jueves, 19 de agosto de 2010

534.- EDOARDO SANGUINETI


Edoardo Sanguineti. Poeta, crítico y teórico literario italiano. (Génova (Italia), 9 de diciembre de 1930 - Falleció el 18 de mayo de 2010) . Fue profesor de literatura italiana en la Universidad de esa ciudad y luego enseñó en Salerno. Protagonista de la literatura de la segunda mitad del siglo XX, ya sea como autor de vanguardia, ya como estudioso, participó activamente en iniciativas intelectuales y en manifestaciones culturales. Se graduó con una tesis sobre la Divina Comedia de Dante (publicada bajo el título de Interpretaciones de Malebolge, 1961), pero muy pronto estudió también a los contemporáneos, sobre todo la poesía de los poetas crepusculares, Entre el modernismo y el crepuscularismo (1961); Guido Gozzano (1966). En 1969 preparó una importante y controvertida antología de la poesía italiana del siglo XX, editada por Einaudi. Sus contribuciones a la crítica literaria, entre las que se destaca La misión del crítico (1987), se han ido publicando periódicamente en forma de libro. En su faceta de literato, Sanguineti es una de las figuras más representativas de la neovanguardia; como exponente de ese movimiento, contribuyó a la antología Los novísimos (1961) y publicó numerosas colecciones de poesía experimental: Laborintus (1956), Triperuno (1964), Postkarten (1978), Bisdibis (1987), Sensatitolo (1992), y Corollario (1997), entre otros libros. También ha escrito novelas, Capricho italiano (1963) y obras teatrales, Teatro (1969). Además de su actividad como traductor, sobre todo de las lenguas clásicas, hay que mencionar los libretos realizados para el músico Luciano Berio. En algunos trabajos practicó una poesía multilingüe, heredera de Ezra Pound.






De Sensatitolo (1992)

Balada de las mujeres

a veces pienso que el tiempo ha pasado,
las viejas madres que nos han cargado,
y las muchachas que dieron su amor,
y fueron hijas y esposas y nueras,
en mujer pienso si pienso con dicha :
pensar en hombres es una desdicha :
a veces pienso que el tiempo ha llegado,
la partisana que aquí combatió,
la que golpearon, que herida quedó,
la que mataron, que luego enterramos,
en mujer pienso, si pienso en la paz :
pensar en hombres no me gusta más :
a veces pienso que el tiempo regresa,
que viene un día que nos pone al día,
pienso que cuna es panza de mujer,
y casa es panza que lleva la falda,
cajón es panza que toca al final,
que llega el día en que a dormir se va:
que la mujer no es cielo, sino tierra,
carne de tierra que no quiere guerra :
es esta tierra, donde fui sembrado,
vida he vivido que dentro he plantado,
busco aquí el calor para el corazón,
noche larga de mi disolución :
en mujer pienso, si pienso en lo humano :
ven compañera, vamos de la mano :
Animales elementales



cuando veo tu fuego, todo suelto
bajo las pullas de tu esternón y entre
tus tibias me derramo en volivol
cuadriculado, y me vuelvo y me revuelvo
en tus jaulas y cuando me sepulto
finalmente en el fondo, bajo el polo
de pelo de tu vientre, y vuelo, solo,
y hormigueo de hormigas, te oigo que
te agrietas y crepitas, monstruo mío :
me hago el atrapa-fénix, en el humo
de tus vértebras verdes, en la nada
de tus antenas, y me vuelco, tinta
de todas tus lenguas, y me consumo
en costra calva, y en seco grumo ardiente :

Traducción : Martha Canfield





DE"POSTKARTEN"

62

La poesía es todavía practicable, probablemente:
yo la practico, lo ves, en todo caso, prácticamente así:
con esta poesía muy cotidiana (y muy
de cotidiano, cierto): y esta poesía muy diaria
(y muy periodística,incluso, si tú quieres)
es más clara, además, que aquel artículo de Fortini
que charla
sobre la claridad de los artículos de los diarios,
si has visto el "Corriere" del 11, lunes, y que
tiene por título, justamente; "por qué es difícil
escribir claro" (y que hasta dice, ay de mí, que
la claridad es como la virginidad y la juventud):
(y que es necesario perderlas, parece,
para encontrarlas): (y que yo digo, mira,
que es mucho mejor perderlas que encontrarlas,
en el fondo):
porque yo sueño con hundirme de cabeza antes,
ahora, dentro de un absoluto anonimato (hoy,
que he perdido todo o casi): (y esto significa, creo)
en lo profundo, que yo sueño absolutamente
en morir, esta vez, lo sabes):
hoy mi estilo es no tener estilo:

(Traducción de Horacio Armani)




Poemas escogidos traducidos por Martha
L. Canfield.
Del libro : Postkarten, Poesie 1972-1977
(1978)



15

9 millones (y pico) de votos al Partido (para la Cámara),
y 179diputados (+ 2), en las elecciones del domingo
pasado, los festejamos ayer, en el Delfín de Erchie,
con canelones, conejo asado,
y Lácrima Christi:
(yo seguía viendo a Federico, debajo del estrado,
en el mitin de clausura en Portanova, con un pañuelo
rojo en el cuello (en realidad una servilleta robada
en el Moby Dick de Rotterdam, pero asimismo
un legado de Vasko Popa, por lo pronto),
allá abajo gritando: "7 de mayo rojo"):

(te contemplo mientras lees
la Cuestión Meridional de Gramsci: nuestro
librito rojo, como dije en la plaza: donde dije también,
con un gran gesto así:
estas magníficas banderas rojas:
dije también otras cosas enormes,
enormemente ciertas, ante la sorpresa
de muchos (incluida la estudiante esa,
que tú también conoces algo, que tiene unos
ojos increíbles), estilo: yo voto por el PC porque
tengo tres hijos (etc. etc. etc)):


16

me dices que Ana dice que me brillan los ojos,
cuando se murmura que tú estás embarazada:
(y que el doctor Tafuri, después del examen
de abril, negativo,
me notó profundamente infeliz, por teléfono):
........yo me declaro fatalista,
en cambio (y me muestro impasible, como sabes):
(y hago lo imposible,para ello):
pero todo es porque yo me persigo, la verdad,
ridículo, preocupándome por seguirme: y al fin
es que no me merezco yo: (no te merezco a ti,
Luciana):


31

ya lo sé, mi querido Biondi, que habría muchísimas
cosas que decir, aquí (si dijéramos las muchísimas
cosas que habría que hacer (si hiciéramos las
muchísimas cosas (si rompiéramos (que muchas
de estas cosas serían para romperlas, más bien,
todas:

(para este libro, así, yo te lo dejo,
este montón de paréntesis, ahora, encima
(para tu contracubierta (a dos mil
espacios no llego, cómo hago, hoy por hoy
(que no se cierran (eh, mi querido Biondi,
si se cerraran, etc. (y que a lo mejor te sirven
(porque hoy,tú también lo sabes perfectamente:

....el agotamiento nervioso se vende sólo
mostrando:


43

quema y quema! como dijo aquél (y es una
anécdota históricamente garantizada:
y, en mi criterio, de primera clase), cuando volvió
a su casa, en Serbia, en 1942 (y los partisanos,
que se habían organizado una cocina, allá adentro,
hacía poco habían encendido el fuego, en la biblioteca,
también para calentarse, por cierto,
y lo habían encendido con los libros):

.......quema y quema! como dijo aquél,
entonces, dando una patada a un volumen salvado
de una edición valiosa de las Oeuvres
complètes de Voltaire, arrojándolo en medio
de las llamas:

.......quema y quema!
dijo, porque todo empezó contigo
(y tú que lees estos versos, ahora,
tú que sabes, mira a ver si acaso los honras
con un fósforo):


52

pienso rosas y veo músicas de rosas y percibo
colores de rosas rosadas
(con algo de claveles, tal vez de dalias:
pero muy en segundo lugar):
será un efecto particular de aquí de Tashkent,
me imagino: (y será un síntoma
de un nivel alcohólico que aumenta, ya sé,
dentro de mis maduras venas vanas):

......esto vale a) para el té verde sin azúcar:
b) para el jabón de la ducha:
e incluso c) para el café: (ese semiturco, mínimo,
del martes por la mañana,
bebido en el atrio de una especie de casa de cultura):
y vale d) para los runò y e) para los rossiiskie:
y luego vale (o sea, podría valer) f) para esta

rosa tropical negra (hablo de todo este menjurje,
siempre, considerablemente sinestésico):
(si sólo pudiera atraerla, lo bastante como
para olerla, en uno de estos jardines de gacela,
aquélla, un momento):
(hablo de una gacela bien formada, con fuego
y agua): (y con rosas):


65

la voz de mi padre está registrada en una cinta
titulada "Venecia 66":
(el otro lado está ocupado por una sinfonía de Mozart):
se trata de una serie
de llamadas telefónicas de entonces: ante
el micrófono interceptado, desfilan mis tres
hijos varones, mi mujer, varios parientes de mi mujer,
un par de amigas suyas
(y está también mi suegra, que habla con
la choricera de Turín, una emiliana
supongo, y encarga botellas de Lurisia):
el paso fulminante (y que me ha fulminado,
el martes, en medio de mi infelicidad): (y que
fue un rasgo tópico, cierto, para él):
(y que ha decidido muchas cosas, para mí,
y para mi vida): (cito de memoria ahora)
es cuando le dice a Federico:
si los demás están contentos, también yo estoy
contento:




***********


1

la poesía, en cierto sentido, es una máquina
orgánica: (esto es, quiero decir) rigurosamente
fisiológica):
(que exige un mantenimiento vigilado,
cautelosamente controlado): (es como hacer
las revisiones, al auto: incluso si,
como no? existe la tarea de los nueve años críticos,
para la revisión: yo me conformo,
personalmente hablando, con los nueve meses
de gestante clásica): (la lubricación
de la versificación es decisiva, comoquiera:
del motor, de la piel, aún del condón):
pero ves, ídolo mío, mi carburante de oro, mi tesoro:
mi aceite poético eres tú:


2.

me he adaptado a las gafas (que la licencia,
para mí, ya hace obligatorias),
sólo en un par de días: veo todo más nítido:
(pero nada, por esto, me resulta mejor, en verdad:
un semáforo es siempre un semáforo, una acera
es siempre una acera: y yo soy siempre yo, así):
(en cuanto a la molesta sensación de vértigo,
vaticinada, con la hemicránea, por un Instituto
Óptico de Avenida Buenos Aires, al cual
asistí, esta vez, lo he experimentado
y lo he superado): (el oculista afirmaba que,
con el tiempo, me había construido una representación
arbitraria de la realidad, ahora destinada,
con los lentes, a apartarse de golpe):
(y he podido
esperar, por un instante, para hacerme, a poco
precio, una vida y una vista):


*****


Corolario (1992-1996)

Edoardo Sanguineti / traducción de Guillermo Piro

acróbata (s.m.) es quien camina en puntas
(de pie): (eso, al menos, es por el étimo): después
procede, pero naturalmente, en punta de dedos,
también de manos (y en punta de tenedor): y sobre
la cabeza: (y sobre los clavos, faquirando,
funambulando): y sobre los hilos tensos entre
dos casas, por las calles y las plazas: en un trapecio,
en un circo, en un círculo, sobre un cielo):
da vueltas sobre dos perros, flexiblemente, enfilado
en dos vasos, en dos zapatos,
en dos guantes (dentro del humo, en el aire):
neumático y somático, dentro del vacío
neumático: (dentro de neumáticos plásticos,
dentro de golpes y botellas): y salta mortalmente:
y mortalmente (y moralmente) rueda:
(así ruedo y salto yo en tu corazón):

escríbanlo en grandes letras, mis lectores
testamentarios (y le hablo a mis escolares,
a los hipócritas de mis hijos, a los filoproletarios
que tanto se me parecen, innumerables,
ya, como los granos de arena de mi vacuo desierto),
estas palabras, sobre mi tumba,
con la saliva, mojando un dedo en la boca:
(como yo lo mojo ahora,
entre los excesivos abscesos de mil álgidas encías):
yo, mi vida, la gocé:


con los ojos cálidos, aquí, del doctor Spensley
(si pongo juntas prehistoria
protohistoria e historia), un siglo futbolístico
me escruta: (está medio abandonado,
las piernas cruzadas: pasa por alto un volumen,
abierto allí, a su lado, para mirarme,
y todos los otros libros, en formación allá,
en los estantes, apretados: y se sostiene la cabeza,
con una mano, taciturno ya):
la vieja esfera gira siempre, entre nuestros pies,
inquieta, acariciada por los vientos marinos:
(y, bajo nuestros pies, rueda todavía
la esfera del planeta):
fotografías supervivientes (llenas de tiempo,
pobladas de muertos
notos e ignotos) señalan, durante fragmentos
relampagueantes, esta larga leyenda:
es roja, es azul:

si me separo de ti, me desgarro:
pero lo mejor de mí (o lo peor de mí)
se te queda pegado, pegajoso, como una miel,
un pegamento, un aceite denso:
vuelvo en mí, cuando vuelvo a ti: (y vuelvo
a encontrar mis pulgares y mis pulmones):
dentro de poco aterrizaré en Madrid:
(aquí, en la cola del avión, seleccionados mis
connacionales,
hombres de negocio, dicen números y números,
mientras beben y fuman, excitados,
riendo agitadamente):
todavía vivo para ti, si es que vivo todavía:



*****


24



he enseñado a mis hijos que mi padre fue un
hombre extraordinario: (podrán contarlo, así,
a cualquiera, si quieren, con el tiempo): y después,
que todoslos hombres son extraordinarios:
y que de un hombre sobreviven, acaso,
unas diez frases, tal vez (metiendo todo junto: los tics,
los dichos memorables, los lapsus):
y estos casos son los más afortunados:




36.

cuando te nado dentro, en mi estilo libre
(profesional, casi: medio mixto, en cualquier caso),
buceo, retengo mi aliento, y (entrecerrando,
cerrando mis ojos) abro mis brazos, separo
mis piernas, pelo mi plátano (y lo encapucho):
me hago el muerto, me encorvo, me balanceo:
todo aquí: (pentagonal y a estrella, si te parece,
soy inscribible en mi propio cerco):


traducción: Dolores Labarcena y Pedro Marqués de Armas


*****



Medellín en el poema

Edoardo Sanguineti (Italia, 1930)

hubiera dado un tesoro, por esa minitarjeta
agotada (la número 16, en la vitrina especial
de la droguería) que decía, en clave, este enigma:
T.Q.M.P.T.L.V (hubiera sido un derroche insensato):
(pues aprendí, poco después, en el primer piso
de ese Gran Hotel, del coro de las queridas
muchachitas (dirigido, obviamente,
por Isabel Amalia): la última noche le escribí
una esquela: de puño y letra, le dije: eres
la niña más linda de Medellín, la más hermosa
de Colombia, la más magnifica del mundo entero)
que esa sigla la conocen todos (y todas): ( la solución,
en todo caso, para quien no la supiera, es,
precisamente, como siempre: te quiero mucho):
y el resto, lo oculto): me explicaron asimismo
el sentido mamado (adj) y de chiste (s.m.),
en la misma ocasión, y todo ocurría según
las vueltas las vueltas de mi elocución casualmente,
en círculo, poniendo en neutro, dejando ir): ahora
que pienso, y que te pienso: y me pienso, y me
arrepiento): (no te niego el resultado pleno,
te revelo el misterio inexistente: será en efecto,
por lo poco, lo nada que me queda, que es para
toda la vida, que te quiero):

Traducción de Martha Canfield



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