lunes, 1 de noviembre de 2010

1689.- JUANA J. MARIN SAURA


Nació en Murcia (España) el uno de Diciembre de 1953. Cursó estudios de Literatura y Artes Plásticas. Fue cofundadora de la que fuera Revista Cultural, Azahara. (Murcia, 1978-1980). Es articulista y colaboradora en medios de comunicación. Como escritora es invitada a Colegios, Institutos, Universidades y como profesora a Talleres Literarios. Escribe para libros de Arte y es
autora de textos para catálogos de artistas como Lucio Muñoz, Mariano González Beltrán, Claros, Rosa Vivanco, Pepe Yagües, Perla Fuertes, Galindo, Silvia Viñao, etc.
Ha sido incluida como poeta en Antologías (nacionales e internacionales), Diccionarios, Enciclopedias, Revistas Literarias, Catálogos de Arte y libros especializados.

-POESÍA
Desde el fondo mismo (1975).
El silencio de las lilas (1984).
Rondó Veneziano (1985).
Pagoda de diamantes (1988).
El rastro del pincel (1988).
No son ángeles (1988).
A través de la luz (1990).
Para detener el tiempo (1990).
Habitar el aire (1996).
Del azul (2000).
A veces (2002 y 2003).
Carta de navegación (Poesía 1975-2005) (más el inédito titulado El ovalado cerco de la luna) (2006).
Instante (2007).

-TRADUCCIONES DE OBRAS PROPIAS A OTROS IDIOMAS:
Transcritos por la ONCE /Madrid (España) al Sistema “Braille” los libros de poemas:
A través de la luz (1996)
Habitar el aire (1998)
Del azul (2001)





DESISTO

Desisto de esos ojos
color a brillo de locura,
a brillo de noche dislocada,
a mañana perversa
a noche rota.
Desisto y me abrazo a Maïakouski,
a Eliot, a Vallejo,
a Rimbaud, a Cernuda...
y a tantos que comparten la aurora que divido
y muerdo y trenzo sus cabellos
como si de un animal hermoso se tratara,
porque odio lo estrangulado de la espera,
los ombligos rociados con azufre,
ese holocausto de versos con ojeras azules.

(De El silencio de las lilas, 1984)







ME PONDRÉ una chaqueta verde
para atraer la esperanza
y un pañuelo de olvido en la solapa.

Me pintaré con rojo fortísimo
un corazón entre los labios,
y colocaré un exótico alfiler
ajustando los miedos,
sobre el botón primero de mi blusa.

Calzaré los botines que sepan trasladarme
hasta la decisión de los intrépidos,
y me levantaré temprano,
y me cubriré los ojos
con grandes gafas negras,
y no me detendré a pensar
que pueda ser demasiado tarde
para todo.

(De A través de la luz, 1990)







VOLVER A MANHATAN

No creáis que porque use botas puntiagudas
exactas a las de Bob Dylan
ha dejado en el olvido las alas de los ángeles,
el azul, la mirada atenta hacia los bosques,
la música de rock o las estrellas.

Todo, todo forma parte de su mundo,
de la ruidosa vida que transforma
cable a cable en silencio,
en sonrisa, en el gesto tierno de unas manos.
Ese compartir con Teresa, la voz,
la imagen y los libros.

Nuestro alegre deseo de volver, una y mil veces
a las amplias avenidas de Manhattan.

(De Del azul, 2000)







ROTA

Rota tu sombra en los espejos...
Rota la ninfa, sus preciosas alas.

Las orquídeas que hoy acompañan,
tus horas de morfina acumuladas
por gélidos goteros.


Roto el ángel en cada cuerpo
que se desliza sin control
en medio de la noche...

Rota la duda de la nada...

Los ojos rotos, siempre fijos
ante el mismo rectángulo
que sirve de frío desconsuelo
a la memoria.

Dividida en dos,
una mujer... rota...
sobre una cama herida.






BLASFEMIA

Acaso aquella noche blasfemé
contra el cielo,
para recibir el castigo de no verte...?

Guardianes alados unieron su fuerza
empujando mi vida al laberinto...






YO TENÍA

Yo tenía un amigo
que sin mediar palabra, lentamente
una tarde, tomó la ruta de los pájaros.

Yo tenía un jardín lleno de estrellas,
donde cada mañana
anidaba el rocío entre las rosas.

Yo tenía un laurel alto y hermoso,
bajo cuyas ramas buscaba
su fresquísima sombra en el verano.

Yo tenía un amor que decidió aniquilarse
bajo el frío polar de una tarde de invierno.

Yo tenía una isla, un rayo de luz irrepetible,
dos corazones adornando mis bolígrafos,
mis rotuladores… mi pluma…

Yo tenía… un corazón,
la suavidad del tacto cuando se aceleran los latidos,
una mirada tierna,
la sonrisa más fresca e inocente…

Ahora no sé si tengo algo,
y recurro fiel a la esperanza
con la que a diario ilumino
la vida que se me presta.








Olvido

¿Qué pensar cuando la mente humana
comienza su burbujeante vacío
de túneles pintados por la duda?
¿Cómo detener el tiempo lúcido que nos quede
ante los espacios, los nombres y los rostros,
intentándolos guardar trabajosamente esperanzados,
en el elegido compartimento de la memoria?
¿Qué hacer, cuando nuestro recuerdo se empeñe
en olvidar que existimos todavía?

(De Del azul, 2000)






Cita

Yo tenía una cita
en la que me quedé olvidada
como un paraguas sin lluvia
a las puertas de un hotel.
Testigo sin descanso de mi abandono
fue una gaviota gris,
que en medio de la noche
sobrevoló, una y cien veces,
el cielo de la calle.

(De Del azul, 2000)







Latir

Late mi casa, laten sus paredeslos malheridos pilares
ue nos soportan sin quejarse.
Late el tiempo y las hojas,
mis polvorientos balcones,
la ciudad que agota todas las expectativas
desde el interior de sus entrañas.
Mi corazón que ha dejado de latir.

(De Del azul, 2000)

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