κουμπιά
ξεψυχώντας στον υπερσιβηρικό
μια ιδέα αληθινά χαριτωμένη
σβήνοντας φωτιές ανάβουν πάλι
Αυτή γέρνει πιές το υπερσυντελικό της δισκοπότηρο
Πιές απ’το ίδιο ποτήρι. Ίσως.

Coscienza σέρνοντας ένα μεσοφόρι
από στοιχήματα
χάνεσαι στους υδρατμούς ενός τετράστιχου.



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